Este no es otro artículo sobre transformación digital. O sí, pero con otro enfoque. ¿Cuántas veces has oído hablar de la nueva revolución que supone el escenario digital? ¿Y cuántas veces has sentido que esto no iba contigo, que es cosa de las grandes compañías? Cuando termines de leer este post, espero que hayas llegado a la conclusión de que no sólo no es cierto, sino que además necesitas una estrategia digital para asegurar tu supervivencia.
O digitalizas tu negocio, o no sobrevivirá
Quizá suene un poco radical, pero si no incorporas los procesos de negocio al nuevo escenario digital, tu proyecto, tu empresa, tu comercio de toda la vida tendrá los días contados. No hoy ni mañana, pero la cuenta atrás estará activada.
Estamos en un nuevo escenario donde la tecnología ha revolucionado la forma en que nos relacionamos y, por supuesto, la manera que tenemos de comprar y vender. Acercándonos a la realidad, esto significa que las estrategias para captación de clientes, generación de negocio y comunicación de tus propuestas de valor han cambiado radicalmente. Ya no puedes seguir funcionando con patrones de un mundo exclusivamente offline, el de toda la vida, sin tener en cuenta la irrupción del canal online. Sencillamente, porque tus clientes ya no solo compran en tiendas físicas, sino que tienen un perfil versátil y multicanal. Pueden comprar el pan en la tienda de barrio de toda la vida, pero encargar por Internet una tarta para el fin de semana.
Puedes pensar: «De acuerdo, pero sigo teniendo asegurada mi clientela». ¡Sí, pero solo de momento! Si no comienzas a captar a esos clientes que están migrando hacia el modelo online, acabarás perdiendo en primer lugar, ventaja competitiva, y en segundo, tu viaje hacia el futuro. Simplemente, porque acabarán eligiendo alternativas que no tú estás ofreciendo.
Qué es una estrategia digital
La transformación digital no sólo es incorporar infraestructura tecnológica a tu negocio, sino sobre todo secuenciar tu modelo de ventas en un escenario digital. Y eso significa lo siguiente:
- Trasladar tu propuesta de valor al escenario online. En este punto, sólo una anotación: tener una web es el principio, no el final. La web es la puerta de entrada, pero es necesario desarrollar técnicas para atraer, retener y fidelizar clientes.
- Diseñar diferentes canales de comunicación con los futuros clientes. ¿Cómo pueden ponerse en contacto contigo tus clientes, incluso los que aún no te conocen? Esto exige un trabajo de planificación: trazar un camino para que los que entran por primera vez en tu web tengan claro lo que puedes ofrecerlos y entablar conversación con ellos para testear sus preferencias e intereses. ¿Herramientas? Chats online web, con los que mantener una conversación y analizar la información que dejan. Otra alternativa: descargas de material con formularios de registros asociados (leads), en los que nos dejan un correo electrónico con el que luego podremos iniciar otras acciones encaminadas a captación de clientes.
- Implementar procesos automatizados para conseguir más generación de negocio. Por ejemplo, la utilización de autoresponders en campañas de email marketing para carritos abandonados, si tienes un eCommerce, o aplicaciones de reserva online para todo tipo de negocio, no solo para restaurantes: peluquerías, talleres de reparación de coches, gestorías, clínicas, etc. Con ello no solo se dosifica nuestro valioso tiempo, sino que también se adaptan los recursos según la carga de trabajo y se evitan los tiempos de espera tan molestos en atención al cliente.
Cómo diseñar una estrategia de digitalización
El primer ejercicio es hacer una auditoría del estado en que se encuentra la digitalización en tu pyme. Y para ello, las preguntas de partida que deben formularse son: ¿Mis procesos de negocio están trasladados al escenario digital? ¿Cualquier acción que pudiera hacerse en tienda física podría llevarse a cabo a través de una web?
El objetivo es marcar un punto de partida. Si respondiste afirmativamente las preguntas formuladas antes, tu camino hacia la digitalización está en marcha. Si, por el contrario, las respuestas fueron negativas, es necesario ponerse manos a la obra.
La hoja de ruta debería contemplar estos puntos:
- Trasladar la idea de negocio al escenario digital. No es válido replicar ideas de negocio físico al mundo online. Se trata de comprender los nuevos hábitos de compra y comportamiento del cliente digital y dar una respuesta desde tu propuesta de negocio.
- Definir la propuesta de valor y posicionarse con aquellos productos y servicios que aportan más valor al cliente.
- Secuenciar el embudo de ventas. Una vez definida la propuesta de valor, se trata de ir definiendo las fases por las que atraviesa un lead frío hasta convertirse en un lead tibio y finalmente en un cliente.
- Testear y medir, siempre medir. Las estrategias de digitalización están en continuo proceso de redefinición. Lo que funciona hoy puede cambiar mañana. Solo midiendo el comportamiento de nuestros clientes y de los que aún no lo son, podremos adaptarnos a las circunstancias del momento y, lo que es más interesante para tu negocio, descartar aquellas propuestas, iniciativas, servicios o productos que no están teniendo ningún retorno y anclarte y escalar en aquellos que están impactando en tus clientes.
Ahí afuera, el mundo va muy deprisa y tu negocio no puede quedarse descolgado. Tener una estrategia digital no asegura tu supervivencia, pero sí que tu supervivencia no está comprometida. ¿Tienes más claro ahora por qué es necesaria una estrategia de transformación digital para tu negocio?