Con más de 15 mil millones de dispositivos conectados a Internet, muchos ya conocen la importancia del IoT, pero existe una variante más allá de los equipos y menos conocida que trata del comportamiento de las personas y puede ser aún más importante. Conozca el mundo del Internet of Behaviors (IoB).
El Internet del Comportamiento o Internet of Behaviors (IoB) no es algo nuevo. De hecho, el término viene de 2012, cuando el profesor finlandés Göte Nyman propuso la idea de usar la tecnología para comprender, predecir e influir en el comportamiento humano.
Para Forbes, el IoB es un sistema que utiliza sensores y otras tecnologías para supervisar, analizar y predecir el comportamiento humano, usando tendencias como la inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automático (ML), Big Data, la computación en la nube, IoT, aplicaciones móviles, wearables, realidades mixtas y analítica, entre otros.
Su potencial es tal que fue resaltado por Gartner como una de las tendencias tecnológicas más importantes de los próximos años, un punto en el que coinciden analistas como Spherical Insights, que proyectan un mercado global cercano a los 3 billones de dólares (2.99 billones).
Usos e Importancia del IoB
Una de las formas más sencillas de entender el impacto del IoB es a través de casos concretos. Por ejemplo, suponga que su coche almacena los datos de su velocidad de conducción, cantidad de frenadas, distancias recorridas y cantidad de combustible. Aunque estos datos son relativamente útiles para los usuarios, para las compañías de seguros son oro puro.
El IoB permitiría ajustar automáticamente la prima de seguros de cada conductor de forma más acertada. Es tal su valor que recientemente el New York Times reveló cómo algunas aplicaciones de los teléfonos móviles pueden estar recogiendo esta información de forma secreta.
O, por ejemplo, ¿recuerda la pandemia del Covid-19? En medio de esta tragedia, los datos de millones de usuarios y sus dispositivos fueron usados para generar patrones de contagio y desplazamiento por parte de instituciones de salud y gobierno. En otras palabras, el IoB es un elemento vital para el diseño de las Smart Cities.
Otras verticales y desafíos
Más ejemplos del IoB se pueden ver en nichos de mercado como las agencias de viajes, las finanzas o incluso el retail, entre muchos otros. De esta forma, chatbots con información ajustada a los perfiles de cada usuario pueden promocionar paquetes turísticos o los bancos pueden ofrecer créditos justo en las épocas de mayor consumo.
Como mencionamos previamente, las raíces de esta tendencia vienen siendo usadas desde hace años, pero el IoB las recoge bajo una sola sombrilla, unificando las tecnologías y recopilando, combinando y procesando datos de muchas fuentes, desde redes sociales y ubicación hasta servicios públicos.
Aunque el IoB es útil para la construcción de planes de mercadeo y para mejorar la experiencia del cliente y los ciudadanos, su impacto es tal que han surgido desafíos regulatorios asociados a la privacidad y uso de los datos. Un debate que estamos atravesando en este momento y que definirá no solo el futuro del IoB, sino también el de otras tecnologías como la Inteligencia Artificial.
Si quieres saber cómo desde Movistar Empresas te podemos ayudar a impulsar la transformación de tu negocio ingresa aquí.
Imagen de snowing en Freepik