Tu marca necesita un ‘restyling’

¿Problemas con las ventas?, ¿cada mes la competencia te araña cuota de mercado?, ¿tienes la sensación de que tu producto es invisible?, ¿no logras comentarios en las redes sociales del perfil de cliente al que te diriges? Si te identificas en alguna de estas situaciones, puede que tu marca esté pidiendo un buen restyling, incluso a gritos.

Se habla de la marca como de esa delicada planta que necesita cuidados diarios y, en ocasiones, una rotunda poda que le permita crecer con renovado vigor. Los más puristas entienden el restayling como un conjunto de acciones encaminadas a actualizar de modo más o menos evidente la imagen corporativa, la presentación de productos o los atributos y entorno (la tienda, la publicidad, su identidad digital…). Otras muchas empresas utilizan este término casi como un eufemismo para auténticos relanzamientos, con los que se ofrece una imagen totalmente nueva. 

Todo vale, lo importante es mantenerla en forma. La imagen de marca es uno de los principales activos empresariales y el consejo es no esperar a detectar problemas para evolucionar. Algo que hacen constantemente las empresas del sector de gran consumo, y es que pocos maestros tan elocuentes como el lineal del supermercado: ¿eres consciente de con qué frecuencia cambia la grafía de los cereales del desayuno de tus hijos, o la etiqueta y envase de tu gel de ducha? Constantemente se transforman para seguir mereciendo tu atención.

 

No seas una pyme perezosa

Una práctica de la que la pyme debería tomar nota, siempre apremiada por las urgencias, en demasiadas ocasiones posterga las decisiones más estratégicas. Además, siendo realista, debes saber que un cambio de imagen no va a solucionar tus problemas, pero si no lo haces solo conseguirás que crezcan. Atento al dato: hace unos días una experta de Nielsen me comentaba que solo entre el 10% y 15% de las renovaciones de producto consigue mejorar las ventas, y el 50% apenas las mantiene. Sí, es desesperante pero peor es no hacer nada.

 

El consumidor te está pidiendo el cambio

Repasamos algunas de las situaciones más comunes que aconsejan el estudio de una renovación de la marca. En la mayoría de los casos por imposición del usuario o consumidor, y es que obviamos en el listado otras como las compras de compañías, cambios estructurales o imposiciones legislativas, por ejemplo cuando se debe adaptar la etiqueta de un producto de alimentación a una nueva norma.

 

Qué objetivos puedes marcarte

Ya hemos señalado que el restyling es en muchos casos más una necesidad que una opción, por lo que las perspectivas de mejora de ventas deben ser realistas: primero conservar y luego ampliar:

 

Siete consejos para trabajar en el cambio

El restyling es un proceso complejo y diverso. Desde luego no implica a la organización del mismo modo  un cambio de imagen corporativa que la modificación de un packaging en una línea de producto. En cualquier caso, hemos seleccionado algunas pistas que esperamos te ayuden:

 

Foto: arianemittidieri 

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