Los inicios siempre son duros. Especialmente, las cuestiones referidas a financiación y no sólo en los primeros pasos de andadura de un negocio. En 2022, según el “XII Informe de financiación de la pyme en España” de Cesgar, el 50,6% de los trabajadores autónomos sin personal asalariado tuvo que recurrir a financiación. Si hablamos de pymes el porcentaje se elevó hasta el 56,2%. La mayor parte de estas necesidades de financiación se concentraron en la obtención de liquidez, seguidas de inversión en equipo productivo e inversión en inmuebles.
Financiación que muchas veces se busca con las subvenciones, ayudas o bonificaciones a disposición de emprendedores y negocios. Lo que ocurre en estos casos es que, en ocasiones, no se tiene en cuenta la propia esencia de estas ayudas, que como su propia palabra indica son un complemento, un aporte “extra” a nuestros planes de solvencia económica y no un pilar en el que apoyarnos para reflotar nuestros negocios.
Todas las comunidades autónomas tienen sus propios programas de ayudas para emprendedores, pymes y autónomos, pero antes de solicitarlas lee con detenimiento estas cuestiones porque pueden que desbaraten los planes de solvencia que te has montado en tu cabeza.
Ni tan fáciles, ni tan seguras, ni al 100%
Lo primero con lo que te vas a encontrar a la hora de solicitar una subvención o ayuda es lo complicado que puede resultar el proceso. Dependiendo de la subvención que quieras solicitar, pueden llegar a pedir algunos de estos requisitos:
- Planes de viabilidad de la actividad económica que realices y proyección estimada en los próximos años
- Memoria justificativa de la inversión realizada para la que solicitas la ayuda. Si por ejemplo, estamos pidiendo una subvención para transformar nuestro tejido productivo a una economía sostenible o digitalizada nos requerirán las acciones justificativas que avalen esta transición.
- Balance de cuentas y fondos propios de la empresa. Muchas de las subvenciones son cofinanciadas y se quiere comprobar la salud financiera de la que partes.
Y por supuesto los “clásicos” referidos a nuestra actividad como autónomo o pyme:
- Estar inscrito en el sistema RETA (Régimen General de Trabajadores Autónomos)
- Certificado de estar al corriente de pago con la Seguridad Social
- Códigos de cuentas de cotización para el caso de pymes
Cada ayuda tiene sus propias especificaciones, trámites y requisitos pero ten claro desde el principio que no es un proceso ni sencillo, ni rápido, ni seguramente te cubra la totalidad de la cuantía que necesites.
Además, en ocasiones, deberás adelantar el importe económico que solicitas, así que no puedes contar con esta subvención como línea de financiación principal para impulsar tu negocio.
Guía de subvenciones para autónomos y emprendedores
La otra cara de la moneda es que hay una gran cantidad de subvenciones y ayudas a emprendedores, autónomos y pymes por parte de instituciones públicas y comunidades autónomas. Quizá lo difícil sea saber cómo buscar entre tanta información. Como primer paso, inspecciona qué ayudas e incentivos existen, que estén en plazo y que puedan ajustarse con las características de tu negocio o actividad.
El buscador de Ayudas e Incentivos para empresas de la Dirección General de Industria y de la PYME puede facilitarte mucho la tarea. Si además quieres filtrar por Comunidades Autónomas o por sectores, consulta las guías dinámicas de incentivos para empresas. Más allá de esto, interesa confeccionar un mapa con las principales iniciativas de apoyo al emprendimiento que, en este momento, podemos resumir en las siguientes medidas contempladas por la Orden TAS/1622/2007 de 5 de junio:
- Ayudas para la promoción del empleo autónomo. Dirigido a personas desempleadas con un máximo de hasta 10.000€ para el establecimiento de trabajador autónomo o por cuenta propia. Las cuantías de las subvenciones son las siguientes:
5.000€ para desempleados en general6.000€ para jóvenes desempleados de 30 o menos años
7.000€ para mujeres desempleadas
8.000€ para desempleados con discapacidad
10.000€ para mujeres desempleadas con discapacidad
- Subvención financiera con la reducción de hasta 4 puntos del interés fijado por las entidades de crédito, públicas o privadas, y con un límite de 10.000€. Como requisito, el 75% del préstamo deberá destinarse a financiar inversiones en inmovilizado material, pudiendo destinar hasta un 25% para financiar el activo circulante.
- Subvención para asistencia técnica con objeto de financiar parcialmente la contratación de servicios externos necesarios para mejorar el desarrollo empresarial o para estudios de viabilidad y diagnosis, por ejemplo. La cuantía de la subvención es de hasta el 75% del coste de los servicios prestados con un tope de 2.000 euros.
- Subvención para formación con una cuantía de hasta el 75% del coste de los cursos de formación recibidos durante la puesta en marcha de la empresa, con un tope de 3.000€. En estas tres últimas subvenciones (financiera, asistencia técnica y formación) requiere mantener la actividad empresarial y el alta en la Seguridad Social durante al menos tres años.
Con todo este desplegable de ayudas e incentivos al emprendimiento, la conclusión que debes sacar es que siempre debes tener una opción B, un plan alternativo porque las subvenciones no siempre se conceden y si nos las conceden o no cubren al 100% nuestras necesidades de financiación, o nos las conceden a posteriori o llegan más tarde de lo que prevemos.