Internet of Behaviors (IoB), ¿La siguiente gran tendencia?

Mientras la cantidad de dispositivos que se conectan a la red (IoT) se disparan en todo el planeta, también lo hace la información que ellos proporcionan acerca de sus usuarios, así nace otra tendencia. Conozcan el Internet of behaviors (IoB).

Mientras la cantidad de dispositivos que se conectan a la red (IoT) se disparan en todo el planeta, también lo hace la información que ellos proporcionan acerca de sus usuarios, así nace otra tendencia. Conozcan el Internet of behaviors (IoB).

Destacado por la firma analista, Gartner, como una de las grandes tecnologías del 2021, el Internet of behaviors, o IoB, consiste en utilizar datos para cambiar los comportamientos de los sujetos. 

Por ejemplo, en el caso de los choferes, esta tecnología puede registrar cómo conducen y ayudarlos a tener recorridos más seguros. O en la pandemia puede ayudar a los restaurantes para hacer sentir más tranquilos a sus clientes.

El IoB está creciendo tanto que estará presente en todas las verticales inimaginables, desde el sector salud, y de aseguradoras, hasta de gobierno. Incluso se dice que para 2025, la mitad de la población del planeta será sujeta de alguna forma de IoB ya sea gubernamental o por parte de la empresa privada.

Por supuesto, esta tendencia será sometida a varios niveles de escrutinio, en diferentes gobiernos y entidades ONGs por su posible impacto ético. Pero dado lo reciente de su nacimiento, el IoB todavía está en fase de desarrollo y presenta varias opiniones, versiones y usos. 

Otras definiciones y usos

Incluso el IoB es definido por algunos analistas como el área de la investigación y desarrollo que busca entender cómo, cuándo y porqué los humanos usan la tecnología para realizar decisiones de compras. 

Para tal fin, el IoB tiene tres grandes campos de estudio como son las ciencias del comportamiento; la analítica y, por último, el Internet de las Cosas. 

Y es tal vez, el Internet de las Cosas el más visible de estos componentes, pues el IoB se basa en la recolección constante de información de innumerables dispositivos que rodean al consumidor como los parlantes inteligentes, sus relojes, celulares, dispositivos de streaming y publicaciones en redes sociales, entre otros.

Esta información es reunida por plataformas de analítica que las clasifican y sobre esta información viene un análisis posterior para hallar patrones, comportamientos inusuales y nuevas tendencias.  

Y por supuesto, viene el análisis de expertos que intentarán descubrir cómo nos relacionamos con la tecnología, cómo estamos comprando y por qué lo hacemos. Pero esto apenas es el comienzo, el comportamiento de los sujetos cambia periódicamente y solo la tecnología puede ayudarnos a seguirle el paso.

Imagen de tirachardz en Freepik

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