Los datos son la vida de las empresas, por eso no es extraño escuchar cifras como estas: la gestión de datos o data management moverá más de 126 mil millones de dólares para 2026. Pero más allá de la tecnología, ¿cuáles son las mejores prácticas para este nicho?
Aunque parece obvio decirlo, la gestión de datos es la disciplina encargada de ingerir, almacenar, organizar, utilizar y mantener los datos creados y recopilados por una organización.
Su importancia es clave en un mundo donde se crea más y más información cada segundo. Basta recordar que, para 2025 el volumen de datos en el mundo será 175 veces más que en 2011.
Por ello, los datos son elementos claves a la hora tomar mejores decisiones de negocios, ser más eficientes, reducir costos y prevenir riesgos financieros y de seguridad.
Pero, ¿cómo abordar esta disciplina de una forma más eficiente? Algunas buenas prácticas a continuación:
1.Defina unos objetivos claros
Sepa para qué está almacenando los datos y cómo planea usarlos en un futuro. Teniendo esto claro podrá evitar grandes cantidades de información desorganizada que reducirá su eficiencia a la hora de tomar decisiones.
2. Seguridad, seguridad y seguridad
Siempre tenga la protección de sus datos como una prioridad, revise los cuidados que ofrece su plataforma, sea in-house o a través de terceros, y esté preparado para el peor de los casos con una estrategia de recuperación de la información.
3. Defina el data management workflow
Es importante conocer el flujo de los datos en las empresas que abarcan desde la recolección y limpieza de la información, así como los roles de las personas que tienen acceso y el tipo de datos a los que pueden acceder.
4. Mantenga la gobernanza de la información tan simple como pueda
Aunque suene un poco arcaico en estos tiempos, intente diseñar los procesos en forma lineal, dejando un nodo centralizado desde el cual controlar (gobernar) los datos.
De esta forma, se facilitará la gestión de la información y la toma de decisiones. Piense, por ejemplo, en qué puede ser más útil, si tener mil indicadores claves de rendimiento (KPI) o cinco bien definidos. Porque no siempre más datos son lo mejor.
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