Gestión de los medios de cobro ante la crisis del coronavirus

Medios de cobro más efectivios

Con la crisis originada por el coronavirus, resulta fundamental que las empresas, especialmente pymes y autónomos, aseguren el cobro de sus clientes. Si la venta en muchos casos se ha visto reducida, es de vital importancia tratar de cobrar la totalidad de lo que ahora se logre vender.

Desde el punto de vista del proveedor, siempre que sea posible, convendrá elegir medios de cobro cuya emisión controle y que no retrasen el abono por parte de los clientes. A continuación, repaso algunos de los que son más utilizados, teniendo en cuenta sus particularidades en las circunstancias actuales.

Efectivo

En principio, el efectivo sería el mejor medio de cobro y el más seguro, especialmente para los negocios que comercializan sus productos al por menor. No obstante, existen una serie de restricciones que afectan a su uso, algunas de tipo general y otras relacionadas con la situación excepcional que vivimos en la actualidad.

Desde un punto de vista general, el cobro en efectivo es poco práctico y lleva aparejados los riesgos de robo o extravío. Además, en España, está limitado a 2.500 euros cuando alguna de las partes intervinientes en la operación actúa en calidad de empresario o profesional, según lo que establece la Ley 7/2012.

Y con respecto a la situación actual, el miedo al contagio del coronavirus a través de billetes y monedas está haciendo que muchas empresas recomienden a sus clientes la no utilización del efectivo para pagar sus compras.

A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que el riesgo de contagio a través del efectivo es muy bajo, el miedo ha hecho que éste se vea como algo inseguro.

Sin ir más lejos, Caixabank ha comunicado que desde la declaración del estado de alarma, la retirada de efectivo en sus cajeros automáticos ha caído más del 40 por ciento. Algunos quieren ver en esta situación el principio del fin del dinero en efectivo, aunque yo sigo teniendo dudas al respecto.

Tarjeta bancaria

La tarjeta bancaria también es un medio muy utilizado por negocios que venden al por menor. Entre sus ventajas destacan la seguridad de cobro, la aceptación generalizada por parte de los consumidores y ser un medio de pago en Internet.

Su utilización también se ha reducido en España, aunque lo ha hecho menos que la retirada de efectivo (Caixabank habla de una caída del 30 por ciento). En este punto debe tenerse en cuenta la gran cantidad de establecimientos que han estado cerrados desde la declaración del estado de alarma.

Si bien el pago con tarjeta en la compra online ha podido mitigar parte de la caída, la suspensión de negocios ha sido tan radical que no ha podido compensarla del todo.

Transferencia bancaria

Es el medio más utilizado por las empresas, donde la iniciativa de pago es del cliente, lo cual puede suponer un inconveniente en momentos como el actual, donde es previsible que la morosidad crezca.

Una forma de atenuar el riesgo, especialmente recomendable en el caso de clientes nuevos, y en estos momentos donde existen dificultades de suministro y producción, es solicitar el pago de un porcentaje determinado de la venta por adelantado mediante transferencia.

Cheque

Este medio de cobro permite al cliente ordenar a una entidad bancaria en la que tiene cuenta pagar al proveedor una cantidad de dinero. Es un documento emitido y firmado por el cliente, por lo que la iniciativa del pago es suya.

En este momento, es especialmente recomendable que el cheque que se reciba de un cliente sea conformado (la entidad bancaria asegura que el cliente tiene fondos) o bancario (emitido por la propia entidad bancaria que responde de su pago).

Adeudo directo

En el caso del adeudo directo, es el proveedor el que tiene la iniciativa del pago, ya que puede iniciar el cargo en la cuenta del cliente, sobre la base del consentimiento de éste, y a través del banco con el que trabaje.

De los dos tipos de adeudos directos que existen, básico y B2B, con la crisis del coronavirus es especialmente recomendable el segundo de ellos, puesto que el cliente no puede solicitar su devolución una vez que se carga en cuenta.

Efecto comercial

Por último, a través de los efectos comerciales (pagarés, letras de cambio, etcétera), el cliente se compromete a pagar un importe en una determinada fecha.

La iniciativa es del cliente, pero si la empresa proveedora los recibe con rapidez, puede financiarse con ellos a través de su descuento comercial. Conviene que el proveedor negocie que sean emitidos “a la orden”, para tener mayor facilidad a la hora de descontarlos.

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