8 consejos para emprender

¿Hay fórmulas mágicas para emprender? ¿Se puede aprender a innovar y ser creativo? Xavier Verdaguer, ingeniero informático y “emprendedor en serie” -así catalogado por fundar varias empresas en Barcelona y posteriormente tres en Silicon Valley-, asegura que “todo lo relacionado con la innovación y la creatividad es una cuestión de actitud”.

Estos son los consejos que dio en Móvil Forum Conference para ser más innovadores:

Vocación

Cuando uno descubre lo que de verdad le gusta, debe luchar para trabajar en ello. Su vocación de “inventor” la tiene desde pequeño, cuando leía las historietas del Profesor Franz de Copenhague en la revista infantil TBO.

Retos

Todo funciona mucho mejor cuando se marcan retos. En lugar de presionar al equipo con la hora de entrada y salida, es mejor motivarles con objetivos. Él mismo se fijó el reto, en su infancia, de ganar un concurso de la TV3 y lo consiguió: un ordenador Commodore 64.

Equipos multidisciplinares

En 1997, con 25 años, fundó TMT Factory, empresa dedicada a la ingeniería de software y a la comunicación multimedia, y empezó a incorporar a todo tipo de profesionales: ingenieros, diseñadores, periodistas, psicólogos…, porque para crecer, innovar y crear son mucho mejores los equipos multidisciplinares.

Diversificación de clientes

“En 2001 trabajábamos para un solo cliente y con el estallido de las ‘punto com’ nos arruinamos completamente. Con el tiempo he visto que ese fracaso es lo mejor que me ha pasado, porque las lecciones que aprendí me permitieron tener éxito después. Cambiamos nuestra visión empresarial y aprendimos a innovar de puertas hacia dentro”.  Cuanto mayor es la crisis, mayores son las oportunidades. El momento actual es fantástico, porque hay mucho personal disponible para proyectos empresariales, y contrariamente a lo que muchos piensan, hay más disponibilidad de dinero que buenas ideas. Pero es preciso correr mucho, porque las ventanas de oportunidad se cierran rápidamente”.

Equipo joven

En innovación y creatividad es muy importante apostar por profesionales jóvenes, de 21, 22, 23 años, que además tienen la ventaja de haber nacido con Internet.

Cultura emprendedora

“En 2009 fui a San Francisco, para estudiar un mes en la universidad de Stanford, en Palo Alto, California, y así conocí Silicon Valley. No creo que debamos replicar su sistema, pero sí incorporar algunas de sus prácticas:

“Muchos de esos ingredientes los tenemos en España, pero nos falta cultura emprendedora, cultura de riesgo. En Silicon Valley se arriesga todo el mundo, y el posible fracaso no es un problema, no como aquí”, asegura Verdaguer.

En Silicon Valley, su primera aventura empresarial fue InnoValley, una compañía que fusiona la creatividad de Barcelona con la tecnología americana. Verdaguer recomienda tener infraestructura y un pequeño equipo fuera, en su caso en California, y estar en contacto y aprender de la gente que toma decisiones, pero desarrollar todo en el país de origen. «Como en España hay mucho desempleo ahora, es fácil contratar. Un ingeniero en Estados Unidos cuesta mucho y además hay una alta probabilidad de que se vaya, porque la rotación laboral es elevada».

Pon un niño en tu empresa

“Trabajamos mucho con niños de 11, 12 y 13 años, mediante conciertos con centros educativos. Los niños están unos días en la empresa, se lo pasan en grande y nos dan unas ideas increíbles, porque no hay nadie más creativo que un niño. Es un win win clarísimo”. Otra opción es intentar despertar al niño que todos llevamos dentro, y que la educación nos ha ido cercenando. Está demostrado que cuando disfrutas con lo que haces, eres mucho más creativo.

Soñar

“Para ser creativo, innovador, emprendedor con éxito, hay que soñar y luchar por nuestros sueños. Pero es muy importante hacerlo pasándolo bien”, afirma Verdaguer. Un ejemplo de ello es el proyecto sin ánimo de lucro Imagine, una iniciativa con dos objetivos: generar ideas para cambiar el mundo, y transformar la vida de las personas que participan en el programa. “Seleccionamos 12 personas al año (los dreamers) para que trabajen durante un mes en alguna de las empresas que tenemos en San Francisco. Tras desarrollar sus ideas, las presentan delante de 200 o 300 inversores de Silicon Valley. El resultado es estupendo: todos los participantes vuelven con más ganas de emprender y con más energía mental positiva».

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