Hace ya unos años que oímos a menudo la palabra emprendedor, en prensa o televisión. Parece estar de moda. Quisiera dar mi humilde opinión como emprendedor y compartir qué es para mí ser un emprendedor. Pero antes un matiz: normalmente asociamos a los emprendedores con personas que han iniciado un proyecto o una empresa en el mundo de las nuevas tecnologías o Internet y creo que no es así, emprendedores ha habido siempre y siempre los habrá. Particularmente asocio a los emprendedores con unos valores y una actitud. Por ello, si pensamos en nuestros padres o abuelos, también eran emprendedores y no vivieron en la nueva era digital, ni se dedicaban a las nuevas tecnologías ni trabajaban con herramientas 2.0.
Lo más importante es que todas las personas que quieren embarcarse en un proyecto online u offline, antes de empezar a caminar empresarialmente, han de saber que todo el mundo puede ser emprendedor…
- Si tiene un sueño: Tienes que soñar despierto cada día, cada hora, cada minuto, soñar con tu proyecto siempre. Imagínalo y dibújalo en tu mente, para que cuando te pregunten, sepas explicar, rápido y bien, qué será y cómo lo conseguirás. No dudes en explicar ni comentar en tus círculos tu proyecto y tus sueños. Muy a menudo veo a emprendedores de startups que tienen la oportunidad de presentar su proyecto en público y no saben explicar nada interesante para llamar la atención de los espectadores. Esto es porque no sueñan con él.
- Si tiene un compromiso: Tienes que tener un compromiso con tu sueño, no puedes fallarle, ahora más que nunca necesitas empujar y sufrir por él. Escríbelo en un plan de acción, establece las tareas, asume las responsabilidades que te tocan, sé fuerte en las decisiones y trabaja. No por estar en el mundo de Internet se trabaja menos. A menudo veo a emprendedores que a los dos días de iniciar el proyecto se “apalancan” y olvidan las responsabilidades y el esfuerzo que supone ser emprendedor. Recuerda: nadie dijo que fuera rápido ni fácil.
- Si tiene actitud: Ser emprendedor es cuestión de actitud, no puedes pensar que las cosas irán mal desde el principio, debes tener confianza en ti mismo y en tu equipo y adoptar una actitud positiva, ahora es el momento. Siempre has de encontrar el lado bueno, porque tendrás altibajos en el camino. Te caerás y tendrás que levantarte y recuerda de nuevo: nadie dijo que fuera rápido ni fácil. Con frecuencia hablo con emprendedores cuyo discurso es de pesimistas y los emprendedores han de ser optimistas, nunca pienses en que las cosas irán peor, porque si te comprometes lo suficiente con tu sueño te saldrá bien. Como dice un gran amigo mío, un optimista no es el que ve el vaso medio lleno, sino el que ve que el vaso se está llenando, éste es el espíritu de un emprendedor.
- Si tiene pasión: Una de las premisas para arrancar un proyecto es que te guste lo que vas a hacer o, mejor dicho, para ser emprendedor te tiene que apasionar lo que estás haciendo. Si no te divierte y te aburres, si no te llena y te desgasta, si no es una vocación y es una tortura… te falta el ingrediente esencial para tener éxito: la pasión. La pasión no falla nunca, si tienes pasión tarde o temprano te irá bien. A menudo hablo con emprendedores que están empezando y sólo escuchándoles se aprecia que están en ese proyecto para pasar el rato, porque está de moda, porque es cool, no hay interés, ni vocación, ni ilusión, ni deseos de que funcione, y así lo tienes todo perdido.
A mi modo de ver estos son los puntos clave para ser emprendedor, es una opinión muy personal, pero la he querido compartir con toda la buena intención del mundo y sin querer dar consejos a nadie. Si lo crees oportuno, reflexiona sobre ti mismo. Con estas premisas no se garantizan unos resultados, ni mucho menos el éxito, porque eso siempre dependerá de ti mismo. Dicen que el éxito es el resultado final de un objetivo, y yo digo que un emprendedor siempre comparte su éxito con los demás y no se olvida del éxito de los que le rodean.
Hace unos días, en una entrevista online, me preguntaron qué consejo daría a los emprendedores que están iniciando su camino. Y contesté que no soy nadie para dar consejos, pero sí que les diría, como a menudo digo en mis ponencias o cursos, que hagan un ejercicio: que pierdan unas cuantas horas más y que le den unas últimas vueltas de tuerca, que maduren el proyecto todavía más, que se lo piensen más, que hagan una buena previsión de los inconvenientes, nunca es tarde para volver a reflexionar y pensar de nuevo y si realizando este ejercicio lo ven claro… ¡a fondo! A por tu sueño, con compromiso, actitud y mucha pasión. Pero siempre con los pies en el suelo y la cabeza encima de los hombros.
Foto @Robert Scoble, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0