No podíamos hablar de “Empresas Matusalem” sin hablar en primer lugar de la empresa del mismo nombre, una empresa a la que tenemos especial cariño.
En una preciosa isla caribeña llena de gente amable y conocida como el Caimán Verde, nacía en el año 1872 un ron exquisito gracias a Matusalem & Co. Fundada ese mismo año en Santiago de Cuba por dos españoles, Benjamín y Eduardo Camp, quienes cruzaron el charco para crear una destilería de ron. Ayudados por su socio Evaristo Álvarez y apoyados en una fórmula secreta (hecho éste que seguramente inspiró a la Coca-Cola company después, aunque esto no está documentado ;-), su idea era basarse en el proceso de elaboración del Solera (destilación y mezclado), que se había creado y utilizado en España para sherries, brandies y cognacs.
La idea del nombre de la empresa se les ocurrió por asociación con el periodo de maduración del caldo necesario para conseguir el sabor único, especial y deseado del nuevo espirituoso, eliminando la aspereza típica y dando lugar a un ron más suave y refinado. Su creación no ha parado de ganar premios desde el año 1881, por no hablar de los adeptos los fines de semana 😉
Como tantas otras de nuestras queridas Empresas Matusalem, también hubo una guerra de por medio que influyó en su devenir: la guerra contra España, que finalizó en 1898 y que supuso la independencia de Cuba, y aunque afectó a los negocios, consiguieron sobrevivir.
Benjamín vuelve a España en 1912 y el hijo de Evaristo, Claudio Álvarez Lefebre, se incorpora al negocio. Además ambas familias quedan unidas al casarse la hija de Evaristo con el hijo de Eduardo Camp. Con la sucesión resuelta, que suele ser una de las principales causas de mortalidad de muchas empresas exitosas, Claudio dirige la empresa durante el primer cuarto del siglo XX dándole presencia global, lo que les posiciona perfectamente para entrar en los dorados años 30.
La Ley Volstead, más conocida como Ley Seca, tuvo dos efectos principales. El primero, dio pie a multitud de películas de gangsters; y el segundo, convirtió a Cuba en destino principal de muchos estadounidenses que querían disfrutar de vacaciones, sol y una copa tranquila, sin sobresaltos y en buena compañía. Nace la Época Dorada de los Cocktails. La empresa aprovecha esta situación positiva de su entorno para crecer en su mercado natural.
A Claudio le sucede su hijo, del mismo nombre, y ya vamos por la segunda generación. Educado en USA, demuestra sus habilidades de gestión y marketing para mantener a la empresa en la buena línea anterior durante la guerra mundial y posguerra. Sin embargo, al ser Claudio Álvarez Soriano hijo único, el proceso de sucesión dejó la empresa en manos de un gestor profesional en 1956.
Padre e hijo fallecen el mismo año, uno por su avanzada edad y el otro pocos meses después por un cáncer de pulmón, y dejan a la empresa huérfana de liderazgo en el peor momento. Fidel Castro relanza su guerra contra Batista, que termina con la caída del éste en 1959 y la llegada del socialismo a la isla. En este momento Matusalem controlaba el 50% del mercado del ron cubano.
La familia se exilia en los años 60 a USA, donde comienza una batalla por recuperar lo que les pertenece, siendo el principal frente el control de la marca. El negocio también se relanza en USA mediante tres filiales diferentes abiertas por miembros de la familia. El gobierno cubano siguió fabricando ron en la destilería, bajo el nombre de Ron Santiago.
El Doctor Claudio Álvarez Salazar, bisnieto del fundador y licenciado en Medicina, decide en los años 90 intentar recuperar el control de la empresa, entrando en una batalla judicial con varios grupos que llevaban desde los años 70 intentando hacerse con la marca Matusalem. En el año 1995 y mediante un acuerdo extra-judicial la marca vuelve a la familia y a partir del año 97 el Dr. Claudio Álvarez comienza la tarea titánica de relanzar Matusalem en todo el mundo.
Desde el año 2002 el ron Matusalen vuelve a estar en el mercado, y la empresa se centra en rones Premium y de alta gama, volviendo a las raíces originales de la empresa.
Hoy la quinta generación está al frente de la compañía, en el nombre de Claudio R. Álvarez, hijo del Dr. Claudio Álvarez Salazar. El ron Matusalem se produce en la República Dominicana, en formato blended, es decir, mezclando rones añejos con otros más jóvenes y exuberantes para conseguir reducir su aspereza y darle el sabor suave que le hizo famoso hace casi 140 años. Los master blenders son descendientes de los fundadores de la empresa.
Así pues Matusalem & Co presenta muchos de los factores que vamos a ver en la mayoría de estas compañías: empresa familiar, con pasión por su negocio y enfocados en la marca y la calidad, liderada por generaciones de la misma familia que han sido capaces de sortear crisis y desgracias, produciendo un producto relativamente sencillo o básico, y mirando siempre hacia el futuro, con un gran enfoque de cliente.
En definitiva, una empresa Matusalem de pleno derecho, valga la redundancia.
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