Una de las cosas que nos enseñó el confinamiento fue que quedarse parado no es lo mismo que estar quieto. Muchas personas, por el afán de mostrar su solidaridad, su arte y sus ganas de superar el aburrimiento, dieron rienda suelta a su imaginación, para compartir con el mundo su creatividad.
La motivación de otras personas fue la necesidad de seguir su actividad desde sus hogares, para seguir ofreciendo servicios, tener visibilidad y recibir compensación económica por ello.
Empresas relacionadas con la comunicación y la tecnología son las que más han incrementado sus beneficios en el último año. Algunas han aprovechado el tirón y han ofrecido al usuario mejoras en sus servicios, para desmarcarse de la competencia, como Teams, con la posibilidad de configurar el fondo en las videollamadas, para dar una experiencia inmersiva, o SpatialChat, que crea salas de reuniones en las que los hablantes pueden acercarse a los demás usuarios para establecer contacto con ellos.
La creatividad como herramienta para la adaptación
Lo que es evidente es que el mundo sigue cambiando y a un ritmo cada vez más acelerado, por lo que también tenemos que emplear todos nuestros recursos para adaptarnos al constante cambio.
Hacer uso de nuestra creatividad es un recurso fundamental hoy en día, para facilitar esa adaptabilidad.
Y no vale eso de que «no soy una persona creativa». Todos los somos. Todo lo que existe y ves ahora mismo a tu alrededor fue primero una idea en la cabeza de alguien.
La creatividad no consiste en ser el más original o en hacer algo que todavía no se haya inventado.
Consiste en entender quién eres, qué ofreces, cómo puedes ayudar a los demás con lo que haces, ponerte en la piel de tus clientes y escucharlos, entender qué necesitan y cómo podrías ofrecérselo con mayor facilidad, alcance, comodidad, rapidez…, con más valor.
Emprender e intraemprender
Si trabajas por cuenta propia, tienes que encargarte de buscar tus propios recursos. Tener claro tu propósito es lo que te permitirá entender para qué haces lo que haces y entender cómo puedes hacerlo mejor.
Durante la pandemia, empresas y emprendedores han seguido sus propias estrategias. Un ejemplo: las cafeterías de barrio. En el recorrido de casa al colegio de mis hijos hay varias cafeterías. Una de ellas se acogió al ERTE y ha permanecido cerrada durante un tiempo. Otra ha seguido abierta y ha incorporado el servicio a domicilio.
Pero encontramos ejemplos en empresas más conocidas y mayor presencia en el mercado, como Tesla, Amazon, Airbnb, Asos…
Si tienes una empresa, fomentar el intraemprendimiento es una herramienta que también debes aprovechar.
El mayor activo de una organización son las personas que la forman. Podemos pedirles que sigan haciendo su trabajo o meterlas en un expediente de regulación de empleo, hasta que pase la tormenta.
Pero también podemos pedirles que pongan sobre la mesa su experiencia, conocimientos y creatividad, para buscar una forma de adaptarnos al cambio, de sortear problemas y crecer.
Ideas para fomentar la creatividad
Para ayudarte a aterrizar todo esto, quiero compartir unas reglas prácticas:
- Permite idea locas y personas creativas en tu organización, dales voz. No significa que les hagas caso en todo, pero te ayudarán a abrir la mente y el campo de posibilidades.
- Estas ideas creativas te aportarán soluciones diferentes. Un creativo puede generar estrategias para la expansión y crecimiento de una compañía de formas que no esperas.
- Permite la flexibilidad, tolera los fallos, permite que no haya miedos, eso desata el poder creativo.
- Incentiva la creatividad entre los empleados. Debemos dedicarles recursos, espacio, tiempo para que generen dichas ideas, así como reconocérselas y hacerles partícipes de los resultados.
- Añade una capa de rigor y análisis, para ver qué es lo realmente viable y útil para el negocio, la combinación de mente y corazón es lo que te hará sortear tus problemas.
Y ahora, tras leer este artículo, puedes pensar que esto es algo “para otros” o coger papel y boli, para comenzar a diseñar cómo aplicarlo en tu empresa.
Imagen de bridgesward en Pixabay.