¿Por qué Fog Computing y Edge Computing son esenciales en tu empresa?

Fog Computing

Para el 2025 se espera que todos los dispositivos alrededor del mundo generen cerca de 175 zettabytes (Coughlin, 2018). Posiblemente si procesamos toda esa información en tiempo real en la nube, esta colapsaría. En efecto, para superar varios de estos retos se ha creado una nueva forma de procesamiento llamada computación de niebla o Fog Computing.

Antes que nada, te vamos a contar en qué consiste y cuáles son sus beneficios para las empresas.

Fog Computing y las ventajas que ofrece a las empresas

Fog Computing es un concepto nuevo de infraestructura de red donde los datos generados por un dispositivo no se cargan directamente a servidores en la nube. Al contrario, son preprocesados ​​por mini centros de datos descentralizados.

Entonces, para un adecuado funcionamiento, la estructura de red se extenderá desde el perímetro externo. Justo allí donde los datos son generados por los dispositivos IoT. Como resultado, una vez que los datos sean recopilados, se envían y centralizan en la nube.

Es así como “la niebla” o fog se convierte en el enlace faltante entre los datos que se envían a la nube, y lo que se puede analizar localmente. Además, este tipo de conexión ofrece otras ventajas tales como:

¿Qué es Edge Computing?

Una característica destacable de Edge Computing es su capacidad de proporcionar poder de procesamiento en el borde de la red.

Por consiguiente, los tiempos de respuesta son más cortos, ya que los datos se procesan localmente. Además, ofrece algunas ventajas adicionales como:

Edge Computing y su relación con Fog Computing

¿Cómo funciona Edge Computing? Por lo que se refiere a la computación Edge los datos provenientes de los dispositivos son recopilados y analizados directamente mediante controladores. Igualmente, utiliza sensores y otros dispositivos que aumentan su conectividad. Entonces, ¿en qué se diferencian Edge Computing y Fog Computing? En efecto son similares, aunque existen ligeras diferencias entre ellos:

Edge Computing Vs. Fog Computing

Edge Computing y Fog Computing pueden coexistir en un mismo sistema de inteligencia. Es decir, ambos modelos aseguran que los datos se puedan procesar localmente. Sin embargo, también puede existir una integración con Cloud Computing que proporciona capacidades adicionales. Como resultado los datos restantes se pueden enviar a la nube para un posterior análisis y almacenamiento.

Sin demeritar uno de otro, este es un ejemplo en el que estas tecnologías funcionan:

Conducción autónoma: un automóvil provisto de conexión a una red 5G podría acceder a un servidor en la nube. Asimismo, mantener registros operativos y de mantenimiento. Sin embargo, la nube no es el mejor lugar para decisiones algorítmicas complejas que eviten la colisión en carretera de un vehículo autónomo.

Por esto, hay empresas integrando las tres tecnologías, Edge, Fog y Cloud para procesar datos de forma simultánea.

A partir de ahí, se pueden agregar los servicios Edge y Fog Computing que soportan tus dispositivos IoT actuales. Esto sumado a la eventual llegada de la red 5G, la integración smart grid y otros servicios, podrán hacer parte de tu propia plataforma integral. De esta manera, se podrá mejorar la eficiencia de los procesos que se realizan en una organización.

Imagen de cabecera: Sigmund 

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