¿Quieres prácticas? Busca un autónomo

El verano es la oportunidad de muchos jóvenes para iniciar su acercamiento al mundo laboral a través de las prácticas en empresas. Buscan conocer de cerca cómo es el día a día de la profesión que han elegido y completar su formación teórica con la práctica. Así que comienzan el periplo desde meses antes por las grandes empresas buscando programas de acogida. ¿Sólo por las grandes corporaciones?, ¡no! La opción de elegir un autónomo o una pyme es cada vez más demanda por los jóvenes para completar su formación fuera del aula.

Las razones son varias, pero la fundamental es que quizá sea la mejor opción para conocer el escenario real de un entorno de trabajo. Sin filtros, sin red, un cara a cara con el mundo laboral.  Problemas que hay que solucionar, tareas que hay que cumplir, limitación de recursos y así un largo etcétera.

Demos un repaso a las fórmulas legales que tienen los autónomos para acoger a estudiantes en prácticas y a las razones para hacerlo. Si eres un estudiante, elegir un autónomo podría ser una opción bastante interesante. ¿Comenzamos?

Becarios, alumnos en prácticas y contratos de aprendizaje

Legalmente existen tres fórmulas a las que se pueden acoger los autónomos para contar con este tipo de programas.

Por qué elegir un autónomo para realizar prácticas

Aparte de los incentivos y opciones legales que tienen los autónomos para contar con alumnos en prácticas, hay una serie de motivos que empujan a los estudiantes a elegir a trabajadores autónomos y pymes para desarrollar sus prácticas.

El principal es que cuando deciden realizar su entrenamiento profesional con un autónomo es como si se tratara de un proceso de ‘tutorización individual’. El autónomo se convierte en un mentor del alumno, indicándole, guiándole por los procesos de negocio.  El objetivo principal de las prácticas profesionales es adquirir el conocimiento, habilidades, destrezas y competencias para luego llevarlo a cabo y esto, en muchas ocasiones, no siempre es posible en empresas más grandes.  Pero hay más:

Curva de aprendizaje altísima

Estar con un autónomo en su día a día implica adquirir un aprendizaje no sólo rápido sino también constante y continuo. Desde el momento cero, se adquieren responsabilidades y la experiencia real es la que otorga esta instrucción de primerísima mano.

Mayor integración en el ciclo de negocio

Las posibilidades que tiene un alumno en prácticas con un autónomo de contar con una perspectiva real y completa de la actividad son mayores que si estuviera en una empresa.

Adquisición de habilidades y conocimientos

Los conocimientos pueden servir a los alumnos para estar mejor valorados en el mercado laboral.

El escenario ha cambiado y si antes los estudiantes se dirigían casi exclusivamente a las empresas para desarrollar sus prácticas, hoy, los emprendedores también figuran entre las opciones de los alumnos para completar su formación académica con la experiencia laboral.

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