Vivimos en un entorno VUCA, y aunque no lo sepas, seguro que lo sufres. La evolución de tu empresa, como la de todas las demás, está marcada en buena medida por decisiones políticas y el devenir de hechos socioeconómicos que hoy son más imprevisibles que nunca.
Por ejemplo, factores inesperados como la guerra de Ucrania ponen de manifiesto que nos adentramos en un mundo gobernado por la incertidumbre, que además puede afectar a los mercados más estables y maduros y tener consecuencias en los planes de muchas empresas.
Se trata de un vértigo que el mundo entero sufrió con la última gran crisis, tan inesperada como virulenta. Y la pregunta es cómo podemos tomar decisiones en un entorno de sucesos imprevisibles.
Riesgo versus incertidumbre
Por ello, no queda más remedio que aprender. Para empezar, conviene distinguir entre incertidumbre y riesgo. La evaluación del riesgo nos lleva a analizar las distintas posibilidades a las que nos enfrentamos cuando tomamos una decisión.
En un ejemplo muy gráfico y simple, cuando vendemos un producto, los escenarios posibles son los de pago, impago y devolución. Sin embargo, con nuestra experiencia y un estudio del cliente y del mercado podemos definir el escenario más probable (el del pago). Y cuando otro gana presencia (si el porcentaje de impago es más alto de lo habitual), podemos tomar medidas para minimizar su riesgo, por ejemplo, protegiendo la operación con la contratación de un seguro.
Hemos analizado el entorno de riesgo y actuado en consecuencia, pero ¿qué podemos hacer frente a la incertidumbre?, ¿qué podemos analizar cuándo desconocemos las posibilidades a las que nos enfrentamos?
Volátil, incierto, complejo y ambiguo
Eso es lo que plantea el entorno VUCA, del acrónimo inglés volatility, uncertainty, complexity y ambiguity. Cuatro palabras que bien pudieran definir este mundo que nos toca vivir y que, por otra parte, siempre ha sido una incógnita:
- Volátil: advierte sobre el cambio continuo y su creciente velocidad. Las soluciones de hoy no son válidas mañana, algo que experimentamos con el implacable avance tecnológico, el nacimiento de nuevas profesiones o el ciclo de vida cada día más corto de los productos.
- Incierto: habla de la imprevisibilidad para definir los escenarios posibles a los que el proyecto y la empresa se van a enfrentar. Una situación en la que el factor político es muy gráfico, pero que también se refiere a la deriva de un mercado con ciclos más cortos e imprevisibles, o la compleja toma de decisión empresarial frente a los vaivenes en la demanda del mercado de consumo.
- Complejo: un entorno confuso con inesperadas interrelaciones y conexiones, donde los problemas ofrecen diversas aproximaciones, por lo que solo se pueden abordar desde el análisis multidisciplinar.
- Ambiguo: hoy más que nunca no hay blanco ni negro. Frente a escenarios potencialmente iguales, los resultados logrados son diferentes, lo que nos habla de la imprecisión de la realidad y la dificultad de estandarizar.
Crecer en una nueva realidad
Y es este entorno VUCA el que ha tirado por tierra axiomas defendidos durante décadas como que el valor de un inmueble nunca baja, o la universidad es garantía de trabajo estable. De hecho, el término proviene de la gestión militar norteamericana, cuando los servicios de inteligencia entendieron que el entorno bélico había cambiado, volviéndose tan imprevisible como las maquinaciones de un enemigo casi invisible que además podía actuar en cualquier territorio con acciones terroristas.
Hoy sabemos que el conocimiento tradicional ya no es suficiente. Nos enfrentamos a paradojas como que en un momento en que internacionalizarse es prioritario ya ningún mercado ofrece garantías de estabilidad, que el centro del poder económico se desplaza irrefutablemente al eje Pacífico o que las clases medias de las sociedades más avanzadas pierden influencia.
Cómo responder al entorno VUCA
En el libro Leaders make the future, Bob Johansen advierte que el entorno VUCA se asentará modificando el modelo de hacer empresa y poniendo a prueba esa máxima darwiniana de que «no es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor se adapta al cambio». De ahí la importancia de que los líderes adquieran nuevas habilidades que les permitan, primero, sobrevivir, y luego progresar.
Así, Johansen viste de un nuevo acrónimo al término castrense VUCA:
- Visión (vision): para definir hacia dónde camina la organización y hacer frente a un entorno cambiante. Visión de futuro frente a la volatilidad.
- Entendimiento (understanding): para comprender a los agentes del cambio y el propio entorno utilizando habilidades como la empatía, el conocimiento y la comprensión. Combatir la incertidumbre con raciocinio.
- Claridad (clarity): para abordar una realidad compleja desde la simplicidad de las decisiones y la definición del plan de acción que lo ejecuta.
- Agilidad (agility): para reaccionar con prontitud frente a los acontecimientos imprevistos. Una toma de decisión rápida y efectiva que asegure la adaptación de la empresa a una realidad ambigua y en constante transformación.
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