Las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) constituyen uno de los grifos más caudalosos de los que pueden beber las pequeñas empresas a la hora de financiarse. Entre enero y septiembre se completaron 13.981 operaciones por valor de 945 millones de euros, aumentando un 12% el importe formalizado en estas sociedades.
Según los últimos datos disponibles de la Confederación Española de Sociedades de Garantía Recíproca (SGR-Cesgar), el riesgo vivo es de 4.121 millones de euros con un total de 129.738 pymes y autónomos beneficiados y una contribución a crear y mantener el empleo de 643.524 personas asociadas. Además -señalan- dos de cada tres empresas con apoyo de las SGR afrontan la amortización de sus préstamos o créditos en un plazo superior a los 8 años, y en un 87% de los casos el periodo de devolución establecido se sitúa por encima de los tres años.
Más y mejor financiación
Estas sociedades otorgan a las pymes garantías y avales que les facilitan el acceso a la financiación y les amplían los plazos de devolución, gracias a los convenios que negocian con las entidades de crédito. Y es que las pymes que solicitan el aval de una SGR cuentan con un plazo de devolución medio de ocho años.
Entre las principales ventajas que tiene para las pequeñas empresas el uso de las SGR, Antonio Couceiro, presidente de SGR-Cesgar, destaca el acceso a la financiación, que les permite obtener mayores importes y en mejores condiciones en el plazo de devolución y tipos de interés. De igual modo, resalta la seguridad de estas sociedades, apostillando que su actividad está sujeta a la supervisión e inspección del Banco de España y apoyada por instituciones como CERSA (Compañía Española de Reafianzamiento), dependiente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Asesoramiento especializado
El presidente de SGR-Cesgar también remarca el asesoramiento especializado que se brinda al empresario desde estas sociedades, que cuentan con expertos en financiación de pymes y autónomos dispuestos a orientar a las empresas que avalan durante todo el proceso, ayudando a conseguir el mejor plan de financiación para cada proyecto o empresa, y proponiendo las alternativas financieras más adecuadas.
Y ello es extremadamente relevante en un país como España, en el que el 99,98% de las empresas son pymes, que crean el 74% del empleo del país. En otras palabras, la economía española es una de las más dependientes de las pymes de toda Europa. Y ahí reside la importancia de que accedan a la financiación, para que puedan seguir tirando del carro y generando puestos de trabajo.
En este sentido, Couceiro cita el VI Informe sobre “La financiación de la pyme en España”, publicado por SGRCesgar, del que se desprende que durante los tres próximos años, más de 171.000 pymes crearán 514.000 puestos de trabajo en España si obtienen financiación; y que 226.000 empresas con necesidades financieras consideran que obtener los recursos de los que carecen será clave para mantener el empleo.
Menos barreras
Si bien es cierto que los problemas de financiación que pudieran tener las pymes conforman una de las piedras más molestas en el zapato de la economía española, la realidad es que hoy en día estas empresas pueden financiarse de manera mucho más sencilla que hace apenas unos años. Es más, el 85% de las empresas que han solicitado financiación bancaria la ha obtenido, con unas condiciones de acceso a la misma muy similares a las del último año.
De forma paralela, el porcentaje de pymes que ha visto denegada su solicitud se ha reducido desde el 5,3% hasta el 1,0%. Por otra parte, este mismo estudio indica una caída del porcentaje de empresas que obtienen el 100% de la financiación solicitada, a pesar de que el coste haya podido mejorar con respecto a años precedentes.
Aun así, en el lado contrario de la balanza, la exigencia de garantías a las empresas ha avanzado en el último año hasta el 52%. Y Couceiro sostiene el papel fundamental de las SGR, que otorgan a las pymes garantías y avales a la hora de conseguir financiación bancaria.
Finalmente, aunque resulte una obviedad, cuanta menos financiación concedan los bancos, más importante será la labor de las SGR; puesto que la falta de garantías y avales es el principal obstáculo a la hora de recibir financiación para cerca de 250.000 empresas en España.
“Muchas pequeñas empresas y autónomos acuden a nosotros, bien porque no tienen garantías suficientes para obtener un crédito de las entidades financieras, bien porque, teniendo garantías suficientes para ser atendido por esas entidades, saben que con un aval de la SGR van a obtener un crédito en mejores condiciones de plazo amortización y tipo de interés”.
Couceiro afirma que las SGR son complementarias a los bancos, como si se trataran de aliados estratégicos para facilitar la financiación de las pequeñas y medianas empresas. “Contamos con el respaldo de las principales entidades financieras, como Santander, Sabadell, Caixabank, Bankinter, Ibercaja y Abanca, entre otros, y seguimos trabajando para ampliar el número de acuerdos que ya tenemos con grandes bancos. Con un aval de una SGR, la devolución del crédito está asegurada para el banco, que aprueba así los proyectos respaldados por nuestra garantía líquida al primer requerimiento”, sentencia.