En el ya famoso informe España 2050 llama la atención que una de sus propuestas se dirija a fomentar la financiación alternativa a la bancaria.
El informe, presentado recientemente por el presidente del Gobierno, nace con los objetivos de mejorar la comprensión de los desafíos y oportunidades que afrontará nuestro país en las próximas décadas, así como de generar una estrategia nacional de largo plazo que permita fijar prioridades, coordinar esfuerzos, y garantizar la prosperidad y el bienestar de la ciudadanía en el futuro.
Pues bien, entre las reformas e iniciativas que en él se proponen destaca la de “fomentar el desarrollo de fuentes de financiación empresarial alternativa a la bancaria, con especial foco en la inversión en capital riesgo en ámbitos estratégicos, que facilite el desarrollo de proyectos, tanto en sus fases iniciales como en las de crecimiento y expansión. El objetivo sería elevar el porcentaje de esta financiación hasta los niveles de la UE-8 en 2050”.
¿Qué es la financiación alternativa?
Este concepto hace referencia al conjunto de mercados e instrumentos financieros que están fuera del circuito bancario, y que suponen opciones alternativas para las empresas que buscan financiación.
Por un lado, existen opciones que invierten en el capital de las empresas, como es el caso del capital riesgo que desea fomentar el Gobierno español. O también el de los inversores privados o business angels que, además de dinero, aportan conocimientos técnicos y red de contactos a las empresas.
Por otro lado, existen alternativas de deuda, que lo que hacen es sustituir o complementar al préstamo bancario, como los préstamos participativos o las plataformas de crowdfunding de préstamo o crowdlending.
Proceso de desintermediación financiera
Las empresas españolas tradicionalmente han mostrado una fuerte dependencia de la financiación bancaria. Incluso existía para ellas, y creo que todavía existe, un cierto reparo a la hora de buscar otras opciones fuera de la banca.
No obstante, con la crisis de 2008 y las restricciones de financiación bancaria que trajo consigo, ha empezado un proceso de desintermediación financiera, en el que se observa una mayor diversificación de las fuentes de financiación ajena en la empresa española.
Entre los factores que pueden explicar dicho proceso, además de las ya mencionadas restricciones bancarias, se me ocurren los siguientes:
Transformación digital del sistema financiero
Los avances tecnológicos han posibilitado la aparición de nuevos actores en el sistema financiero, los cuales compiten con los bancos en aquellos segmentos de su negocio, entre ellos el de financiación empresarial, donde consideran que pueden satisfacer mejor las necesidades de la clientela y ser más eficientes.
Aparición de nuevas alternativas de financiación
Unido al punto anterior, en los últimos años hemos asistido a la aparición de nuevas alternativas financieras, entre las que destacan:
- El Mercado Alternativo Bursátil (hoy denominado BME Growth), que nació en 2009. Es un mercado de valores destinado a empresas de reducida capitalización que buscan expandirse, lo que se ha venido a conocer como “la bolsa de las pymes”.
- El Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF), que surgió en 2013. Se destina a la financiación de empresas medianas mediante la emisión de valores de renta fija (bonos, pagarés).
- Las primeras plataformas de crowdfunding de inversión y de préstamo (crowdlending) registradas en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que aparecieron en 2015 y 2016, respectivamente.
Costes de emisión de deuda más atractivos
El entorno de bajos tipos de interés en el que desde hace tiempo se encuentra instalada nuestra economía, ha impulsado a las empresas a emitir deuda para financiarse.
Fuerte crecimiento de la inversión del capital riesgo
En España se ha ido producido en los últimos tiempos un incremento importante en este tipo de inversión con récords consecutivos en sus cifras año tras año, tanto en el volumen de las operaciones como en su número. Esta progresión solamente se ha detenido en parte con la pandemia.
¿Cuál es el futuro de la financiación alternativa?
Aparte de la apuesta del Gobierno español por fomentar este tipo de financiación, mi previsión es que seguirá creciendo en los próximos años.
A ello deben contribuir diversos factores, como el mayor conocimiento de las alternativas existentes en el mercado, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas, la previsible mejora en la regulación a través de iniciativas como el sandbox financiero, o la estrategia empresarial de diversificación de las fuentes financieras como mecanismo de protección frente a la evolución de los ciclos bancarios.