Es una reivindicación histórica del sector. No es por levantar ampollas, pero ¿cuántas propuestas, proposiciones y proyectos se han presentado desde el colectivo de autónomos para que su cotización se ajuste a sus ingresos reales? ¡Incontables! Suele incluirse en los programas económicos de los diferentes partidos políticos, pero nunca ha llegado a prosperar. Al menos, hasta la fecha, porque puede ser que el próximo año se inaugure con una promesa que viene de largo: cotizar por tramos en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).
Cotización mínima, la cotización mayoritaria
Actualmente, más del 65% de los autónomos en España cotizan por la base mínima. Es decir, que sólo están cubiertos por enfermedad común y accidente no laboral. En euros, esto se traduce en 278,88 euros tras la última subida del pasado mes de agosto. Y este escenario es una realidad para dos de cada tres autónomos.
¿Razones? Pues, fundamentalmente que ya es una suma bastante considerable para pagar mensualmente y que, si quisiéramos estar más protegidos frente a, por ejemplo, contingencias profesionales, es decir, la protección frente a accidentes o enfermedades relacionadas con la actividad que se desarrolla, tendríamos que aumentar esa base mínima.
Cualquier “plus” que se quiera añadir para estar más cubiertos, como por ejemplo, por cese de actividad y que nos correspondiera el “paro de los autónomos”, aumentaría la base de cotización en los porcentajes estipulados. En este caso en concreto, un 2,2% más y se elevaría la cuota mensual.
Pero, ¿de dónde viene todo esto?, ¿cómo funcionan las cotizaciones al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos? Cuando uno decide ponerse a trabajar por cuenta propia y darse de alta como autónomo tiene que elegir por qué cuota quiere cotizar.
Anualmente, los Presupuestos Generales del Estado recogen una cifra mínima y otra máxima entre las que los autónomos deben decidir por cuál cotizar. Es una horquilla en la que cada trabajador por cuenta propia elige su base de cotización.
Dejando aparte la tarifa plana y tras las últimas subidas del pasado verano, la cotización mínima está en 932,7 euros y la máxima en 3.083,7 euros.
El problema con el actual sistema de cotización es que hay muchos autónomos cuyos ingresos no superan el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), fijado en 735,90 euros, con lo que ya estarían cotizando por encima de sus ingresos.
La propia ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio afirmaba en unas declaraciones al respecto que uno de cada cuatro autónomos cotiza por encima de sus ingresos.
Beneficios netos frente a ingresos brutos
En el resto de sistemas como en el Régimen General, el salario es el elemento de referencia para determinar la base de cotización, sobre la que se establece la aportación de empresarios y trabajadores al sistema de la Seguridad Social.
No ocurre así, sin embargo, en el sistema RETA. Lo que se viene pidiendo desde el sector es una adaptación de los ingresos a las cotizaciones e introducir elementos de proporcionalidad y progresividad. Es decir, establecer una cotización progresiva de acuerdo con los ingresos reales, definiendo unas bases de cotización según tramos de ingresos.
Y esta que ha sido la gran batalla desde diversas asociaciones y una de las principales propuestas para la reforma del sistema RETA que parece que está cerca de conseguirse. Las propuestas que se han presentado a la Subcomisión de Empleo recogen varias novedades, pero las dos más importantes son estas:
- Se establece tramos de cotización en base a los beneficios netos.
- Se establece una cuota mínima para los autónomos con ingresos por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
Este es el quid de la cuestión. Desde las asociaciones de autónomos más importantes del sector, lo que se defiende es que los ingresos que cuenten para la base de cotización sean los resultantes después de haber liquidado gastos, impuestos y otros cargos derivados de la actividad. Es decir, beneficios netos y no ingresos brutos.
La cotización por tramos
La segunda petición es la cotización por tramos. A este respecto, hay dos propuestas procedentes de las principales asociaciones de autónomos:
Una de las propuestas baraja una tarifa plana de 50 euros para autónomos cuyos ingresos sean inferiores al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y hasta cuatro tramos más en función del beneficio neto, de la siguiente manera:
- Segundo tramo, entre el SMI y los 30.000 euros anuales. Pueden cotizar por la base mínima.
- Tercer tramo, entre 30.000 y 40.000 euros anuales. En el mes de junio se saldaría la cuenta con la Seguridad Social y pagaría la diferencia entre la base cotizada y una base fija de 15.000 euros anuales.
- Cuarto tramo, para los trabajadores por cuenta propia con ingresos netos entre 40.000 y 60.000 euros al año. La base anual sería de 18.000 euros.
- Quinto y último tramo, para aquellos autónomos con ingresos superiores a 60.000 euros al año. La base se eleva a los 24.000 euros al año.
En todos ellos se puede elegir la cotización, lo que cambia es la base de la misma.
Otra propuesta, también contempla la base de cotización por tramos, pero establece 10 que van desde los ingresos inferiores a 12.000 euros anuales hasta los que superan los 45.000.
La previsión es que los autónomos empiecen a cotizar a la Seguridad Social en función de sus ingresos reales a partir del 1 de enero de 2019, según las últimas declaraciones del Gobierno.
En unos meses saldremos de dudas y veremos si finalmente se materializa una reivindicación histórica reclamada por el colectivo de autónomos.