Cada vez son más los consumidores que aseguran que no solo compran una marca determinada de producto, sino también sus valores. Y aquí juega un papel fundamental la RSC o Responsabilidad Social Corporativa, una práctica que poco a poco ha ido calando también entre las pequeñas y medianas empresas y además, en ocasiones, incluso es el leitmotiv de su creación y negocio.
Hoy, los usuarios no solo demandan un buen producto o servicio, sino que, cada vez más, piden que para su producción no se haya vulnerado ningún principio ético o social.
Sostenibilidad, buen gobierno, ética empresarial, uso responsable de los recursos naturales… Todos ellos son factores cada vez más decisivos a la hora de elegir una empresa, tanto para adquirir y confiar en sus productos como para decidir si queremos trabajar en ella o no.
Así lo señala el estudio “Desarrollo Sostenible de la Pyme en España”, elaborado por el Consejo General de Economistas y el Consejo General de Colegios Oficiales de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales de España.
En él se analizan tanto las acciones de RSC de las empresas dirigidas al exterior como las orientadas a mejorar la calidad de vida de sus trabajadores, ofreciéndoles la posibilidad de desarrollar una carrera profesional y conciliar su vida laboral y familiar.
Entre sus conclusiones destaca que las empresas han ofrecido en mayor medida políticas de flexibilidad laboral (3,73 puntos sobre 5) y oportunidades para el desarrollo de una carrera profesional (3,63), frente a la evaluación del clima laboral, que ha sido la práctica de RSC menos utilizada (3,34).
Pero, ¿han implantado las pymes también estas medidas?
Las microempresas, las más activas en RSC
Pues, según dicho estudio, no solo lo han hecho, sino que precisamente son las microempresas las que ofrecen mayores oportunidades de desarrollo de una carrera laboral (3,79) y en mayor medida evalúan el clima laboral (3,55), frente a las medianas empresas que son las que menos (3,35 y 3,10, respectivamente).
Si nos fijamos en las políticas de RSC dirigidas a clientes, proveedores, etc., también vemos que las pymes son cada vez más socialmente responsables y que la razón para ello es principalmente satisfacer a los clientes.
Para cumplir las expectativas de los consumidores, no solo han de respetarse sus derechos -explican en el estudio “Desarrollo Sostenible de la Pyme en España”-, sino que además es necesario actuar con total transparencia en la relación entre empresa y cliente.
Y de nuevo descubrimos que las microempresas son las más activas en este aspecto. Las cifras hablan por sí solas: son las que más respetan los derechos de los consumidores (3,97 sobre 5) y las que más aseguran la calidad de sus productos y servicios y proporcionan una mejor información (4,21 y 4,23 respectivamente).
En relación a la satisfacción de los clientes, aunque se considera que es altamente importante por todo tipo de empresas, son de nuevo las microempresas las que mayor resultado ofrecen (4,44 sobre 5).
Acciones de RSC dirigidas a la sociedad
Eso sí, el tamaño sí que importa y para mal en el caso de las acciones de RSC dirigidas a la sociedad. En este caso, el informe analiza las acciones con las que las empresas contribuyen a aumentar el bienestar de la sociedad en su conjunto, contribuyendo al desarrollo de las actividades desarrolladas por las ONG de su entorno y animando a sus trabajadores a contribuir a la sociedad que les rodea.
Y aquí vemos que son las grandes empresas las que lideran este tipo de actividades junto a las ONG (3,28), frente a las microempresas, que son las que menos (2,47).
Son también las grandes empresas las que en mayor medida apoyan a sus trabajadores a colaborar como voluntarios en beneficio de la comunidad (3,16), frente a las pequeñas que lo hacen en menor medida (2,05).
No obstante, esto está cambiando poco a poco.
Atraer clientes
Y es que, una vez más, vemos que la RSC no es una moda, sino una tendencia que cada día abrazan más las empresas españolas.
Sus beneficios son, como señalábamos, la mejora de la imagen de marca y una mejor acogida en el mercado (y con ello, más clientes y más fieles), así como un mayor atractivo para captar talento.
Por ello, como señala en esta ocasión la Guía Hays 2021, el 71 % de las empresas españolas prevé poner en marcha iniciativas de Responsabilidad Social Corporativa este año, un 28 % más que el pasado.
Aunque de nuevo vemos cómo, hasta ahora, las empresas que más se han volcado en las iniciativas RSC son las de mayor tamaño, representando el 57% en 2020, frente a las startups, de las que solo un 26% establecieron políticas de RSC o a las pymes, que se situaron en un término medio, con un 34%.
Así, el aumento previsto para este año vendrá dado justamente por la apuesta de estos dos últimos tipos de empresas que, según las previsiones de la Guía Hays 2021, alcanzará el 64 % en el caso de las pymes y el 63 % en el de las startups.
Esta apuesta responde a una sociedad cada vez más involucrada en causas sociales y medioambientales, sobre todo gracias a las nuevas generaciones.
Captar y retener talento mediante la RSC
También son los propios trabajadores los que buscan, de acuerdo con Hays, que las empresas en las que trabajan estén sensibilizadas con la protección del medio ambiente, incluyan políticas inclusivas y de diversidad laboral y sean transparentes, entre otros aspectos.
Esto convierte a las políticas de RSC en una valiosa vía para atraer y retener talento. En este sentido, el 81 % de los empresarios de nuestro país cree que las políticas de RSC son un factor importante para captar talento, y el 30 % de ellos afirma, incluso, que son “imprescindibles”.
Una inversión intangible, como vemos, pero con un valor incalculable y al que pequeñas y medianas empresas y autónomos deben también sumarse, sobre todo si consideramos que, en el mundo actual, una empresa o negocio al margen de lo que preocupa y valora la sociedad no tiene sentido.
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