Cómo rodearse de los mejores

Hay profesionales muy inteligentes, cualificados y enormemente trabajadores que, sin embargo, no triunfan en su carrera profesional. ¿Por qué? Porque no han tenido suerte, factor número uno para lograr el éxito: suerte de haber nacido en un país concreto, de tener salud, de recibir un determinado tipo de educación, de empezar a trabajar en una empresa o en un proyecto y no en otro, etc. Así lo explicó Claudio Fernández-Aráoz, destacado “cazatalentos” y autor del libro “Great People Decisions”, durante la conferencia que dio recientemente en Expomanagement 2012.

“Pasamos 25 años de nuestras vidas estudiando y el resto trabajando”, aseguró Fernández-Aráoz, y los resultados de nuestra vida laboral difieren enormemente de unas personas a otras. Eso es porque además de la suerte, hay otros factores que inciden en el éxito como son la genética, el desarrollo, las decisiones de carrera y rodearnos de los mejores.

Lo mismo se aplica a las empresas. Pueden pasar de una gestión buena a otra sobresaliente si cuentan con un buen líder en la cúpula. Tanto es así que en algunos mercados, el efecto líder explica hasta el 40% de la variación en el valor de una compañía. Hay otros efectos importantes como la economía, el sector o la empresa en la que se trabaja, pero ninguno de ellos tiene tanto peso.

Estamos pasando por una situación inédita respecto a globalización, demografía e inventarios de talento en las empresas, indicó. Vivimos en un mundo cada vez más unificado en cuestión de mercados, culturas y sociedades; la población está envejeciendo; y el talento es un bien escaso: la franja de edad entre 35 y 44 años, momento de dar el gran salto hacia el liderazgo, se ha reducido un 30%.

Según Fernández-Aráoz, es brutalmente difícil rodearse de los mejores por diversos motivos:

Para cualquier directivo, el éxito personal es la consecuencia directa de la capacidad de rodearse de las mejores personas en su equipo, pero esto no es un arte, ni una intuición, sino una capacidad o estudio, en el que hay que plantearse seriamente qué buscamos en un candidato, dónde lo buscamos y cómo lo evaluamos. El problema es que muy poca gente recibe un buen entrenamiento para encontrar y seleccionar a los mejores. Por ello, es básico seguir tres pasos:

Pese a lo difícil que es elegir a personas con talento, si respetamos estas tres reglas, estaremos en el camino de evitar un desempeño individual y empresarial mediocre.

 

Foto @Victor1558, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0

 

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