La Organización de Naciones Unidas (ONU) define el desarrollo sostenible “como la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. Con él se pretende lograr, de manera equilibrada, el desarrollo económico, el desarrollo social y la protección del medio ambiente, sus tres pilares básicos.
Por ejemplo, se pueden utilizar energías limpias (eólica, solar, etcétera) para lograr combinar el desarrollo económico, la mejora en el nivel de vida de las personas y el equilibrio medioambiental.
Mejorar la vida
En este sentido, la ONU ha propuesto la Agenda 2030, en la que incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que proporcionan orientaciones y metas claras para su adopción por todos los países, con el fin de mejorar la vida, de manera sostenible, para las generaciones futuras.
Este mensaje de la ONU poco a poco parece estar calando en los responsables de las grandes compañías a nivel mundial. Así lo demuestran las recientes juntas de accionistas celebradas por las dos principales entidades financieras españolas, Banco Santander y BBVA, en las que los planes futuros sobre desarrollo sostenible estuvieron muy presentes.
En concreto, el Banco Santander adquirió ante sus accionistas el doble compromiso de eliminar todos los plásticos de un solo uso en sus edificios corporativos para 2021, y de consumir energía cien por cien procedente de fuentes limpias para 2025.
Por su parte, el BBVA se comprometió a movilizar un mínimo de 100.000 millones de euros para financiar actividades sostenibles y contra el cambio climático hasta 2025, y a reducir progresivamente su demanda de energías no renovables hasta que signifiquen un treinta por ciento de su consumo en 2025, y un cero por ciento en 2030.
Estrategia de diferenciación
Las grandes empresas presienten que deben ser agentes del desarrollo sostenible y en consecuencia están actuando, ¿pero qué ocurre con las pequeñas y medianas empresas, que tienen menos recursos?, ¿pueden apostar por el desarrollo sostenible? Me atrevería a decir que no solo pueden, sino que deben hacerlo si lo que desean es sobrevivir a largo plazo.
Apostar por el desarrollo sostenible puede significar para las pymes, más allá de un beneficio económico, una interesante estrategia de diferenciación en un mercado que está demasiado obsesionado por ser el más barato.
Muchos clientes, sobre todo los pertenecientes a las generaciones más jóvenes, desean comprar bienes y servicios que sean sostenibles y se comercialicen pensando no solo en ganar dinero, sino también en la situación futura del planeta.
De este modo, una pyme puede fortalecer su competitividad si, por ejemplo, fabrica productos a través de procesos que sean respetuosos con el medio ambiente, lo certifica y lo da a conocer a sus clientes.
Objetivos de Desarrollo Sostenible
Luego si estás al frente de una pequeña o mediana empresa puede que te interese diseñar tus productos teniendo en cuenta los ODS de la ONU, que en concreto se refieren a los siguientes aspectos:
- Fin de la pobreza: acabar con la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.
- Hambre cero: poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible.
- Salud y bienestar: garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.
- Educación de calidad: garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.
- Igualdad de género: lograr la igualdad entre todos los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.
- Agua limpia y saneamiento: garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.
- Energía asequible y no contaminante: garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos.
- Trabajo decente y crecimiento económico: promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos.
- Industria, innovación e infraestructura: construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación.
- Reducción de las desigualdades: reducir la desigualdad en y entre los países.
- Ciudades y comunidades sostenibles: lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
- Producción y consumo responsables: garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.
- Acción por el clima: adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
- Vida submarina: conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.
- Vida de ecosistemas terrestres: gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad.
- Paz, justicia e instituciones sólidas (promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas).
- Alianzas para lograr los objetivos: revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible.