Entrevista a la consejera delegada de Siemens España
La trayectoria profesional de Rosa García viene definida por sus más de 25 años de experiencia en la industria de las tecnologías de la información. Desde que en 1991 se incorporara a Microsoft Ibérica como directora de Soporte Técnico, a mayo de 2002 que vuelve a España como presidenta de la compañía, Rosa ha aquilatado experiencia internacional y cientos de horas de vuelo. En sus seis años en el cargo, la compañía triplicó su volumen de negocio y consiguió ser reconocida como la mejor empresa para trabajar en España. Rosa García es, desde octubre de 2011, consejera delegada de Siemens en España y miembro del Consejo de Administración de Banesto y de Bolsas y Mercados Españoles (BME).
Tres citas interesantes que se recogen en su perfil corporativo:
El potencial de la innovación es la gran palanca de mejora de la vida de las personas y la sociedad y lo que le ha motivado a incorporarse a Siemens.
Su propósito en la compañía es aportar su experiencia en el desarrollo sostenible de España y ayudar a la recuperación económica.
La educación que recibió le enseñó que la excelencia sólo se consigue trabajando duro y que dirigir es la más alta responsabilidad de servir.
La innovación es una de las claves que definen su trayectoria profesional. ¿Cómo se incorpora la innovación a la gestión empresarial?
Vivimos el momento de hacer más por menos y eso solo lo conseguimos a través de la innovación. Debemos analizar lo que hemos hecho siempre y preguntarnos si es posible hacerlo de otra forma. No hay que tener miedo a respuestas que no esperábamos o que, incluso, no nos gusten.
Por otro lado, es importante escuchar y generar en la organización un clima de confianza que permita a todos los miembros encontrar los canales adecuados para poder expresarse con libertad y sin miedo a que sus ideas generen rechazo.
También es importante medir. Es la única forma de saber que la innovación que estamos incorporando aporta los resultados adecuados y permite tomar decisiones en tiempo real para hacer la decisión más eficiente.
A punto de cumplir un año en sus actuales responsabilidades, ¿qué supone trabajar como máxima responsable de una empresa alemana en España? ¿Existe alguna variable que defina el estilo de trabajo de las empresas germanas o se trata de simples tópicos?
Trabajar en una empresa como Siemens es un sueño hecho realidad. Hemos participado en proyectos clave para el desarrollo de este país (como la alta velocidad) y queremos seguir haciéndolo. Estar al frente de esta compañía es también una enorme responsabilidad que nos obliga a estar cada vez más cerca de nuestros clientes y conocerlos mejor para saber lo que van a necesitar.
La principal novedad de las empresas alemanas es su apuesta por el largo plazo y se toman decisiones para garantizar la sostenibilidad. Siemens en España es una muestra de ello. Es una compañía que lleva activa 117 años en nuestro país y si cotizásemos en el Ibex seríamos la segunda empresa más antigua, lo que demuestra el compromiso con el desarrollo económico y social.
¿Cuáles son, en su opinión, los elementos clave que definen el liderazgo y la gestión de equipos complejos y diversos cada vez más presentes en las compañías multinacionales?
Apostar por los mejores y generar equipos diversos es la clave del éxito, ya que profesionales con perfiles diversos se enriquecen entre ellos y, al final, el trabajo es mucho más rico y excelente.
Gestionar estos equipos también es más complicado porque no vale con obligarles, sino que es necesario que crean en el proyecto y se involucren, lo que requiere diálogo y, sobre todo, honestidad, mucha honestidad para garantizar que sus opiniones son escuchadas y tenidas en cuenta.
Junto con el IE acaban de conceder un reconocimiento a una mujer joven para que desarrolle un proyecto de base tecnológica, con el objetivo de que al final de su proceso de formación pueda poner en marcha su propia idea emprendedora. ¿Cómo se puede apoyar, desde las grandes compañías, la innovación y creatividad que se produce en las pymes?
Los procesos de innovación son cada vez más largos y costosos, por lo que se hace muy difícil para una compañía soportar todo el coste internamente y es necesario externalizar algunas partes. Estos proyectos pueden suponer una buena oportunidad para las pymes.
En Siemens, tenemos un fondo (Siemens Venture Capital) que provee financiación para compañías jóvenes en sus últimos estados de desarrollo. SVC suele entrar en las últimas rondas de financiación con cantidades que oscilan entre 3 y 5 millones de euros y con el objetivo de mantener relaciones estables con ellas, ya que pueden aportar conocimiento muy interesante para nuestros clientes en los campos en los que trabajamos.
Por otro lado, las grandes empresas tenemos a muchas pymes como proveedores de servicios o materiales que son básicos para nosotros, por lo que es importante consolidar esas relaciones para que ambas partes se beneficien. Ellas nos pueden aportar su flexibilidad, nosotros conocimientos y, además, una visión de la innovación mucho más clara, fruto de la experiencia adquirida estos años.
¿Qué consejos, en base a su experiencia, ofrecería a los actuales gestores de empresas pequeñas y medianas que ven el futuro con cierta incertidumbre?
Que hay que atreverse. Hoy, más que nunca, debemos ser valientes y emprender si tenemos una solución innovadora y necesaria para nuestros clientes. Debemos ser responsables y medir los riesgos, porque lo más probable es que si el proyecto es bueno triunfará. No podemos dejarnos paralizar por el miedo, porque es una sensación que inhabilita y elimina cualquier atisbo de actividad. A lo mejor no lo hace en España, pero sí en el extranjero. ¿Quién le iba a decir a una pequeña empresa de Aranda de Duero que iba a construir las torres de las turbinas de viento de Siemens para algunos de sus parques eólicos en Europa? Hay que atreverse. Ese es mi consejo.
Foto: Rosa García