Que la digitalización ya no es una opción para prácticamente nadie, y menos aún para las pequeñas y medianas empresas y los autónomos, es algo que pocos ponen en duda a día de hoy.
Ser más competitivas, ágiles, rentables y, sobre todo, no perder mercado son solo algunas de las ventajas que la digitalización puede aportar a empresas de todo tamaño y sector de actividad.
Y no solo es algo que avalen informes de consultoras o agendas de gobiernos. Las propias empresas comienzan a ser conscientes de que la digitalización es fundamental para ser más competitivas y que su negocio crezca. Y otras muchas ya saben que digitalizarse es el único camino para su supervivencia.
Así al menos se extrae del “Observatorio sobre Digitalización de GoDaddy 2021: estudio sobre la madurez digital de las microempresas en España y Europa», un informe realizado tras entrevistar a más de 5100 empresas europeas y que revela que 7 de cada 10 empresas de Alemania, España e Italia ya tienen página web o presencia en las redes sociales. De hecho, son las pequeñas empresas españolas las que están a la cabeza en el manejo de redes sociales.
La venta online, que ha cobrado un especial protagonismo durante los últimos meses, es la segunda gran tendencia entre los negocios de nuestro país. Más de un tercio de los pequeños negocios de venta virtual aseguran haber empezado a ofrecer sus productos en Internet durante los dos últimos años.
Así, el 53% de las pequeñas empresas españolas encuestadas afirman que ha mejorado su nivel de digitalización durante estos últimos meses y un 42% de los autónomos encuestados creen que contar con un mayor grado de digitalización les habría ayudado a superar esta pandemia con mayor facilidad.
Digitalización de procesos
Además, son ya el 78% de los encuestados los que admiten que los negocios más digitalizados podrán recuperarse mejor y crecer en el entorno posterior a la COVID-19.
Pero además hay que señalar que la digitalización no solo es importante en las áreas de venta o atención al cliente; las herramientas digitales han llegado también a las operaciones internas de las pequeñas empresas, con el objetivo de automatizar la gestión.
En esa línea, el 28% de los pequeños negocios declaran querer contar con un sistema de gestión de las relaciones con los clientes (CRM), que les ayude a seguir y unificar en una única plataforma todas las interacciones, según GoDaddy.
Junto a estas, otras herramientas tecnológicas ya forman parte del día de día de las pymes poco a poco. Concretamente, el 58% señala que utiliza servicios de almacenamiento/ transferencia de datos; el 53% herramientas de videoconferencia; el 45% comparte archivos en la nube y el 26% incorpora las herramientas de diseño y brainstorming.
Tecnologías disruptivas
Pero además, junto a este tipo de soluciones, las tecnologías más disruptivas comienzan a cobrar protagonismo entre las empresas más pequeñas. Así, cloud, Inteligencia Artificial, Big Data, Ciberseguridad o IoT empiezan, poco a poco, a formar parte del vocabulario de pymes y autónomos.
Las soluciones en la nube les permiten acceder a las tecnologías más innovadoras, sin necesidad de realizar grandes inversiones económicas; herramientas de automatización y robótica para, por ejemplo, agilizar y mejorar su servicio de atención al cliente; o por qué no, Inteligencia Artificial y Big Data para conocer mejor al cliente, identificar nuevas oportunidades de negocio o reducir el fraude…
“Cuando hablamos de digitalización y transformación digital debemos comenzar por separar dichos conceptos, ya que no se refieren a lo mismo. Digitalizar es hacer lo que ya se hacía, pero añadiendo una capa de tecnología, es decir, herramientas digitales. La digitalización ya aporta ventajas como mayor eficiencia en las operaciones y productividad en los equipos. La transformación digital va un paso más allá y tiene por objeto hacer desarrollar nuevos procesos, productos y modelos de negocio gracias a la tecnología. En este caso, las ventajas o las oportunidades son mucho más ambiciosas, pues permite liderar mercados e incluso llegar a otros nuevos hasta el momento inaccesibles”, afirma Pascual Parada, director Académico y de innovación de IEBS.
¿Por qué tecnologías comenzar?
Son muchos los interrogantes y, aunque cada pequeña y mediana empresa deberá estudiar qué necesidades tiene y, en función de ellas, elegir la solución tecnológica más adecuada, sí existe al menos una pauta general en su correcta adopción, según Pascual Parada.
CRM y ERP
“Habitualmente las empresas comienzan por aplicar tecnologías ya maduras, como las herramientas CRM y ERP, que permiten digitalizar los procesos básicos internos y tener el control de los primeros datos. En esta primera fase se adoptan también otras tecnologías, como pueden ser todas las de analítica y medición del tráfico web o del ecommerce”, explica.
Cloud computing
Tras esta primera fase, entran en juego tecnologías como el cloud computing, “que además permite la escalabilidad y robustez necesarias, así como una apertura de las comunicaciones y el trabajo en remoto y distribuido; la analítica de datos, es decir, la extracción, transformación y carga de los datos que permita una toma de decisiones eficaz” y tecnologías como la automatización o el Machine Learning.
Machine Learning
“La tecnología siguiente ya varía en función de cada empresa, pero cada vez es más común pasar a una fase de analítica predictiva con tecnologías y algoritmos de Machine Learning que permiten, entre otras muchas cosas, predecir la demanda. De aquí se pasa a modelos dinámicos de producción y al uso de la robótica como parte del sistema. Pero no hay un camino para todos, sino para cada organización. La clave es que cada empresa sea capaz de encontrar el suyo”, afirma Pascual Parada.
Un camino en función de los objetivos, recursos y personas que, aunque distinto, siempre tendrá el mismo destino: la transformación digital, un fenómeno al que las pequeñas y medianas empresas no son ni deben ser ajenas y en el que la tecnología será la mejor compañera.