Aunque no todas las ciudades inteligentes son iguales, la mayoría comparte algunas dolencias, como el transporte. ¿Qué se está haciendo y qué tecnologías intervienen para lograr una movilidad inteligente en el planeta?
En 2023, Bogotá, la capital de Colombia, se llevó un dudoso honor: ser la sexta ciudad con peor tráfico del mundo. Una urbe donde, cada año, sus ciudadanos pierden más de 122 horas en medio de los trancones vehiculares.
Situaciones como esta han convertido la movilidad en uno de los pilares de la construcción de las nuevas ciudades, llegando incluso a hablarse de «Movilidad Inteligente» para referirse al conjunto de tendencias y tecnologías para lograr el desarrollo sostenible de las ciudades.
De esta forma, al hablar de movilidad inteligente, no solo hablamos de vías y vehículos, sino también de infraestructura como las zonas de aparcamiento, señalización, aplicaciones móviles emparejadas con los sistemas de transporte urbano, compartición de vehículos, polución, etc.
Metas y componentes de la movilidad inteligente
Analistas como PwC van un paso más allá de la infraestructura de las ciudades y afirman que la verdadera inteligencia de estas soluciones de movilidad se da al combinar toda la tecnología con los datos. Todo esto con la mira en tres grandes objetivos como son:
● Reducir el impacto medioambiental.
● Garantizar la máxima productividad para el usuario.
● Ofrecer una mejor calidad de vida a los ciudadanos.
Estos objetivos se hacen aún más importantes cuando se considera que, para 2050, 7 de cada 10 personas en el mundo vivirán en grandes ciudades. Para resolver estos retos, algunas de las tecnologías clave son:
Vehículos eléctricos: claves para la sostenibilidad en las grandes ciudades. Según la Agencia Internacional de Energía, para 2022 el 14% de todos los coches nuevos vendidos eran eléctricos, frente al 9% de 2021 y al 5% de 2020.
Internet de las Cosas: el IoT es increíblemente diverso; en este caso, se refiere a la inmensa cantidad de equipos que van desde automóviles hasta semáforos, estaciones de transporte, máquinas de pago de buses, emisión de tiquetes, talanqueras, etc.
Redes móviles: las principales responsables de la conectividad entre los dispositivos. Las redes móviles crecen cada día en capacidad y velocidad. Las redes 5G son apenas un ejemplo de lo que nos espera.
Analítica e Inteligencia Artificial: gracias a los datos generados por el IoT, es posible desarrollar algoritmos para recopilar información en tiempo real y optimizar el tráfico (y los semáforos) en diferentes horas y partes de la ciudad.
Aplicaciones de movilidad: si bien las anteriores tecnologías eran aplicables a la ciudad en general, los ciudadanos y las empresas también pueden participar y gozar de esta movilidad de manera personalizada gracias a las aplicaciones móviles que, conectadas con la nube, les darán las mejores opciones para transportarse.
Otros ejemplos también destacables son la computación visual, que permitirá identificar objetos de manera automática, las tecnologías de geoposicionamiento (GPS) y, por supuesto, las soluciones de ciberseguridad que permitan proteger a todos los ciudadanos.
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