La industria de los videojuegos podría ingresar el próximo año más de 1.700 millones de euros solo en España, según algunas proyecciones. Nos encontramos, pues, ante un multimillonario sector que se está adentrando en una nueva era gracias al cloud gaming. Es una nueva forma de jugar, por streaming, a un videojuego que se ejecuta a miles de kilómetros de distancia en un servidor en la nube.
Y es que, al igual que la música y el cine, han evolucionado desde un modelo de distribución físico a otro nuevo de distribución digital. El cloud gaming permitirá esta misma transición en el sector de los videojuegos, que está atravesando la última generación de videoconsolas físicas y consolidando un modelo de consumo de contenido puramente online y basado en suscripciones.
Así lo explica Daniel Olmedo, CEO y cofundador de Nware, una plataforma de videojuegos en la nube “made in Spain”, que recientemente levantó su cuarta ronda de financiación por un valor superior al millón de euros.
Estamos además ante una industria que también tiene su potencial desde el punto de vista de los Recursos Humanos de las empresas. Por ejemplo, mediante los cursos en formato videojuego, que permiten desarrollar las llamadas soft skills a través de simuladores.
Competencias de los empleados
No se trata únicamente de habilidades técnicas, sino también de competencias profesionales o personales, como la atención al cliente, el coaching, la gestión de conflictos o la productividad personal.
El liderazgo, la negociación, la comunicación o la gestión del tiempo son competencias transversales que pueden adquirirse gracias a los videojuegos. Por este motivo, cada vez más empresas apuestan por ellos a la hora de formar a sus empleados.
Ofrecer competencias interactivas a los clientes
Además, el CEO de Nware sostiene que las empresas dueñas de contenido pueden ofrecer experiencias interactivas complejas a grandes audiencias a través de la tecnología de cloud gaming y reducir barreras de entrada para sus clientes.
“El cloud gaming es un canal habilitador para cualquier experiencia interactiva que suponga un alto coste computacional, como puede ser el metaverso o la realidad virtual, además de los videojuegos. En este caso, la experiencia interactiva no se ejecutaría en un dispositivo de alto coste (el del usuario), sino en un servidor en la nube”, agrega.
Confusión y desconocimiento del cloud gaming
Sin embargo, la realidad es que a día de hoy existe bastante confusión y muchas empresas desconocen el potencial del cloud gaming para ampliar el alcance de sus contenidos y llegar a más usuarios.
“Los consumidores podrían jugar a videojuegos desde distintos dispositivos. Todo ello sin necesidad de que el estudio tenga que realizar esfuerzos en portar y optimizar ese videojuego para diferentes gadgets”, puntualiza Olmedo.
Liderar el metaverso
El acuerdo alcanzado por Microsoft para comprar Activision Blizzard supuso todo un hito en la industria del videojuego. Muchos expertos han percibido esta operación como un órdago por liderar la carrera del metaverso. En ella estarán 7 de cada 10 grandes compañías en los próximos cinco años.
De ahí que las empresas estén abocadas a desarrollar tecnologías relacionadas con el cloud computing y el edge computing, los gemelos digitales, Big Data, Internet de las cosas, la realidad aumentada, blockchain o 5G.
Este desarrollo debería ir acompañado de un cambio de mentalidad, para no escatimar esfuerzos en la captación de talento en estas áreas, así como en la formación de los empleados en habilidades y capacidades vinculadas con los videojuegos.
Porque no estamos ante un cambio del Tetris por el Roblox, sino ante una nueva era en la industria de los videojuegos. ¿Y qué supondrá? Claramente tendrá su correspondiente reflejo en las formas de comprar y consumir todo tipo de productos y servicios.
Es decir, estamos ante una revolución en el ecosistema empresarial a la que las compañías deben prestar especial atención, para no quedarse rezagadas ni perder competitividad en un entorno cada vez más virtual.
Foto de ELLA DON en Unsplash