Cuatro jóvenes desaliñados conversan con tres adultos trajeados y “encorbatados” en el hall de un céntrico hotel de Madrid a las dos en punto de la tarde. A su alrededor hay una multitud de personas que dialogan, con más pausa que prisa, en las que parecen ser conversaciones interesantes, de “nivel”. Algunos ríen a carcajadas, otros permanecen con el rostro serio. Los hay que se besan, los hay que se abrazan, pero también los hay que simplemente se dan la mano. Haberlos haylos.
Los camareros pasean sus bandejas repletas de cervezas, vinos, refrescos, quesos, jamón, croquetas… mientras los asistentes al coloquio intercambian tarjetas como mercadean los niños con cromos en el patio del colegio. Están haciendo networking. Sí, networking. O lo que es lo mismo, tejiendo una buena red de contactos para crear oportunidades de negocio futuras.
“La vida no te irá mejor si tienes un cociente intelectual de 150 ni si has hecho tres másteres. Te irá mejor si sabes relacionarte bien con los demás”. Ésa, junto al “dar sin esperar; recibir y recordar”, son las principales máximas de Cipri Quintas, un conector nato que ha perfeccionado un método para hacer networking que supera el mero interés mercantil o personal. Él lo llama networking con corazón. Y lo detalla en “El libro del networking” (Alienta), en el que desengranan las 15 claves para relacionarse socialmente con éxito:
- Dar sin esperar nada a cambio.
- Abrazar y mirar a los ojos.
- Dedicar más tiempo a escuchar que a hablar.
- Apartar el ego.
- Conectar y posicionar a tus contactos.
- Hacer que los demás se sientan bien.
- Ayudar a que pasen cosas.
- Sacar el máximo partido a la tecnología.
- Enriquecer y compartir tu agenda.
- Huir de la gente tóxica.
- Rodearte de buenas personas.
- Vencer la timidez.
- Aprender a reírte de ti mismo.
- Ser sincero y claro con los demás.
- Dar las gracias.
Pese a que el tamaño no sea lo más importante, Quintas tiene una agenda de más de 5.000 contactos. Él piensa que lo fundamental es cultivar las relaciones para lograr redes en las que la confianza sea el principal valor. “Para llegar a clientes u otros socios comerciales es importante que el otro vea tu afán de sumar, de aportarle, desde lo más profundo”. El autor de “El libro del networking” destaca que en ningún momento se debe hacer con el fin de recoger. “Todos queremos estar al lado de personas que nos pueden aportar, sin esperar nada a cambio. Aunque parezca mentira o naíf, es la mejor forma de ganarte el corazón de las personas. La mejor inversión, sin lugar a dudas”, apostilla.
De hecho, dar sin esperar nada a cambio es, precisamente, la primera clave del networking que aparece en su libro, en el que también se remarca la importancia de dedicar más tiempo a escuchar que a hablar, dado que, tal y como apunta, “todo lo que te cuenten, la información que captes, son datos decisivos para poder relacionarte mejor, para llegar a la persona que desees. Tú ya te conoces lo suficiente, no hace falta que seas un anuncio andante de ti mismo. Sólo mostrarás exceso de ego e inseguridad”.
Es más, a la necesidad de apartar el ego dedica otro de los capítulos. Y es que Quintas lo asemeja a un globo que se eleva, que pensamos que crece, pero que lo que realmente hace es alejarse de la realidad y de los demás. Y con la información que se recopile en esa escucha activa constante sugiere ver cómo se pueden conectar a las personas, posicionarlas en otros círculos ajenos, ya que “nunca se olvida a quien te abrió la puerta”.
Más allá de intentar hacer que los demás se sientan bien, de ayudar a que pasen cosas, de huir de la gente tóxica… Quintas revela que hoy en día resulta crucial sacar el máximo partido de las tecnologías.
Otras claves pasarían por mantener la agenda actualizada con cumpleaños, aniversarios y demás fechas decisivas, enlazar los contactos con las redes sociales, prestar atención a las fotos de perfil –de las que se puede extraer mucha información de su estado de ánimo y de sus prioridades.-
El autor también invita a recuperar palabras mágicas, que parecen olvidadas, y a pronunciarlas desde lo más hondo del corazón. Palabras como “gracias” que humanizan y ayudan a estrechar relaciones sinceras y fructíferas.
Si las personas que tienen más y mejores vínculos sociales son más felices, gozan de mejor salud y viven más años, Quintas parte de la base de que no hay ninguna línea de separación entre las relaciones personales y las profesionales. “Las personas son siempre personas”, dice, independientemente del ámbito en el que se relacionen. Así, si únicamente se ven en un entorno concreto puede perderse a la persona entera, quien lo notará y dejará de generar relaciones. Es decir, “crear mejores vínculos sociales te hace más feliz y, ¿qué mejor éxito que ése?”
El networking es de vital importancia a la hora de triunfar desde un punto de vista profesional. Quintas afirma que quien no ejercite la inteligencia relacional estará absolutamente perdido. Y señala que al cien por cien de las personas con las que ha podido compartir las herramientas que detalla en su libro, y las han puesto en práctica, les ha ido bien. “No hay océanos sin agua”, aclara.
Para ganar pasta, más que en el dinero en sí, hay que pensar en cómo se puede sumar, aportar y crecer profesionalmente. Al menos, en opinión del autor, quien resalta que “el dinero siempre va detrás de eso. Es mejor tener al dinero persiguiéndote que ir tú detrás de él”