Asegurar el suministro se ha convertido en la principal prioridad para los CPO y CEO de las empresas, en aras de garantizar la continuidad de la producción, asumiendo incluso el brutal encarecimiento de los precios.
Si bien el objetivo de comprar más cerca predomina sobre el de hacerlo más barato, a veces la búsqueda de proveedores alternativos resulta compleja. No obstante, se vislumbra una descentralización o desglobalización de los proveedores, que no será ni fácil ni rápida de llevar a cabo.
Principal riesgo para el crecimiento
Con una tasa de inflación disparada en buena parte de los países desarrollados y una dependencia -en ocasiones excesiva- de mercados exteriores de determinados bienes y servicios, casi 9 de cada 10 empresas consideran la interrupción de la cadena de suministro el principal riesgo para su crecimiento, por delante incluso del encarecimiento de las materias primas (67%) o de la crisis energética (64%), según datos del último estudio de Capgemini.
Aunque se trata de un desafío a nivel general, a sectores como el tecnológico o el automovilístico les afecta especialmente, al haber compañías que se tienen que proveer de materiales de zonas asiáticas donde los precios están por las nubes.
Por poner un ejemplo, los chips para coches que antes de la pandemia costaban unos 3 euros ahora están en torno a 100 euros. Y como consecuencia de estos desmesurados incrementos, las empresas tendrán que cambiar el orden de preferencias en cuanto a puntos clave de la cadena de valor.
Área de compras: objetivo estratégico
De ahí que el área de compras haya pasado a ser uno de los objetivos estratégicos para el nuevo año. Y no es para menos, pues las empresas destinan más de la mitad de sus ingresos al gasto con proveedores. Esto refrenda la importancia de que los mercados ejecuten una reorganización relativa a la producción y compra de materias primas, enfocada a acortar las relaciones de la cadena, optando por socios cercanos y de confianza, tal y como asegura Rosario Piazza, CEO de Fullstep, empresa especializada en la digitalización end-to-end del proceso de compras y cadena de suministro.
En líneas generales, se prevé que 2023 sea un año con importantes desafíos a nivel logístico, que obligarán a contener el gasto de aprovisionamiento y evitar la pérdida de márgenes. Ahora bien, ¿cuáles son actualmente los principales retos para las empresas en el área de compras? Según el CEO de Fullstep, la definición de la estrategia de compras girará en torno a cinco grandes pilares:
Claves para la estrategia de compras
1. Gestión de riesgos en la cadena de proveedores
Las empresas deberán aumentar sus inversiones en planes de contingencia y mitigación de riesgos dentro de la estrategia de abastecimiento. Asimismo, resultará determinante identificar qué se quiere proteger, los riesgos de los diferentes proveedores y con qué procesos y metodologías se pueden abordar dichos riesgos.
En este sentido, la ciberseguridad será una de las principales áreas, a la vista del aumento exponencial de los ataques informáticos dirigidos a empresas de todos los tamaños. Y si bien las pymes resultan especialmente vulnerables, las grandes compañías tampoco pueden bajar la guardia, porque además de poder ser atacadas, los ciberdelitos provocan un efecto dominó con importantes daños colaterales que van desde las pérdidas económicas hasta el desprestigio.
2. Incorporación a la estrategia de compras de criterios basados en ESG
Rosario Piazza considera que este año las empresas focalizarán la evaluación de la cadena de suministro para tener control sobre la procedencia de los productos y los materiales de fabricación, así como para saber qué ocurre una vez que estos son utilizados.
“Todo ello abordando diversas preocupaciones relacionadas con la sociedad, la economía, el medio ambiente y la legalidad de los procesos. En resumen, las organizaciones de compras deben comprometerse y liderar la integración de las políticas ESG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo) en la cadena de valor, asegurando el impacto positivo del negocio en su entorno y en la sociedad”, remarca.
3. Profesionalización del área de compras
Al igual que ocurre en torno a tantas profesiones y sectores de actividad, la captación de talento plantea un serio desafío, a pesar del mayor protagonismo que van copando los equipos de compras en la estrategia global de las empresas.
“Poseer conocimientos, capacidades y aptitudes en el ámbito de las compras se ha convertido en un bien intangible. Por ello, cada vez es más necesaria la formación específica para los profesionales que ocupan los cargos del departamento”, sostiene el CEO de Fullstep.
4. Digitalización y automatización
La tecnología es clave para el área de compras. Y el reto de las empresas en este ámbito será hacer un correcto análisis para seleccionar las herramientas adecuadas, que su implementación y adopción sea ágil, y asegurar la capacitación de los equipos en habilidades digitales y en el uso y extracción de todo el valor de dichas soluciones.
En este marco, Rosario Piazza recomienda a las empresas elegir plataformas que permitan trabajar en un entorno 360º, que abarque todo el proceso de compras y aprovisionamiento de un modo centralizado, automatizado e integrado con el resto de los sistemas de la organización.
Una recomendación especialmente significativa en términos de ahorro, pues según el CEO de Fullstep, la digitalización puede abaratar un 15% del coste operativo de la gestión de compras, gracias a los entornos colaborativos, que evitan incidencias y mejoran la eficiencia de todos los procesos, ofreciendo además mayor control y transparencia.
“Las organizaciones de compras que consiguen un proceso más inteligente, eficiente, seguro y colaborativo alcanzan su máximo potencial de rendimiento operativo y rentabilidad”, afirma.
5. Externalización de compras
Para muchas empresas, la falta de recursos impide definir adecuadamente e implementar una estrategia de compras. En estos casos, externalizar este rol contribuye a mejorar y hacer más eficientes los procesos ya existentes, además de conseguir reducir hasta un 25% los costes operativos.
En definitiva, no estamos ante un cambio de las necesidades de la población o de las empresas, pero probablemente sí de la procedencia de los productos. Esto conllevará la aparición de nuevas fuentes de suministro con las que suplir las carencias actuales. Y para ello se irá incentivando la producción con ayudas y subvenciones.
Creación de un comité de riesgos
“Hay empresas de todos los tamaños y sectores que necesitan desarrollar el área de compras y dotarse de un programa para el control de riesgos del proveedor, que idealmente incluya la creación de un comité de riesgos. Deben ponerse las pilas para identificar dónde están sus riesgos, cuáles son las cadenas de suministro más tensionadas, buscar proveedores alternativos preferiblemente locales, etc”.
Y para ello, Piazza insta a hacer pedagogía interna y a romper con el estigma del mejor precio. “Ahora toca tener una cadena de suministro estable, transparente, trazable y con poco riesgo”, concluye.
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