Este artículo está enfocado a la productividad de pymes y autónomos, sobre cómo llevar objetivos SMART a la práctica. Si nunca has oído hablar de este término, sigue leyendo, descubrirás qué es y por qué es importante diseñar estos objetivos para tu estrategia no solo de marketing, sino también de negocio.
Te avanzo un resumen: se trata de una planificación realista, con objetivos muy concretos, con asignación de recursos y tiempo. La mejor manera de no perderte y ser más productivo. También te hablaré de cómo llevarlos a cabo.
Combate la multitarea, fija objetivos
Una sola palabra: productividad. Una obviedad: el día tiene 24 horas. Una pregunta: ¿Cuántas de esas horas dedicas a tu proyecto, empresa o actividad? Otra más: ¿Qué parte de tu jornada laboral es realmente productiva? Ahora, respóndete tú mismo.
Emprender no es como lo pintan, algo fácil y sencillo. Emprender es enfrentarte a lo desconocido, un mundo por explorar. Si estás en esta situación, sabes de lo que te hablo. La lista de tareas puede ser inmensa y sobrepasarte, hasta el punto de provocar parálisis.
Y esto se agrava cuando estás tuiteando mientras redactas un post o cuando respondes un correo mientras diseñas tu nueva campaña de marketing. ¿Te suena? Esto es el modo “multitarea”. En contra de lo que suele pensarse, hacer varias tareas al mismo tiempo, despista mucho y reduce la productividad.
Si te has identificado con este escenario, lo primero que debes hacer es fijar objetivos. Para ser productivo con tu tiempo y tu trabajo, no te disperses en varios proyectos. Evita los puntos de fuga y márcate pautas de atención en las tareas que realizas. Te ayudará a ser más eficiente.
Y en este cometido, es fundamental que concretes tus objetivos. Es más difícil de lo que parece, sobre todo porque tendemos a fijarnos objetivos poco realistas y, por tanto, bastante improbables de cumplir.
Metodología SMART
Otro error que solemos cometer es fijar objetivos o demasiado generalistas y, por tanto, inabarcables, del tipo: “aumentar ventas”, o bien, no concretar fechas para su cumplimiento. Esta es la mejor manera de no saber en qué fase te encuentras y qué objetivos has alcanzado y cuáles no.
Seguir una metodología SMART implica que tus objetivos cumplen con una serie de características, en concreto, cinco. La palabra realmente es un acrónimo inglés que significa «inteligente» y sus siglas detallan las coordenadas que deben seguir tus objetivos:
Específico (Specific): no sirven los objetivos generales. Debes detallar y descender hasta donde sea posible. Cuánto más específico, más sencillo te será hacer su seguimiento. Puedes marcar objetivos principales y secundarios y luego subobjetivos dentro de cada uno.
Medible (Measurable): ingresos, cantidades, porcentajes, etc; todo lo que te ayude para medir y saber si se ha cumplido tu objetivo. La medición es uno de los principales factores para la mejora continua de tus procesos. Evita los adverbios de cantidad. Ej: “Aumentar más las ventas el próximo trimestre”. ¿Cuánto es más?
Alcanzable (Achievable) o, lo que es lo mismo, realista. No sirve de nada que te marques objetivos inalcanzables. Solo te frustrarán y te alejarán de tus propósitos. Debes ser consciente de tus limitaciones y la situación en la que te encuentras. Tus objetivos tienen que ser retadores, pero no imposibles de conseguir.
Relevante (Relevant): desecha todos los objetivos que no te conduzcan hacia donde quieres. Analiza si el objetivo que te marcas tiene un impacto positivo en tu negocio o supondrá mejoras para tu proyecto. Si te marcas objetivos poco relevantes, habrás perdido tiempo y esfuerzo en conseguirlos.
Acotados en el Tiempo (Time Based): si no fijas una fecha para el cumplimiento de tus objetivos, el resultado será difuso, impreciso. Puede ser que tu objetivo sea incrementar un 10% tu captación de clientes, pero no es lo mismo alcanzar esa cifra en tres meses, quizá imposible, que en tres años, cuando tal vez ya no sea significativo.
Concretando objetivos SMART
Utilizar verbos de acción y seguir una estructura parecida a esta puede ayudarte a redactarlos: verbo + cifra + qué + cuándo + dónde. Quizá te aclaren más estos ejemplos:
- Aumentar ventas un 5% más de mi catálogo “Promoción Verano” en un plazo de dos meses por medio de campañas de Facebook Ads.
- Conseguir 10 entrevistas al mes para el departamento comercial mediante servicios de Social Selling en Linkedin.
- Aumentar mi lista de suscriptores a formaciones un 10% a través de campañas de email marketing en seis meses.
Fijar tus objetivos con una metodología SMART te ayudará a gestionar mejor tu tiempo, a ser más eficaz en tu trabajo y que tus horas sean más productivas.
Tu recurso principal es el tiempo y no debes malgastarlo. Contar con una hoja de ruta clara, con objetivos desglosados y enmarcados en una estrategia global, te proporcionará una manera inteligente de llevarlos a cabo.
El día tiene 24 horas y no podemos estirarlas más, pero sí aprovecharlas al máximo.