Lograr mayor competitividad y crecimiento suele ser el principal motivo para adoptar la transformación digital. Otra razón es la búsqueda de eficiencia y optimización de recursos. De hecho, esta segunda razón cobra mayor validez al ser una práctica que suele ser amigable con el medio ambiente. Tendencias como la sistematización y el almacenamiento en la nube han contribuido al ahorro de papel, una menor producción de CD, USB y servidores locales. Además, han fomentado el teletrabajo. La búsqueda de eficiencia y de reducción del impacto ambiental ha propiciado el uso de tecnología para el medio ambiente.
A continuación, algunos ejemplos de estas nuevas tecnologías:
La domótica: tecnología para el medio ambiente
La domótica o gestión inteligente de edificios y viviendas asegura más que comodidad y seguridad. Su adopción contribuye al ahorro de electricidad, agua y combustibles.
Casas inteligentes y amigables con el medio ambiente
Un ejemplo de la tecnología para el medio ambiente aplicada al ahorro energético es la iluminación eficiente. Esta innovación permite una adaptación automática a la variación de luz solar, las zonas de la casa y la presencia de personas. Un caso similar es el del control inteligente de persianas y cortinas para aprovechar la luz del sol. Incluso es posible programar la desconexión de circuitos como el aire acondicionado, la calefacción y el wifi (Asociación Española de Domótica, 2008).
La domótica permite, además, detectar fugas de gas y agua, ahorrar agua controlando el riego de jardines con base en la humedad del suelo y facilitar el reciclaje de aguas grises, entre otras cosas.
Edificios más eficientes
Ya hay edificios enteros con nuevas tecnologías de automatización y control. La tendencia abarca edificios residenciales, industriales, de oficinas, centros comerciales, hoteles, hospitales y más.
De acuerdo con Schneider Electric (2019), el consumo mundial de energía ha aumentado un 45 % desde 1980 y se proyecta que sea un 70 % mayor para 2030. Por esto, muchas empresas han generado tecnología para el medio ambiente y la eficiencia energética. Estas soluciones permiten medir mejor el consumo, dotar a los edificios de equipos y sistemas para reducirlo e identificar oportunidades de ahorro.
Por ejemplo, la analítica prescriptiva de Intel ha ayudado a reducir en un 11 % el consumo energético de un edificio de casi 170 000 metros cuadrados en Nueva York. Otra solución ha llevado a las tiendas Nordstrom a reducir en un 25 % su presupuesto de mantenimiento y reparación de sistemas de climatización (Intel, 2019).
Drones para el medio ambiente
Son muchas las aplicaciones de los drones como tecnología para el medio ambiente y contra el cambio climático. Entre ellas, se destacan la detección de incendios forestales, el monitoreo climático y la observación del estado de la fauna y flora.
Según un estudio publicado por Marine Scotland, la Agencia para Asuntos Marinos de Escocia, el uso de drones puede contrarrestar algunos efectos del cambio climático. Su empleo permite identificar dónde plantar árboles que eviten altas temperaturas en las aguas de los ríos (Marine Scotland Communications, 2018).
Otro caso de su utilidad es el de LitterDrone. Este proyecto de la Universidad de Vigo y la Unión Europea usa drones con cámaras de alta resolución para recoger imágenes de las playas. Su objetivo es conocer cuáles son las zonas de mayor concentración de desechos para emprender medidas correctivas (LitterDrone, 2019).
Vehículos eléctricos
Varias razones posicionan a los vehículos eléctricos como una alternativa de transporte y tecnología para el medio ambiente. Al carecer de un tubo de escape, no emiten gases contaminantes. Sumado a esto, sus baterías están hechas de iones de litio y son reciclables. Y como ventaja adicional, no producen ruidos mecánicos, por lo que evitan la contaminación auditiva.
No obstante, hoy la gran mayoría de estos vehículos son híbridos: combinan baterías eléctricas con motores de gasolina. En un futuro, tras algunos cambios y avances tecnológicos, los vehículos completamente eléctricos serán más accesibles, funcionales y competitivos.
Tecnologías OTEC
Mucho hemos oído hablar de las energías renovables o derivadas de fuentes que se consideran inagotables. Una particularmente interesante es la Ocean Thermal Energy Conversion o energía maremotérmica. Esta tecnología para el medio ambiente aprovecha la diferencia de temperaturas entre las aguas oceánicas profundas (frías) y las superficiales (cálidas) para mover máquinas térmicas y producir electricidad. Y una gran noticia: adicionalmente, es capaz de desalinizar el agua, adaptándola para el consumo humano (U.S. Energy Information Administration, 2018).
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