Cerca de un tercio de las empresas con más de diez empleados ya han implementado tecnologías relacionadas con el cloud e Internet de las cosas, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) recogidos en el último Informe Sociedad Digital en España, que elabora Fundación Telefónica.
El cloud computing ha resultado clave para la supervivencia de muchas compañías en la era pandémica, gracias a la agilidad y flexibilidad que aporta.
De hecho, el informe de Fundación Telefónica indica que los centros de datos que soportan la oferta de servicios cloud se han convertido en piezas determinantes para la transformación digital, hasta el punto de que algunas empresas los identifican como el quinto recurso crítico, después del agua, la electricidad, el gas y las telecomunicaciones.
Prueba de la importancia que tiene esta tecnología es que el número de empresas con más de diez empleados que la utilizan ha escalado más de diez puntos porcentuales en los últimos tres años, hasta superar el 32%.
Categorías de cloud computing más adquiridas
El informe de Fundación Telefónica analiza las categorías de cloud computing más adquiridas por las empresas españolas. Y cabe destacar la elevada penetración del Software as a Service (SaaS) o, lo que es lo mismo, la utilización por parte del cliente de programas en la nube, tales como los servicios de correo electrónico, como Microsoft Outlook o Google Mail (el 81 % de las empresas), de almacenamiento de ficheros, como Dropbox o Google Drive (80 %), de bases de datos (70 %) o de ofimática (64 %).
Como tendencia de futuro, el informe destaca la convergencia de la inteligencia artificial con el cloud computing, que ha sido bautizada como journey to data.
En este sentido, más de la mitad de las empresas consultadas afirman que en los próximos años adoptarán soluciones de aprendizaje automático (machine learning) y aprendizaje profundo (deep learning) basadas en cloud, destacando la predicción de la demanda y la segmentación de clientes.
40 millones de dispositivos conectados
El número de dispositivos conectados a Internet en todo el mundo rozará los 40 millones en poco más de un año, de acuerdo con algunas previsiones. Una eclosión, sin parangón, que ha podido verse mermada por las últimas tensiones geopolíticas y rupturas de cadenas de suministro a nivel global: detonantes de una escasez de microprocesadores que, sin duda, ha frenado el crecimiento del mercado de Internet de las cosas.
En el caso concreto de España, casi tres de cada diez empresas ya usaban esta tecnología en 2021. De hecho, fue la que más creció con respecto al año anterior (10,9 puntos). Por tamaños, las empresas con más de 250 empleados que disponen de esta tecnología suponen el 44 % del total.
Uso de Internet de las Cosas
En este marco, el informe de Fundación Telefónica avisa de que las empresas españolas quizás no están aprovechando el potencial real de Internet de las cosas, más allá de las funciones asociadas a la vigilancia.
Según las cifras, tres cuartas partes de las compañías que utilizan esta tecnología la aplican a la vigilancia de las instalaciones mediante cámaras y sensores conectados a la red, menos de un tercio a la gestión energética, y poco más de la quinta parte al mantenimiento y la logística.
En este sentido, el informe señala algunos sectores donde el uso del Internet de las cosas tiene mucho recorrido, como el industrial, el automovilístico, el cárnico o el agrario.
Inteligencia artificial, Big Data, realidad extendida y Blockchain
Sin embargo, pese a que todas estas tecnologías van siendo implementadas por una buena parte de las empresas españolas, hay otras a las que les está costando algo más.
Es el caso, por ejemplo, de la inteligencia artificial. Muchos expertos aseguran que se trata de la mayor revolución tecnológica de los últimos 40 años, ya que permite extender las capacidades humanas hasta límites insospechados y procesar ingentes cantidades de datos con rapidez, eficiencia y múltiples posibilidades de uso.
No obstante, el desarrollo de esta tecnología no está exento de dilemas sociales, por lo que muchos expertos han pedido paralizar durante seis meses la investigación en torno a la inteligencia artificial para regularla y elaborar protocolos de seguridad.
Otra de las tecnologías con mayor potencial es el Big Data, convertida en una herramienta determinante para la toma de decisiones en muchas empresas. Su utilidad es clara: mejora la productividad, la competitividad y las cifras de negocio, además de la relación con los clientes, ya que permite ofrecer productos y servicios a medida.
Finalmente, el informe de Fundación Telefónica señala otro tipo de tecnologías, entre las que destacarían las aplicaciones de realidad extendida o las plataformas Blockchain. Mientras en el corto plazo pueden servir para lograr una gestión inteligente y un ahorro de costes en las empresas, a medio y largo plazo facilitarán la creación de nuevos modelos de negocio y un cambio general del paradigma económico.
Plan de Recuperación: una oportunidad de oro
España tiene ante sí una gran oportunidad para acelerar la implantación de estas tecnologías, avanzar en su proceso de digitalización y lograr compañías más productivas y competitivas.
La transición digital es, junto a la ecológica, el principal objetivo del Plan de Recuperación, que marca la hoja de ruta que deben seguir las empresas durante los próximos años, con la asignación de casi 3 de cada 10 euros provenientes de Europa a proyectos relacionados con la digitalización de la economía.
Sin embargo, el uso de estas tecnologías, por sí solo, no es sinónimo de digitalización. Se requiere un cambio cultural. Y si bien los recursos podrían ser suficientes, ahora el quid de la cuestión es cómo ejecutarlos. Para ello, una vez más, será fundamental un cambio del modelo educativo capaz de formar el talento necesario para aprovechar al máximo el potencial de estas tecnologías e implementarlas en las empresas con garantías de éxito.
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