El detonante para que naciera Ucademy fue un hermano confinado en casa por la pandemia, a pocos meses de presentarse a la prueba de acceso a la universidad. Con tan solo una pizarra y sus conocimientos de física y matemáticas, dos ingenieros industriales decidieron colgar cursos en Internet.
“Tuvieron muy buena aceptación, porque resolvían un problema real. El confinamiento puso en evidencia que, como sociedad y como sistema educativo, no estábamos preparados para dar ese servicio en remoto de un modo personalizado”.
Así explica Ramiro Zandrino el germen de Ucademy, la startup de edtech que aspira a acompañar a los estudiantes en la preparación de su EBAU, como ya ha hecho con un millar de jóvenes. A esta oferta han sumado recientemente la de seis oposiciones, a Correos, auxiliar administrativo y judicial y Policía Nacional, entre ellas.
Pero fue finalizado el confinamiento cuando Zandrino y su socio y cofundador Pablo Prieto trabajaron hasta dar con este modelo de aprendizaje apoyado en un soporte tecnológico. “En nuestra opinión, hay una parte del proceso educativo en la que se va eliminando la creatividad, y eso resta un gran potencial a muchos estudiantes, especialmente a los que les cuesta más adaptarse al sistema”.
Un profe con pizarra y algoritmo
Así, a finales del verano de 2021, se presenta Ucademy en Madrid, con una propuesta que fusiona la tecnología con las herramientas tradicionales de la enseñanza personalizada. “Todos los alumnos empiezan por un proceso de planificación de objetivos, les decimos en qué momento tienen que estudiar cada parte para marcar el ritmo de estudio adecuado”.
“Cuando el alumno comienza a estudiar -continúa Zandrino- utiliza el sistema sin limitación de horario. Este ofrece herramientas como clases grabadas intercaladas con apuntes prácticos y consultas con el profesor 24/7, y ejercicios para medir sus avances. Todo ello se combina con el soporte más tecnológico, de modo que a medida que el alumno interactúa con la plataforma haciendo test o exámenes de prueba, la plataforma aprende qué necesita reforzar para incluirlo en sus recomendaciones”.
Por último, Ucademy tiene en la propia comunidad de estudiantes un apoyo adicional. Ahí se conectan para las clases en directo, se crean grupos de estudio y se resuelven dudas. Una comunidad que además espera reforzar vínculos muy pronto, a través de los eventos presenciales a los que se les convocará a partir del próximo septiembre.
La oferta de oposiciones es por el momento de seis, pero muy pronto se ampliará. “Una de las ventajas de quien se prepara las oposiciones con nosotros es tener acceso a todo el catálogo de oposiciones para ver qué se le da mejor, lo que le permite hacer su apuesta de futuro con un mayor conocimiento”.
Avanzar sin perder el foco
El proyecto arrancó con poco más de 3.000 euros de capital social y la implicación no solo de los socios fundadores, sino también de los profesores y otros que creyeron en la idea. “Tuvimos suerte al dar muy pronto con la tecla que necesitaba el mercado”.
Así que el boca a boca empezó a funcionar. A él se sumó la recomendación en redes sociales de algunos influencers. “Aunque seamos pequeñitos, somos buenos haciendo ruido. Hemos invertido tiempo en escuchar al mercado para ofrecerle las soluciones que pide, lo que nos ha permitido facturar desde el primer momento e ir autofinanciándonos”.
Una de las recomendaciones que Zandrino lanza a los emprendedores es tener claro el objetivo del proyecto en el que trabajas. “Cuando empiezas, hay muchísima información por recibir. Oyes consejos y recomendaciones, y es fácil perder el foco y terminar haciendo lo que no quieres. Por eso, es importante no querer abarcar todo en un primer momento pero ir avanzando, persistir mucho en el día a día, porque son muchos los noes que se reciben, y tú sigues sin saber a cuánto estás de dar con esa tecla que buscas”.
Negociando con el capital riesgo
Ucademy no es su primer proyecto. Zandrino ya tenía experiencia en emprendimiento. En 2020 creó una startup que apostaba por un novedoso soporte publicitario y de testeado de campañas, que en pocos meses fue comprado por una empresa mallorquina.
Tras un año de trabajo en Mallorca con la empresa que lo adquirió, “nos volvió a entrar el gusanillo de emprender, de volver a crear con un reducido grupo de personas”. Así nació un software de gestión y digitalización de hoteles, que también despertó el interés de otra empresa.
“Nunca pensé en vender. Emprendo porque me apasiona, me gusta generar valor y ver crecer la empresa; lo que pasó en estas dos ocasiones fue totalmente casual”, explica Zandrino, quizás convencido de que a la tercera ha dado con el proyecto definitivo.
De hecho, Ucademy trabaja en una ronda de financiación con capital riesgo, cuyos fondos se destinarán sobre todo a optimizar la tecnología y metodología de la plataforma, “mejorando el entorno del alumno y ‘gamificando’ más su aprendizaje”.
Las vías de crecimiento
Al margen de crecer en el catálogo de oposiciones, como nuevos nichos de crecimiento se apunta a la comunidad de estudiantes hispanoamericanos que preparan la EBAU para entrar en la universidad española. También se trabaja en profundizar la colaboración con los colegios interesados en utilizar Ucademy como plataforma de apoyo para el estudio del alumno en su casa y la orientación profesional.
“Nos gustaría también formar de una manera más transversal, ofreciendo a los alumnos otra formación complementaria, para ir dibujando su mapa de habilidades de la forma más completa posible. Esto nos permitiría ofrecer información valiosa, de cómo están preparados, tanto a empresas como a servicios de recursos humanos y también de hacia dónde apunta su orientación profesional para ayudarles en el proceso de inserción laboral”.
Pero no hay prisa: “Cada cosa lleva un proceso y aunque quieras crecer rápido, hay que respetar los tiempos. Correr en exceso sin validar en el mercado puede llevarte a un tropiezo”, advierte Zandrino.