¿Quién no ha tecleado alguna vez una URL en la barra de direcciones de su navegador y ha recibido la siguiente respuesta: Error 404 Not Found? Se trata del código de error HTTP más frecuente y puede significar dos cosas: que hemos introducido mal el enlace o que la página ya no existe.
Los errores web más «peligrosos» comienzan por 4 o por 5. Mientras los primeros son achacables al cliente, es decir, al usuario; los que empiezan por 5 son errores del servidor.
Si en nuestra web o blog enlazamos a páginas que dan como respuesta los errores 404, 500 o 503, debemos actuar cuanto antes, porque todos ellos perjudican seriamente nuestro posicionamiento SEO. ¿Por qué? Porque se trata de enlaces que no generan ninguna respuesta y, en consecuencia, los buscadores como Google, Yahoo o Bing no pueden rastrearlos correctamente.
Páginas que no se indexan ni se posicionan
En términos aún más sencillos, el robot de Google (o de otro buscador) va «leyendo» las páginas web y saltando de un enlace a otro. Si alguno de esos enlaces lleva a una página de error, el robot se detiene y no sigue rastreando ni indexando las páginas y, por tanto, no las posiciona. Lo mejor que podemos hacer ante esos tres errores es eliminar esos enlaces de todas nuestras entradas, o también redireccionarlos a la URL adecuada.
¿Cómo localizar este tipo de errores web en nuestras páginas?
Lo más efectivo es utilizar Google Search Console. Esta herramienta permite detectar todos los errores y problemas que hay en las páginas y corregirlos. Además, ofrece informes en los que se mide el rendimiento y el tráfico de búsqueda de nuestro sitio web.
En la siguiente infografía detallamos los nueve errores más frecuentes que podemos encontrar, qué significan y cómo podemos solucionarlos, si es que está en nuestra mano…
Foto de Erik Mclean en Unsplash