Lo primero que pensé la primera vez que oí el concepto business intelligence fue: «me suena… pero no acabo de ubicarlo, ¿qué es?», así que abrí mi navegador y consulté en Internet.
Como os podéis imaginar, encontré un montón de referencias del estilo «el business intelligence o la inteligencia de negocio es un concepto que hace referencia al conjunto de estrategias y aspectos relevantes que permiten crear conocimiento sobre el negocio a través del análisis de datos, y que dan soporte a la toma de decisiones en la empresa», pero todavía no acababa de entenderlo. Así que busqué imágenes de business intelligence y encontré numerosas fotos de pizarras con un montón de palabras entre las cuales figuraban las dos que yo buscaba. Nada demasiado aclaratorio, la verdad.
Tengo que confesar que en ese momento me rendí y lo dejé pasar, hasta que el concepto de nuevo volvió a mí, esta vez en forma de SmartBI. Me entró nuevamente la curiosidad y busqué una vez más, pero escribiendo directamente el nombre de este servicio, y encontré nuevas referencias, ahora en un lenguaje más entendible: «facilita la comprensión de lo que está pasando en el negocio, su análisis, e incluso la previsión de lo que va a suceder. Su uso permite transformar los datos de la empresa en información relevante para la gestión de la compañía». Al buscar ahora imágenes, encontré un montón de indicadores con nombres del tipo «apalancamiento» o «flujo de caja».
Mis conocimientos sobre temas financieros son bastante limitados, no obstante, un indicador llamado «ingresos» en rojo, es bastante autoexplicativo. Y me encontré con una forma simple de hacer comprensible lo complejo.
En mi día a día tengo gastos, ingresos, dinero en efectivo, etc. A nivel particular es más o menos fácil de gestionar, ya que tampoco son grandes volúmenes, no obstante, la posibilidad de saber de un solo vistazo si estoy ganando o perdiendo dinero, cuánto debo o cuánto me deben, me resulta muy atractiva; sobre todo a la hora de tomar decisiones. Si lo extrapolo a una empresa, cobra mucha mayor importancia.
Volviendo al uso personal, una vez vista su utilidad, me surgieron nuevas preguntas. Si quisiera usarlo en mí día a día, ¿qué tendría que hacer? Mi banco me permite exportar mis movimientos bancarios a un Excel, ¿cómo llego del dato al indicador?
Explorando SmartBI comprobé que resulta muy sencillo responder a estas cuestiones, ya que para cargar los datos no necesitas conocimientos técnicos, incorpora un asistente al que le dices dónde está tu Excel (también se puede hacer con archivos de otros formatos), y él se encarga de cargar y dar sentido a los datos.
Para una empresa funciona de la misma forma y resulta mucho más útil, ya que tienen mayores necesidades de tomar decisiones eficaces y eficientes que yo.
Os animo a que os introduzcáis en este mundo del business intelligence (BI). Es una de esas veces en las que la tecnología realmente marca la diferencia.
Si queréis más información sobre qué es el BI, el eBook «Business Integillence para pymes» resume las principales claves para aplicarlo a un negocio:
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