La misma tecnología que hace parte de las 141 ciudades inteligentes que existen en el planeta es también un blanco seductor para los cibercriminales y hacktivistas. Conozca los retos de seguridad de las smart cities.
Lo que antes era una rareza cada día se hace más común: las ciudades inteligentes. Recordemos que son, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), aquellas que colocan a las personas en el centro del desarrollo, incorporando Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en la gestión urbana.
Con el liderazgo global de ciudades como New York, Londres, París, Tokio y Singapur, entre otras, estas urbes mueven gigantescas inversiones en tecnología que superarán los 327 mil millones de dólares para 2025.
América Latina no es ajena a esta tendencia e incluye nombres como Santiago de Chile, Buenos Aires, Curitiba. Ciudad de México y Montevideo, entre otras. Con el liderazgo, en Colombia, de ciudades como Bogotá y Medellín.
Retos y amenazas
Pero, aunque las ciudades inteligentes pueden parecer similares en muchos aspectos, también tienen una gran diversidad. Por ejemplo, algunas ciudades se destacan por su sistema de transporte, otras por su sostenibilidad, otras por su cultura y entretenimiento, etc.
Es decir, no todas las smart cities son iguales, aunque sí tienen en común una infraestructura tecnológica que las ayuda a cumplir con sus principales objetivos. Otra cosa que tienen en común es su preocupación por la seguridad.
Según un estudio de la Universidad de California, llamado The Cybersecurity Risks of Smart City Technologies: What Do The Experts Think?, «Los expertos en ciberseguridad consideraron que las alertas de emergencia, la videovigilancia de las calles y los semáforos inteligentes presentaban más riesgos que otras tecnologías. Por lo tanto, las autoridades deberían considerar caso por caso si los riesgos cibernéticos superan los beneficios potenciales”.
Porque las ciudades inteligentes tienen superficies de ataques enormes que, de un modo simplificado, se dividen en capas como: sensores y dispositivos conectados; infraestructura de red y comunicaciones urbanas inteligentes; plataformas para la gestión de M2M y computación en la nube, aplicaciones verticales, entre otras.
Primero la seguridad
Para hacer frente a los enormes retos que implica proteger a una ciudad con sus millones de habitantes, se deben construir todos sus servicios y soluciones alrededor de la seguridad desde el mismo diseño. Ya no se trata de crear productos y luego pensar el cómo protegerlos. Ahora la seguridad debe estar desde el inicio.
Pero al mismo tiempo, las ciudades se deben pensar desde las necesidades de sus ciudadanos (people first). Es decir, existe un doble reto de incluir la seguridad y la calidad de servicio de los habitantes en las soluciones tecnológicas.
Para resolver esta dicotomía no se trata solo de tecnología, sino también de metodologías ágiles que permitan diseñar soluciones y tomar decisiones, cambios, que permitan mejorar en forma progresiva. Después de todo, las ciudades son millones de millones de variables que deben protegerse de toda clase de amenazas, internas y externas, donde los mismos objetivos que se deben proteger también son fuentes de riesgo.
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