“Durante las primeras diez semanas de la crisis sanitaria Linkedin ha crecido en 15 millones de usuarios, hasta alcanzar los 645 millones”. La red social de networking está que arde, pero no todos los usuarios saben cómo utilizarla.
Lo explica Rosaura Alastruey, una de las profesionales que mejor conoce esta plataforma en España que, como ella recuerda, lleva 17 años ayudando a los profesionales.
Linkedin no solo sirve para buscar trabajo, de hecho la plataforma fue lanzada en 2003 para crear relaciones entre altos ejecutivos, y hubo que esperar hasta 2007 a que llegara el módulo de empleo.
Las cuatro ventajas de Linkedin
Pese a su larga andadura, Alastruey recuerda que es importante insistir en las ventajas que una presencia activa en la red social puede aportar. Las resume en:
- Actualizarse constantemente en las tendencias del mercado, y con una perspectiva global.
- Tejer una red de contactos profesional.
- Buscar trabajo, teniendo claro que no es un portal de empleo.
- Crear marca personal.
Con independencia del objetivo, el hecho es que el intercambio de mensajes dentro de la plataforma ha crecido el 55% durante las primeras semanas de la crisis sanitaria, según datos de la compañía.
En un contexto de inestabilidad laboral, muchos de esos contactos responderán a una búsqueda de empleo, pero Linkedin es cada vez más un canal de venta. Afirmación que Alastruey matiza:
“Siempre defiendo que Linkedin no es para vender, sino para crear relaciones que pueden llegar a la venta. Dicho esto, es verdad que ahora que se ha limitado tanto la visita comercial a empresas, gana relevancia como herramienta para explicar tu producto”.
Aprender a comunicarse en Linkedin
Se mire por donde se mire, la red social profesional gana consistencia, pero solo quienes mejor la utilicen, quienes mejor se comuniquen, podrán acceder a sus beneficios.
Lo que se debe tener claro es que la presencia en Linkedin sin objetivos conduce a poco. Lo primero que hay que hacer es identificar la razón por la que hemos abierto nuestro perfil y, en consecuencia, trazar una estrategia acorde con ese fin principal.
Nuestra experta aporta algunos de sus consejos para lograr una comunicación efectiva. Muchos de ellos los compartirá este junio en el Maratón de Linkedin que ha convocado. Se trata de una iniciativa de formación gratuita a la que se apuntaron 1.000 usuarios en las 32 primeras horas, lo que demuestra el renovado interés por esta red social.
Pasos para lograr una comunicación efectiva
Diseñar un buen perfil: “Probablemente mucha gente tiene perfil ya, pero no lo tiene ni completo ni optimizado para salir en las búsquedas que le interesan. Eso y nada es lo mismo”.
Tener una presencia activa: “Hay que publicar, enviar informaciones a los contactos y participar en la conversación. Es así como Linkedin ofrece su mayor rendimiento como potenciador de networking, permitiendo llegar a contactos que antes resultaban inaccesibles”.
La rutina del 5×5: Para asegurar esa presencia activa, Alastruey ha bautizado su propuesta como la rutina del 5×5. “Algo tan sencillo como buscar cada día cinco acciones de un minuto, para conseguir que tu nombre esté en la cabeza de tus contactos”.
La teoría dice que para que tu nombre esté presente en la agenda mental de otro profesional, hay que mantener un mínimo de siete contactos al año, uno cada 1,7 meses.
Estas acciones deben dirigirse tanto a cuidar la red existente, como a ampliarla. Y para ello tenemos tres herramientas principales: los contactos, las invitaciones y las publicaciones.
Como trabajar los contactos en Linkedin
«Cuantos más, mejor». Esta consigna dominó los años iniciales de la red social y hoy se ve muy matizada. Como recomendación genérica, Alastruey aconseja sumar contactos solo en el número “que permitan ser cuidados”.
Pero también es cierto que cuantos más contactos se tengan, más visibilidad concede el algoritmo. Por ello, para algunos usuarios la meta puede ser alcanzar esa comunidad de 30.000 perfiles que como máximo se permite.
