Abogado, joven y con experiencia son tres de las características que definen a Álvaro Escudero, secretario general de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Madrid.
Pero además enarbola el derecho de defensa de las personas y está totalmente comprometido con el fomento del emprendimiento responsable para mejorar la sociedad.
AJE Madrid, de la que Escudero es portavoz, es ampliamente conocida por apoyar a quienes ponen en marcha sus negocios, tanto en la búsqueda de financiación como en el asesoramiento fiscal, laboral y contable. Además, ayudan a compañías ya consolidadas en sus estrategias de crecimiento y expansión internacional.
«La situación laboral de la abogacía es muy mala desde hace muchos años. Para vivir desahogado desde un punto de vista económico, tenía dos opciones: entrar en un gran despacho, lo que descarté desde el principio, o emprender y trabajar por cuenta propia».
Así que, tras comenzar su carrera profesional en un despacho, en 2015 Escudero decidió lanzar su propio proyecto y fundó, junto a otros compañeros, Almiro Abogados, una firma en la que dirige el área penal.
En líneas generales, ¿qué caracteriza a los jóvenes empresarios?
Normalmente, los ámbitos en los que emprenden. Los jóvenes suelen apostar por sectores tecnológicos, que muchos empresarios de más edad no terminan de dominar.
Los mayores, generalmente, tienden a decantarse por sectores más tradicionales, en los que la tecnología no tiene tanto peso. Pero también hay muchas diferencias de mentalidad. Los jóvenes están dejando de lado la cultura de calentar la silla, de horarios fijos. En su lugar, prefieren la flexibilidad e incluso vincular la productividad al salario.
¿A qué dificultades se enfrentan los empresarios jóvenes en la actualidad?
Fundamentalmente, las trabas burocráticas de la Administración y los obstáculos fiscales. Hay que tener en cuenta que muchos negocios pueden requerir dos o tres años para superar las pérdidas iniciales y empezar a ser rentables. Durante todo ese tiempo hay que seguir pagando Seguridad Social, impuestos, etc.
Al margen de las barreras económicas, Álvaro Escudero denuncia el prejuicio hacia muchos empresarios jóvenes, quienes en ocasiones sufren descalificaciones basadas simple y llanamente en su corta edad. Y es que, como demuestra su trayectoria profesional, la juventud no está reñida con la cualificación, ni tampoco con la experiencia.
¿Cuáles son las claves del éxito de un empresario joven?
En primer lugar, establecer objetivos realistas para el negocio.
Asimismo, es fundamental tener habilidades comunicativas para generar confianza en clientes y proveedores.
«No obstante, veo una carencia de estas destrezas en todo tipo de empresarios, incluso en muchos que han resultado muy exitosos. Son habilidades con las que se puede nacer, pero que también es posible entrenar para desarrollarlas».
Álvaro Escudero reconoce que cuando finalizó su formación académica, no sabía hablar en público. Recuerda sus nervios, sus temblores de voz… Ahora, en cambio, compagina su labor como portavoz de AJE Madrid con la colaboración en los medios de comunicación, para analizar la actualidad jurídica del ámbito penal.
Asegura que mejorar la oratoria -una de sus pasiones- incrementa las posibilidades de ganar un juicio. Y cree firmemente en la importancia de esta destreza a la hora de emprender cualquier negocio.
La tecnología como vía de supervivencia
Las consecuencias de la pandemia están siendo tremendamente dramáticas en sectores como el turístico o el hostelero.
Mientras un buen número de estas compañías se han visto abocadas a echar el cierre, la tecnología se ha convertido en un bote salvavidas para otras muchas, obligadas no obstante a acelerar vertiginosamente sus procesos de digitalización.
Procesos con los que los jóvenes suelen sentirse más familiarizados, gracias sobre todo a la naturalidad con la que se adaptan al medio tecnológico para impulsar los negocios.
El Secretario General de AJE Madrid destaca que esa mentalidad tecnológica y digital está marcando la respuesta de los empresarios jóvenes frente al virus.
En su caso, tenía previsto crear una web personal para escribir un blog, posicionarlo, mejorar su imagen en redes sociales… Y aprovechó el confinamiento domiciliario de la pasada primavera para llevarlo a cabo.
¿Qué consejo le daría a un empresario joven?
Que desarrolle un plan de empresa totalmente detallado, que tenga todo superanalizado y que establezca objetivos realistas. Muchas veces se lanzan proyectos sin estudiar lo suficientemente las circunstancias y el contexto, lo que puede resultar nefasto.