Más allá del proverbio chino sobre la caña, los peces y enseñar a pescar, el título de este post resume de manera simbólica el giro que ha experimentado la formación en los últimos años, especialmente la enfocada a emprendedores.
Y de esto va este artículo, de cómo la formación para emprendedores, y en general para todos, se centra más en enseñar el proceso y procedimiento para conseguir «X» (cómo hacer campañas de social ads, cómo implementar técnicas de venta en tu negocio, cómo formar al departamento de selección en nuevas tecnologías, etc.) que en impartir el curso en sí mismo.
La pregunta es: ¿Qué te interesa más como emprendedor, que te hagan una campaña en Facebook Ads o que sepas cómo funciona la plataforma para configurar tantas campañas como tú quieras y las adaptes a tu negocio?
Esa es la idea que subyace, aprender a hacer, aprender a pescar…
Internet cambia la forma de aprender
España es uno de los países cuyos autónomos tienen un menor nivel de estudios de Europa. En concreto, se sitúa en el tercer puesto por abajo, aunque las cifras van mejorando poco a poco.
Mantenerse actualizado en tu respectiva área de actividad no es una opción, es algo imperativo para seguir evolucionando personalmente y en tu negocio.
Desde esta óptica, la formación se convierte en un factor crítico. No solo determina tu supervivencia, también tu competitividad y el grado de innovación en los servicios que ofreces.
Lo que ocurre es que esta “manera de aprender” ha cambiado sustancialmente. ¿La diferencia? Internet y las nuevas tecnologías han propiciado una nueva forma de adquirir conocimientos.
No se centra tanto en el resultado como en el proceso, en el procedimiento para llegar a ese resultado. Y eso ha revolucionado todo el concepto que se tiene de “formación” y la manera de adquirirla.
Se busca conocimiento en nuevas competencias, nuevas habilidades, aquellas que, por novedosas o por disruptivas, o por complejas, son pocos los cursos o la formación que existe.
Por tanto, se busca a los profesionales que atesoren este conocimiento. Acreditados en diferentes campos, que cuenten con experiencia y reputación y que quieran compartir ese conocimiento a los demás.
Se trata de enseñar las competencias, herramientas y habilidades para que te formes en lo que te formes, sepas cuál es el camino que tienes que recorrer para conseguir tus objetivos y lo hagas tantas veces como quieras.
Innovación y transformación digital
Es un concepto que triunfa, porque en el mundo digitalizado que vivimos las actualizaciones pueden superarte, incluso desbordarte.
Estar al día en todas estas cuestiones es muy poco práctico, porque los emprendedores y autónomos, además, tienen que trabajar y sacar su negocio adelante.
Tu curva de aprendizaje puede ser muy alta, pero tu tasa de conversión muy baja. Todo el tiempo que empleas en conocer un campo, una herramienta, una interfaz se verá rápidamente superada (es decir, evolucionará más rápido que tu aprendizaje) y tus carencias seguirán siendo las mismas.
Confiar en profesionales que atesoran este conocimiento puede otorgar los siguientes beneficios:
- Escalar rápidamente tu negocio al punto en el que quieres estar.
- Conocer la metodología para llegar a ese objetivo.
- Replicarlo en tu modelo de negocio y adaptarlo a tus necesidades.
- Dotar a tu negocio de la innovación necesaria para crecer.
La transformación digital se hace cuesta arriba para sectores donde la innovación y el cambio se han mantenido al margen de la formación.
Este aprendizaje de “enseñar a hacer” puede situarlos de nuevo en puestos de salida o, al menos, en mejor situación para adaptar sus negocios a esta transformación.
Entrenamientos, talleres, bootcamps, MOOC…
En las últimas décadas hemos visto cómo casi todo cambia a nuestro alrededor, fundamentalmente por el impacto tecnológico y las adaptaciones que esto conlleva.
Se demandan perfiles que hace 15 años no existían y se pide a las organizaciones que adapten procesos y estructuras novedosas para los que no hay modelos. El modelo se construye haciendo.
Por eso surgen nuevas alternativas de formación muy en la línea de “enseñar a hacer” y que contemplan una serie de características:
- Formación eminentemente práctica.
- Totalmente actualizada y en sintonía con lo que pide el mercado.
- Enfocada en una especialización.
- Intensiva (de semanas o pocos meses).
- Muy personalizada.
Surgen así los siguientes formatos o modelos formativos:
- Bootcamps: entrenamientos y programas de capacitación para transmitir una serie de habilidades y llevarlas a la práctica de manera rápida.
- Entrenamientos digitales, donde se explica, enseña y demuestra cómo hacer y trasladar un proceso, un procedimiento, una metodología a un entorno concreto, talleres, etc.
- Nuevas formas de aprendizaje como webinars, MOOC (Massive Open Online Course o, lo que es lo mismo, cursos online masivos y gratuitos), etc.
Y todos ellos en la línea del viejo proverbio chino, del que hablábamos al comienzo de este artículo:
Da un pez a un hombre y comerá hoy. Enséñale a pescar y comerá el resto de su vida.
Imagen de Kalhh en Pixabay