“Si tu objetivo es simplemente de visibilidad, llegar con tus publicaciones al mayor número de personas posibles puede ser una buena estrategia sumar. Sin embargo, si lo que te interesa es buscar trabajo o vender, la relación debe ser más personalizada”.
Por otro lado, tampoco tiene sentido buscar un contacto en el momento en que se necesita algo de él, como puede ser venderle tu producto. Siempre será más efectivo hacer esa solicitud cuando existe una relación previa, sustanciada en un interés menos pecuniario.
De hecho, la recomendación es buscar pretextos para desvirtualizar la relación con aquellos contactos considerados prioritarios. Nada como un contacto físico para fortalecer los lazos.
Cómo usar las invitaciones
Además de en número, la red debe crecer en coherencia con el perfil marcado en la estrategia como público objetivo. Si se utiliza como plataforma de empleo, debes buscar esos perfiles que pueden invitarte a firmar un contrato, por ejemplo, contactos en Recursos Humanos y en los departamentos en los que en teoría podrías desempeñar tu labor.
Cómo redactar una invitación en Linkedin
No hay una única recomendación. Algunos usuarios tienen por costumbre no aceptar ninguna invitación que no llegue con un texto que explique el porqué del contacto, pero esos otros que tienen como objetivo expandir su comunidad, no tendrán ningún miramiento en aceptarla.
Sin embargo, aquellas invitaciones redactadas, que resaltan un nexo común (por ejemplo, haber estudiado en la misma universidad o haber coincidido en una empresa) o un hecho circunstancial (haber leído una interesante publicación sobre él) son más efectivas.
“Eso es comunicación, no conectar por conectar”, insiste Alastruye, que recomienda no enviar nunca una invitación sin haber leído antes el perfil de la persona a la que nos dirigimos.
Cómo utilizar las publicaciones de Linkedin
Es la herramienta básica de interacción y actividad. Pero no hay que obsesionarse: publicar en exceso puede resultar invasivo. Una o dos inserciones por semana es lo adecuado para la mayoría.
Es importante diferenciar entre:
- Actualizaciones. Por lo general, de menor extensión, se puede escribir un texto, insertar un enlace o subir una imagen, varias o un vídeo.
- Artículos. Esta herramienta conocida popularmente como el blog, se llama Linkedin Pulse, y está vinculada al perfil personal. En la medida en que este tipo de publicaciones vayan ganando visualizaciones, pueden mejorar mucho el posicionamiento SEO del perfil dentro de la red.
- Presentaciones de Slideshare. En 2012 Linkedin adquirió la popular plataforma de presentaciones y la integró en su entorno. Hay un acceso directo desde la sección de «Productos» de la barra superior de comandos.
- Vídeos nativos. Es una de las novedades, y son los vídeos que no van enlazados desde otra plataforma. En esta primera fase, parece que solo están disponibles desde la app de la red social y con una duración máxima de 10 minutos. Por otro lado, recientemente se ha introducido Linkedin Live, su respuesta para el vídeo en streaming.
Tipos de interacciones en Linkedin
Acabamos este recorrido sobre cómo comunicarse en Linkedin por la más básica de las acciones, la interacción. Existen tres posibilidades:
- Recomendar. Siguiendo el paso dado ya hace años por Facebook, recientemente se ha ampliado el tipo de reacciones a las actualizaciones publicadas por otros usuarios. Además de la básica de ‘recomendar’, el nuevo desplegable ofrece otras cuatro: las palmas para ‘celebrar’, el corazón de ‘me encanta’, la bombilla de ‘interesante’, y la cara pensativa de ‘curiosidad’.
- Comentar. Es la acción esencial de cualquier red social, y conviene ser generoso en su uso, siempre que haya algo que aportar. También se puede realizar esta acción en cualquier comentario de otro usuario.
- Compartir. Es la interacción que permite viralizar un contenido. Al compartir, esa actualización de otro usuario pasa a formar parte de tu muro, por lo que conviene añadir un comentario personal explicando qué os lo que nos ha animado a compartirlo.