Sin contacto. Esa ha sido la clave de nuestras vidas prácticamente en los dos últimos años. Un contactless que hemos vivido, a causa de la pandemia, en nuestras relaciones laborales, sociales y, cómo no, a la hora de comprar y pagar.
Una realidad que también ha tenido su lado positivo, aunque haya sido obligado. Esa distancia ha acelerado nuevas formas de trabajar, en remoto; ha incrementado el comercio electrónico y ha impulsado los pagos móviles o sin contacto.
Grandes y pequeñas, la práctica totalidad de las empresas han introducido estas nuevas formas de pago en su día a día, algo especialmente llamativo en el caso de las pymes.
Así y de acuerdo con el último Barómetro de medios de pago para pequeñas y medianas empresas de Mastercard, un análisis realizado con empresas que facturan entre 1 y 100 millones de euros, a día de hoy el 83% de estos negocios ya admiten el pago contactless con tarjeta o a través del móvil.
Los pagos sin contacto suben 21 puntos porcentuales
Dicha cifra refleja un crecimiento de 21 puntos porcentuales en los últimos cuatro años, ya que los datos de este mismo estudio en 2017 indicaban que, en ese periodo, la tasa de aceptación de los pagos contactless era del 62%.
Ese incremento también se ha visto reflejado en el importe medio de las transacciones con tarjeta con respecto al de las compras en efectivo. El primero es de 290 euros, lo que supone un 50% más con respecto al de las compras en efectivo, que es de 194 euros.
“La crisis ha acelerado la aceptación de los pagos digitales y ha impulsado la adopción de la tecnología contactless, lo que dota a los comercios y pymes, en general, de mayor velocidad comercial, un mejor control de las cuentas, así como mayor posibilidad de crecimiento”, explica Paloma Real, directora general de Mastercard España.
Estos beneficios explicarían que la gran mayoría de los negocios (el 94%) lo utilice en su día a día.
Más comercio electrónico, más TPV virtuales
Además del auge de los pagos sin contacto, el Barómetro de Mastercard refleja también cómo muchos negocios se inclinan, cada vez más, por el comercio electrónico para ofrecer sus productos y servicios online.
Así, el 26% de las empresas que aceptan tarjetas cuentan con un TPV virtual (terminal que se utiliza para procesar los pagos online), lo que supone un aumento de 14 puntos porcentuales en los últimos dos años.
Si bien la penetración de los TPV virtuales aumenta en todos los sectores de actividad, el de la educación y sanidad lidera la adopción de este sistema, ya que seis de cada diez empresas de estos sectores (un 60%) cuentan con uno, un crecimiento de 35 puntos respecto a 2019.
Igualmente, las empresas que comercializan productos de consumo han incrementado la presencia de estos TPV. Ahora, más de un tercio (un 37%) cuenta con uno, lo que supone un crecimiento de 23 puntos porcentuales respecto a hace dos años.
Los pagos con tarjeta siguen desplazando al efectivo
Estos datos concuerdan con los ofrecidos por Visa. Así, en un estudio de Advance para Visa, realizado a más de 300 pequeños comercios españoles de distintos sectores, se señala que un 68,1% de los ingresos por ventas de estos establecimientos físicos provinieron de pagos hechos con tarjeta, desplazando al efectivo, que representó un 26% de las ventas.
Por eso, señalan, “casi tres cuartas partes (74%) de los comercios encuestados ya muestran su preferencia por realizar estas ventas con tarjeta; un dato que se eleva hasta el 92% en el caso de los que cuentan con ecommerce”.
Y de nuevo vemos que la tendencia hacia el pago contactless es una evidencia. Así, desde Visa aseguran que este se va imponiendo y gana adeptos tanto entre los vendedores como entre los consumidores.
“Su comodidad, seguridad, rapidez y facilidad de uso ha hecho que se extienda también en los pagos en estos establecimientos. Más de la mitad de estos pequeños negocios que mostraron su preferencia por los pagos con tarjeta, se decantan por los pagos sin contacto”, afirman.
Criptomonedas, Bizum, el móvil como TPV… ¿Cómo será el futuro?
La necesidad de adaptarse a las nuevas costumbres de un consumidor cada vez más digital y, al mismo tiempo, de seguir siendo competitivas hace que ya sean muchas las pymes que están adoptando y valorando las más innovadoras formas de pago por sus productos y servicios.
Bizum, sin ir más lejos, se ha convertido en una realidad entre los negocios de todo tamaño y sector. La plataforma digital promovida por la banca española para los pagos instantáneos a través del móvil, ha finalizado 2021 con 19 millones de usuarios y un volumen acumulado de transacciones entre particulares de más de 40.000 millones de euros.
Y si seguimos pensando en los pagos móviles, otra iniciativa que acaba de aterrizar de la mano de la propia Visa y el neobanco Divilo, y especialmente pensada para pymes y autónomos, es Diveep, una solución que permite cobrar con el teléfono móvil sin ningún otro dispositivo adicional. Se presenta como una alternativa a los datáfonos tradicionales, que ya cuenta con la confianza de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA).
Adaptar los negocios a las nuevas tecnologías
Se trata, como vemos, de un escenario en plena transformación en el que también comienzan a tener presencia las criptomonedas, método de pago que ya planea aceptar una de cada cuatro pequeñas y medianas empresas, según una encuesta de Visa.
Y es que, una vez más, la pyme sabe que adaptar su negocio a las nuevas tendencias y tecnologías es crucial para seguir adelante, también en lo que a los pagos se refiere.
Tal vez por ello, un reciente estudio de Salesforce asegura que el 68% de las pymes españolas están convencidas de que su negocio no podría haber sobrevivido a la pandemia con tecnología de hace una década.
De nuevo, abrazar la innovación tecnológica no es una opción y las pymes lo saben.
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