Si tienes un negocio o vives de tu proyecto, la presencia en redes sociales es mucho más que un mero ejercicio de visibilidad. No se trata tan sólo de crear comunidad sino de conseguir que tus clientes sepan de ti. El problema se presenta cuando entre tus seguidores no figura una audiencia cualificada, o por decirlo de otra manera, no hay ni rastro de perfiles que pudieran ser en su día tus clientes. Si te sientes identificado con esta situación, toma nota, te damos explicaciones de por qué ocurre esto.
La regla de oro: ¿hablas para tus clientes o para ti mismo?
Es muy obvio, pero por eso mismo quizá se pase por alto tantas veces. Construir un puente hacia tus clientes deber ser tu objetivo principal, darle a conocer tus servicios, tu misión principal y la primera piedra es comenzar a conversar con ellos. ¡Conversar! Es decir, hablar, comunicarse, no caer en la trampa del autobombo, informando sólo de ofertas y productos o avasallando en la relación. Todo eso ya lo pueden ver en la web, se trata de ir un paso más allá.
Algunos consejos para armar esta conversación:
- Define tu propuesta de valor y genera contenido en torno a ella. Contenido útil que solucione dudas, ayude en el día a día del usuario y que despierte el interés, primero en conocerte y seguirte, y, después en valorar los servicios que ofreces. Un ejemplo: Tienes una pequeña gestoría orientada a servicios de comunidades de propietarios, seguramente una guía sobre cómo afecta el GDPR a las comunidades de vecinos sea un recurso muy valioso. ¿Qué tal si además comienzas a difundirlo por las redes sociales en las que estás presente?
- Ten presencia en las mismas redes en las que está tu público. Ve con ellos a los mismos sitios, no inicies una conversación en un paraje desierto porque además de infructuoso es desmotivador. Por eso hazte esta pregunta: ¿Estás en las redes sociales en las que está tu audiencia?
- No repitas el mismo discurso para todas las redes sociales. No seas un robot, ni repitas el mismo contenido como si fueras un autómata. Nadie habla así, ni en el ámbito online ni en el offline. Debes personalizar y elegir dónde conversar según qué contenido. Siguiendo con el mismo ejemplo, si voy a publicar cómo afecta el reglamento de las piscinas comunitarias a los propietarios, redes sociales como Twitter o Facebook son, en principio, más idóneas para compartir que en Instagram o Pinterest, ¿no?
- Identifica a tus influenciadores. Sigue a perfiles que pueden hacerte de altavoz, que pueden presentarte a más gente, a más seguidores, a más potenciales clientes. El contenido compartido, los retuits, las recomendaciones y las menciones son las pistas que te llevarán hacia ellos.
Esto es muy parecido a una conversación en el mundo offline, a veces el sentido común también es práctico para el online.
Tu estrategia, el primer paso para llegar a tus clientes
Una vez que tienes claro que tus contenidos y perfiles en cuentas sociales conectan con tu audiencia, el siguiente paso es definir tu estrategia. En ocasiones, las empresas se afanan en publicar contenido sin parar, como si la cantidad marcara el éxito de esa presencia online, cuando, precisamente, una de las acciones que impulsa a la gente a dejar de seguir a las marcas o determinadas cuentas en redes sociales es la cantidad de mensajes que publican con alto contenido promocional.
Si aún no cuentas con una estrategia en redes sociales, estos pasos podrán ayudarte:
- Marca tus objetivos. Y defino objetivos: cualquier acción que queramos que haga nuestro potencial cliente. Ejemplos: inscribirse a un evento, asistir a una convención, descargarse una aplicación, apuntarse a un curso online, etc. Tienen que ser unos objetivos concretos y muy ligados a objetivos de negocio. De poco sirven las comunidades muy amplias, con muchos seguidores si no hay conversión detrás. Algo así como el dicho “mucho ruido y pocas nueces”. Fijar un tuit en tu página de perfil o un post en Facebook, puede ayudar a aclarar intenciones.
- Concreta tu estilo. Es el que te va a otorgar tu reputación online y generar la confianza en tus seguidores para convertirse en futuros clientes. Cuida tu imagen corporativa, los mensajes que lanzas a tu audiencia y la coherencia con lo que estás vendiendo. No hay nada más demoledor que comprobar que lo que difundes en redes sociales no tiene nada que ver con lo que transmite tu marca. No sólo genera desconfianza, también una base de seguidores poco real, con poco engagement hacia tu proyecto o marca.
- Planifica tu calendario editorial. Marca las fechas y acontecimientos clave para tu negocio y hazlo coincidir con tu ciclo de contenidos. Programa diferentes tipos de contenido para cada momento y diseña tu plantilla editorial. Siempre podrás recurrir a ella y marcar contenidos “reciclables”, contenidos inéditos, contenidos promocionales, contenidos de tendencia, etc.
- Analiza y comprueba la eficacia de tu estrategia. ¿Está interesando lo que compartes en redes sociales? ¿Te han preguntado por alguno de los servicios que ofreces en ellas? ¿Aumentan tus seguidores? ¿Quiénes han dejado de seguirte? ¿Por qué? Son el tipo de preguntas que debes hacerte y de acuerdo con las respuestas que obtengas mantener o corregir la estrategia.
No te preguntes más por qué tus clientes no están en tus redes sociales y pasa a la acción. Contar con una estrategia en tus canales online te asegurará la conexión con tu audiencia y reforzará la intención de compra que pueda tener con respecto a servicios o productos que ofrezcas. A partir de aquí, depende en gran medida de ti conseguir transformar tus seguidores en potenciales clientes.