El universo SEO es un entorno complejo que cambia día a día. Con cada nueva modificación del algoritmo de Google los resultados de las búsquedas se tambalean, haciendo que cientos de páginas pierdan las posiciones por las que tan duro habían luchado. Esta realidad puede llegar a obsesionar a las empresas con presencia online, condenadas a estar pendientes en todo momento de lo que ocurre en la red de redes. El SEO no debe ser visto como objeto de preocupación, sino todo lo contrario. Las últimas modificaciones en los criterios de búsqueda solo tienen una meta: poner en primer lugar los contenidos de calidad que den respuesta a las necesidades reales de los internautas, haciendo el proceso de recuperación de la información algo cada vez más natural. El primer problema con el que nos encontramos a la hora de apostar por una estrategia de posicionamiento en buscadores es el enorme desconocimiento que existe sobre el tema. Estar el primero en el ranking de Google no depende de un único factor. ¿Más enlaces? ¿Contenido? ¿Metadescripciones? No, no existen trucos mágicos. Si queremos escalar puestos, tenemos que dejar atrás estos mitos en torno al SEO para optimizar los recursos de los que disponemos:
- Ser el primero significa ser el mejor: La primera en la frente. La realidad es esta: estar el primero en los rankings no garantiza el éxito de nuestra web. Está demostrado que cuanto mejor sea nuestra posición en los resultados, mayor será el porcentaje de visitas. Sin embargo, solo estamos hablando en términos de tráfico. Obsesionarse con ocupar las primeras posiciones no nos traerá nada bueno. Por contra, si nos preocupamos por ofrecer a los usuarios páginas de calidad, las visitas se convertirán en oportunidades reales de negocio.
- Los enlaces son más importantes que el contenido: Los enlaces que recibe una página web desde otras páginas (backlinks) siguen siendo efectivos para el SEO, pero no podemos centrar los esfuerzos solo en ese aspecto. La construcción de enlaces es buena mientras los links sean de calidad; es decir, mientras nos dirijan a páginas relevantes. Más no significa mejor. Por contra, si invertimos en crear contenido útil, éste puede ser utilizado por otras plataformas (redes sociales, blogs, etc.), de modo que se construye de forma natural una red de enlaces hacia nuestro sitio.
- El SEO se basa solo en palabras clave: No solo de keywords vive una web. Repetir palabras clave una y otra vez en la misma página no sirve de nada. Es más, puede ser perjudicial. Recordemos que hay que escribir pensando en los usuarios, no en los buscadores. Insertar palabras clave en una página es efectivo, pero solo si lo hacemos de una forma natural y coherente.
- Las metadescripciones, pieza clave en cualquier búsqueda: Sí… pero no. Las metadescripciones sirven para explicar brevemente qué nos vamos a encontrar en una determinada página web. Es una función que interesa más a los usuarios que a los buscadores. Es más, Google no tiene en cuenta estos elementos para elaborar los rankings de búsqueda. Ayudan, sí, pero no son determinantes. Una metadescripción efectiva debe incluir la palabra clave por la que se desea posicionar esa página, pero lo más importante es redactarla de forma persuasiva para invitar al usuario a hacer clic.
- Centrar todo el contenido en la página de inicio: Error. La homepage es importante, sí, pero saturarla de contenido y palabras clave no hará que escalemos posiciones en Google. La página de inicio es nuestra carta de presentación, la primera impresión que recibirán los usuarios. Por ello, el contenido que incluyamos debe ser el justo y necesario, para decir a nuestro público quiénes somos, a qué nos dedicamos y dónde nos pueden encontrar.
- Cuantas más páginas tenga mi site, mejor: Falso. No es cuestión de cantidad, sino de calidad. Google no necesariamente va a indexar todo lo que publiquemos. Además, hemos de tener en cuenta que, cuantas más páginas publiquemos, más difícil será mantener el nivel de los contenidos. Si lo que publicamos no es relevante, Google nos penalizará. Con ello, podemos ir olvidando la creencia errónea de que es bueno «dar movimiento a la web» con artículos copiados de otras páginas, que no aportan ningún valor.
- No hay relación entre SEO y redes sociales: Sí que hay relación. Cada vez las búsquedas son más sociales, y Google está tomando nota de ello. Solo hay que echar un vistazo a la importancia que ha cobrado precisamente su red social en los últimos tiempos.
Existen muchísimas leyendas en torno al SEO, miles de supuestos atajos que te llevarán a las primeras posiciones de Google. Sin embargo, la realidad es bien distinta. No, no hay ningún truco. Si quieres estar en lo más alto del ranking, debes centrarte en ofrecer al usuario una experiencia de búsqueda satisfactoria. Esto es, proporcionar el contenido adecuado en el momento indicado. ¿Cómo conseguirlo? Mitos aparte, la clave está en el trabajo duro. El SEO es una de las muchas técnicas de las que disponemos para llegar hasta nuestros clientes. No hay que obsesionarse con estar en el top 10, sino en enfocar el posicionamiento como una parte importante de la estrategia general de marketing de nuestra empresa. Foto: SEOPlanter