Se ha instaurado una nueva manera de consumir turismo. Si antes los clientes venían al hotel, ahora el hotel tiene que salir a buscarlos… Eso sin olvidar el impacto de las plataformas de alojamiento turístico. Todo ello ha empujado al sector a buscar alternativas para recuperar beneficios y ganar visibilidad.
Las marcas están perdiendo su identidad frente a los consumidores, que cada vez encuentran menos motivos para adquirirlas. Queremos que las marcas sean relevantes en nuestra vida y poder confiar en ellas. Es un cambio que está, al menos en parte, impulsado por los consumidores más jóvenes, que buscan personalización y que están permanentemente comunicados e interconectados.
En el sector hotelero, al igual que en otros sectores, ha aterrizado la filosofía low cost, en la que la rentabilidad es muy ajustada y la lucha por los precios constante, pero que el consumidor percibe como algo “justo”.
En un mercado donde se están rompiendo paradigmas de forma constante, donde la “innovación disruptiva” ha cobrado tanto protagonismo, el tradicional concepto de hotel está obsoleto, e independientemente del tipo de huésped u hotel, la tecnología es el requisito imprescindible que permitirá mejorar la experiencia de los clientes y la productividad del negocio:
- Está totalmente demostrado que los comentarios positivos que escriben los clientes sobre el hotel ayudan a validarlo como un negocio de confianza, sin olvidar que el principal activo que posee una empresa hotelera es su reputación.
- Debido a la importancia que han adquirido las redes sociales y los foros turísticos de opinión en Internet, un hotel necesita poseer una marca y reputación fuertes que puedan ayudarlo a diferenciarse de la competencia y a fidelizar a sus clientes.
- Los usuarios realizan cada vez más consultas y reservas utilizando dispositivos móviles y los hoteles no pueden permitirse perder estos potenciales clientes.
- Los consumidores quieren que sus necesidades estén cubiertas cada vez que llegan a un hotel, por eso es necesario anticiparse a ellas. Porque los clientes ahora ya no sólo buscan experiencias, sino «la experiencia perfecta».
- Es necesario implementar estrategias para ser visto, pero también es especialmente importante ser capaz de comprender y responder al factor ‘ahora’, característica intrínseca a la mentalidad millennial. Por ello, una parte de la planificación debe dejar paso también a la improvisación para responder a esa inmediatez requerida.
¡Bienvenidos al hotel del futuro!