La irrefrenable transformación digital y tecnológica todo lo cambia, todo lo arrasa, hasta el punto de convertir las empresas más analógicas y arcaicas en víctimas de una especie de apocalipsis que amenaza la supervivencia de quienes viven de espaldas a esta revolución.
Tal es el ultimátum que parecen haber propagado las voces más punteras y pioneras que siete de cada diez empresas ya han mostrado su intención de formar a sus equipos en los próximos dos años en aquellas disciplinas afectadas por esta, por decirlo de otra manera, mutación.
Los datos hablan por sí mismos. Al menos, los del estudio “Revolución de las competencias 4.0: Los robots te necesitan”, elaborado por ManpowerGroup, que señalan que nueve de cada diez compañías prevén aumentar o mantener sus profesionales con el desarrollo tecnológico, mientras que la mayoría de los directivos españoles augura un estancamiento de la contratación durante el último trimestre del año.
Y todo ello a pesar de los alarmantes vaticinios que alertan de que la invasión de los robots exterminará una infinidad empleos.
Desde ManpowerGroup aseguran que, en contra de lo que muchos piensan, en la era de las máquinas no se han reducido las oportunidades laborales, sino que las organizaciones están creando empleo, invirtiendo en digitalización y automatizando procesos.
Y, al mismo tiempo, están mejorando la formación de sus profesionales, para que puedan desempeñar nuevas funciones complementarias a las que realizan las máquinas.
Crear talento
En este marco, Mª José Martín, directora general de ManpowerGroup Solutions, considera que el aprendizaje será fundamental para que los profesionales adquieran las nuevas competencias que trae consigo la transformación tecnológica.
“En un panorama de desajuste de talento (un 26% a nivel nacional), las compañías deben ser generadoras de talento, impulsando una cultura del aprendizaje en la compañía, y las personas tienen que concienciarse de la importancia de mejorar su empleabilidad de modo permanente”, manifiesta.
Y agrega que la capacidad de aprender de las organizaciones (aprendibilidad organizativa) es la clave de la sostenibilidad y la principal ventaja competitiva, máxime teniendo en cuenta que la demanda de competencias digitales crece a tal velocidad que para el año 2022 el 54% de los profesionales requerirán actualizar sus habilidades.
Martín señala que, de ellos, un 35% necesitará un período de formación de hasta seis meses; el 9%, de seis a 12 meses; y el 10% se tendrá que formar en competencias adicionales durante más de un año.
¿Cómo debe ser esa formación?
La directora general de ManpowerGroup Solutions explica que para convertir la cultura de una empresa en una cultura del aprendizaje, hay que hacerlo desde “arriba”, es decir, desde el liderazgo.
“Ya no se trata de contar con ambiciosos planes formativos, sino de desarrollar el talento de las empresas, implicando a los propios profesionales en ello, y considerando tanto las necesidades y prioridades de estas compañías como las propias necesidades del talento a quien queremos comprometer con el aprendizaje, la evolución y los resultados”, declara.
Cinco claves para formar equipos
Martín señala que las compañías deben tener una visión clara de su propósito y de cómo lo quieren extender a toda la empresa. “El líder tiene que ser visible, referente y modelo para todos”. Desde allí, y para acelerar el aprendizaje en toda la compañía, cita a Juan Carlos Cubeiro, Head of Talent de ManpowerGroup, para instar a:
- Dar un enfoque holístico.
- Contar con un Chief Learning Officer.
- Convertir la dirección en un equipo de alto rendimiento.
- Identificar a los profesionales con mayor curiosidad y capacidad de aprendizaje, y mejor capacidad de adaptación.
- Apostar por una cultura de confianza.
Herramientas necesarias
Con respecto a las herramientas necesarias, desde ManpowerGroup afirman que todo dependerá en gran medida de la cultura organizativa.
En España, un 23% de las compañías (39% a nivel global), colaboran con organizaciones externas -como centros educativos y universidades- para crear comunidades de talento.
No obstante, en Norteamérica, por ejemplo, los sistemas de aprendizaje online son el primer método de formación de profesionales a gran escala, mayoritariamente en temas como el cumplimiento normativo o la ciberseguridad.
Sea como fuese, Martín destaca que mientras que el coste de la rotación de personal puede llegar a superar el 30% de los salarios, el coste en formación se mantiene por debajo del 10%.
Al margen de que la automatización de procesos, el lead scoring, el control de datos o la producción inteligente sean algunas de las tecnologías más demandadas hoy en día por las empresas, la verdad es que las compañías más digitalizadas son las que tienen mayores intenciones de contratación.
En este sentido, España, junto con países como Estados Unidos, Israel o Italia, se encuentra entre los que más empleo crearán como resultado de la apuesta tecnológica.
Actualizarse o morir
Las empresas ya han interiorizado que no pueden continuar a expensas de que el talento se encuentre disponible justo cuando lo necesiten, pese a estar dispuestas a pagar más para captarlo.
De ahí que el reto surja cuando estas competencias y aptitudes no están al alcance, y también que, cada vez con mayor frecuencia, la solución pase por dotar de las mismas a los empleados.
Del estudio de ManpowerGroup se desprende que, en España, más de una de cada tres empresas que automatizará procesos en los próximos dos años tienen previsto crear más empleo. Y que, en concreto, Industria y Producción será el área que experimentará un mayor incremento de equipos, gracias al desarrollo tecnológico (+16%), por delante de las funciones de Atención al cliente (12%) y de las de TI (Tecnologías de la Información) (4%).
Por otra parte, en un futuro demasiado cercano las habilidades y competencias que se requerirán en cada sector nada tendrán que ver con las de hace apenas unos años. Así, por ejemplo, en el sector TI se valorará cada vez más la capacidad de aprendizaje o learnability, el razonamiento crítico y analítico o la resolución de problemas.
Sin embargo, el 33% de las empresas en España reconoce las dificultades a las que se enfrenta a la hora de formar en habilidades técnicas a sus profesionales, unas complicaciones que se agravan al enseñar competencias sociales, como puede ser la comunicación.
Pero más allá de la necesidad imperiosa de crear nuevos empleos para satisfacer los requerimientos de los clientes del siglo XXI, totalmente digitalizados, muchas compañías se verán obligadas a generar su propio talento, a hacer escuela para valerse de sus propios recursos a la hora de competir.
Y para ello tendrán que invertir en la formación de sus equipos, no solo mejorar los sueldos y usar otros métodos distintos de contratación.