Antes considerado un diferencial, una forma de proyectar una imagen positiva para las empresas, el ESG (Environmental, Social, and Governance) se ha convertido en la actualidad en una exigencia de las nuevas generaciones y de las entidades multilaterales. ¿En qué consiste y cuáles son sus retos?
En 2004, James Gifford, responsable de asesoramiento sobre sostenibilidad e impacto de Credit Suisse en Zúrich, acuñó un nuevo término: ESG, una palabra que sería incluida en el informe de la ONU ‘Who Cares Wins’ y que buscaba convencer a los tomadores de decisiones sobre la importancia de la sostenibilidad.
Veinte años después, este término se ha convertido en parte de los pilares estratégicos de múltiples organizaciones que se han comprometido con metas sostenibles concretas para la reducción de emisiones, incluyendo gigantes como:
- Apple, Microsoft y Google se comprometieron a lograr la neutralidad en carbono en 2030.
- Telefónica Movistar tiene una meta de cero emisiones netas para 2040.
- Ford se comprometió para 2050.
En el caso colombiano, algunas empresas que se han destacado en este frente son: Carulla, Postobón, el Banco de Bogotá y los oleoductos de los Llanos Orientales y el Oleoducto Bicentenario de Colombia, entre otros. Su adopción ha sido tal que, según Bloomberg Intelligence, los activos globales ESG están en camino de superar los 53 mil millones de dólares para 2025.
¿Cuáles son los pilares del ESG?
Aunque el término ESG (Environmental, Social, and Governance) nació en 2004, sus orígenes datan de años atrás. Como ejemplo, en 1970 se hablaba de la inversión socialmente responsable (ISR) y posteriormente, en los ochenta, de la responsabilidad social corporativa (RSC), que añadía problemáticas sociales como los derechos humanos y la ética de la cadena de suministro.
En el caso específico del ESG se incluye un conjunto de parámetros para medir el impacto medioambiental y social de una organización, como son:
- Environmental (E): referente al efecto que las empresas tienen en el medioambiente, ya sea de forma directa o indirecta, e incluyendo su gestión de residuos, uso de recursos naturales, emisiones de carbono, conservación de la biodiversidad, etc.
- Social (S): trata del impacto de una organización en su entorno social, clientes, colaboradores y sus habitantes.
- Governance (G): atañe al gobierno corporativo de la empresa, sus políticas de transparencia, diversidad, inclusión y códigos de conducta, entre otros.
¿Cuál es su futuro?
El crecimiento del ESG no se detendrá; de hecho, es un componente de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un documento aprobado en septiembre de 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En Colombia, existe el ‘Protocolo Verde’, una iniciativa del 2022 liderada por Asobancaria y el gobierno que busca generar alianzas entre sectores para cumplir en temas como la transparencia, el desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático.
Pero incluso más allá de las regulaciones nacionales e internacionales, el ESG y todo el impacto ambiental y social de las organizaciones se ha convertido en un tema seguido de cerca por las generaciones Z y venideras que entienden la importancia de preservar el planeta en que vivimos.
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