Días después de publicar mi artículo “Comercio aumentado y redes sociales: la nueva fórmula para vender”, comenté con mis alumnos de eCommerce que algunas grandes compañías, como Google, Facebook y Huawei, han dado un paso más y están investigando estrategias de Inteligencia Artificial (IA) en el sector de la venta online.
Andreas Kaplan y Michael Haenlein definen la inteligencia artificial como “la capacidad de un sistema para interpretar correctamente datos externos, para aprender de dichos datos y emplear esos conocimientos para lograr tareas y metas concretas a través de la adaptación flexible”.
Con la IA se abren infinidad de oportunidades para lograr mejores resultados en la venta online y hacer más fácil y emocionante la vida de los usuarios y, de paso, ayudamos a avanzar al Big Data, con el análisis de los datos necesarios para alimentar esta tecnología, que ayudará a cambiarlo todo en los próximos años.
La Inteligencia Artificial no es más que un programa desarrollado a medida, que ha ido evolucionando desde ordenadores que aprenden automáticamente de las experiencias sin estar programados para ese fin (Machine Learning), hasta llegar a ordenadores que además imitan al cerebro humano, gracias a los datos, y así pueden anticiparse a cualquier necesidad, para conseguir experiencias totalmente personalizadas (Deep Learning).
Inteligencia artificial y comercio electrónico
Uno de los usos más interesantes de la IA es la atención al cliente. Los bots aprenden de forma automática de las interacciones con los usuarios, imitan el funcionamiento “automatizado” de los humanos y son capaces de ayudar, asesorar y conversar con el cliente de forma natural, sin que intervenga una persona. Así pues, todas esas interacciones los ayudan a seguir perfeccionando sus habilidades para ser cada día más perfectos.
Asimismo, estas nuevas funcionalidades nos permiten mejorar la experiencia de usuario (UX). Gracias a estas interacciones virtuales, podemos conocer y segmentar mejor al cliente, la interacción es única y personalizada, y depende siempre del análisis de su historial, su comportamiento, sus hábitos y sus preferencias. Los datos se “cruzan” para dar un mensaje exclusivo y el resultado esperado.
La incorporación de ese tipo de tecnología avanzada, además de recopilar datos de clientes habituales, nos ayuda a tener información de posibles clientes para detectar sus necesidades en tiempo real, hacer predicciones y preparar algún tipo de acción personalizada las 24 horas del día, los siete días de la semana.
El control de los datos permite conocer el comportamiento del usuario y de los clientes, es decir, los análisis de datos predictivos de la IA ayudan a conocer la demanda futura y a gestionar mejor los stocks de productos con grandes posibilidades de acierto.
En este sentido, la empresa de tecnología RTB House destacó tres puntos importantes de la IA para impulsar el comercio electrónico y tener la capacidad de personalizar el customer journey:
- Algoritmos que predicen la toma de decisiones. Si tenemos un control exhaustivo de los stocks, según la demanda, entra en valor la entrega del pedido. Los sistemas nos facilitan algoritmos que son los encargados del proceso, no solo para ahorrar tiempo y dinero, sino también para anticiparse en la entrega. Gracias a la posibilidad de saber qué comprará el cliente, podemos acelerar el envío del producto, justo antes de que proceda a comprarlo.
- Recomendaciones muy precisas. Los sistemas de la tecnología Deep Learning crean unos parámetros para poder realizar recomendaciones muy precisas, basadas en el conocimiento y en la intención y la actitud de los usuarios. El éxito de este sistema está en la velocidad de recogida de datos, lo que nos permite actuar como lo hacen las personas.
- Algoritmos que reconocen imágenes. La incorporación de la Inteligencia Artificial a la gestión de las imágenes nos ayuda a encontrar un producto del cual no tenemos contenido y solo hemos visto en alguna red social (especialmente Pinterest), los sistemas de IA hacen el resto. Una de sus múltiples aplicaciones: vamos por la calle, vemos un producto que nos gusta, lo fotografiamos con la cámara del móvil y automáticamente lo identifica y lo añade al carrito de la compra del eCommerce que incorpore la IA.
Empresas más cercanas
Jorge Sanabria, Developer en FreshCommerce, asegura que “aunque para el público en general la Inteligencia Artificial suene algo fría y sin humanidad, está ayudando a las marcas a ser más personales y cercanas que nunca, impactando de manera notoria en cada aspecto de la experiencia del comercio electrónico de la misma, desde la creación de contenido, navegación, búsqueda, conversión, recomendaciones, atención al cliente, logística, etc. Aunque todavía esté en sus primeras etapas, lo cierto es que para las grandes compañías del eCommerce y del mundo en general, ya es una realidad en algunos aspectos, gracias a no conformarse e impulsar la innovación de manera proactiva”.
En definitiva, el futuro del comercio electrónico pasa por la Inteligencia Artificial, ya que ayuda en la toma decisiones, aumenta las ventas, y hace las compras más exactas y con garantías de éxito, gracias a los datos masivos que el propio usuario facilita.