Recuperación de datos, una estrategia clave en las empresas

Por más procedimientos que los respalden, siempre existe la posibilidad de perder la información, ya sea por desastres naturales, errores humanos o manos criminales. En este escenario, la recuperación de datos es más importante que nunca.

Por más procedimientos que los respalden, siempre existe la posibilidad de perder la información, ya sea por desastres naturales, errores humanos o manos criminales. En este escenario, la recuperación de datos es más importante que nunca.

Aunque las cifras cambian, según el tamaño de cada organización, en promedio las pérdidas de datos en las empresas pueden llegar a costar más de un millón de dólares.

Las causas para este fenómeno son múltiples y van desde fallas de hardware hasta una estrategia pobre del manejo de la información. Por ejemplo:

Por ello, lo primero a la hora de recuperar la información es buscar las copias de respaldo (backup) y si no existen, volver a empezar desde el tablero y rediseñar una estrategia del manejo de datos que las incluya.

Tipos de backup

Las copias de respaldo o backup son una tecnología que data desde los cincuentas, y se divide en varios tipos: una copia total de la información; un backup incremental que solo copia la nueva información, y uno diferencial, muy parecido al incremental, pero donde solo se copia la información modificada.

Casi todas las empresas, aunque no lo sepan, ya tienen cierto tipo de backup gracias al uso de la nube donde existen proveedores tan grandes como Microsoft, Google y Amazon, por sólo mencionar tres. Cada una de estas plataformas tiene sus propios procedimientos para recuperar la información.

Otra forma de evitar estas pérdidas consiste en implementar estrategias de seguridad que limiten el acceso a la información a las personas que realmente utilicen los datos que necesiten.


Y por supuesto, está crear una cultura de seguridad en toda la organización pues a pesar de todo el dinero invertido en infraestructura, una empresa es tan fuerte como el eslabón más débil de toda la cadena.

Foto de Myriam Jessier en Unsplash

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