¿De regreso al trabajo presencial? Mientras cada vez más empresas solicitan el retorno de sus empleados a la oficina, surge la pregunta: ¿Qué pasó con el teletrabajo y el trabajo híbrido? ¿En dónde estamos y a dónde nos dirigimos en el modelo laboral?
Desde el punto de vista productivo, la pandemia fue un punto de giro, obligando a millones de organizaciones a reinventarse para seguir siendo productivas a distancia. Su impacto fue tal que organizaciones como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) definieron al Coronavirus como un experimento de teletrabajo a escala mundial.
Sin embargo, a pesar de los beneficios obtenidos y con el retroceso de la enfermedad, líderes industriales como Elon Musk y Eric Schmidt han emprendido una cruzada en pos del regreso a la oficina de sus empleados y no están solos.
IBM, por ejemplo, dio un ultimátum a sus empleados para que regresen a las oficinas y estableció que estarán obligados a vivir a menos de 80 kilómetros de su trabajo. Algo parecido sucede con otros gigantes como Amazon, Meta, Google y Apple, entre otras.
Sin embargo, esto choca con otra tendencia y son las preferencias laborales de las nuevas generaciones. Estudios de Deloitte encontraron que la Generación Z prefiere el trabajo en casa y 77% de ellos manifestaron que preferirían renunciar si les exigen un trabajo presencial a tiempo completo.
Dificultades y nómadas
Aunque aún nos encontramos en pleno cambio del modelo laboral, una cosa parece clara: la promesa del teletrabajo remoto a tiempo completo, vislumbrado por la pandemia, es una fantasía. Además, no funciona bien en todos los casos.
Un estudio del Foro Económico Mundial encontró que, aunque casi dos tercios de los empleados afirmaron que su experiencia de trabajo a distancia fue «muy positiva», también 21% de ellos manifestó mayores dificultades para concentrarse; 25% no podía despegarse del trabajo fácilmente y 24% se sintió solo.
Otro fenómeno resaltado por la pandemia fue el auge de los llamados “nómadas digitales” profesionales, especialmente de profesiones creativas y de programación, que usan la tecnología para conectarse con sus empleadores y, usualmente, viven lejos de sus oficinas. Pero estos nómadas son apenas una minoría.
¿Cuál es el camino?
Tal vez lo más importante tras la pandemia, más allá de las cifras de empresas y empleados, está en el marco legal. La pandemia obligó a los gobiernos a establecer reglas de juego que protegieran los empleos y evitaran los abusos.
Pero entonces, ¿cuál es el camino? La respuesta sencilla es que no existe una respuesta única para cada caso. Para algunos, la solución es una mezcla de deseos de los empleados y necesidades de las empresas que, en algunos casos, es el trabajo híbrido, pero el modelo híbrido no es igual para todos.
Para establecer un modelo de trabajo híbrido, es necesario plantearlo de forma estratégica con los departamentos de recursos humanos para garantizar que se genere conexión, colaboración y compromiso de los empleados, estableciendo los KPI adecuados para tomarle el pulso a la rotación laboral de cada empresa.
Y para complicar aún más las cosas, las preferencias laborales cambian con cada generación. Lo que agrada a los Millennials no necesariamente gusta a la generación Z, y mucho menos a los Boomers. O peor aún, ¿ya ha pensado en lo que su empresa puede ofrecer a los miembros de la generación Alfa?
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