Qué podemos aprender de Elon Musk

Elon Musk es uno de los héroes de nuestro tiempo, una persona llamada a revolucionar la economía, la empresa y la sociedad. Su biografía tuitera se resume en cuatro palabras: Tesla, SpaceX, SolarCity y PayPal. Son cuatro firmas disruptivas, capaces de mover el mundo. Tesla es la firma que lidera el mercado de los coches eléctricos de gama alta. Nos ha sorprendido a todos, porque ha abierto las patentes con fórmulas de innovación abierta. La segunda empresa es SpaceX, contratista de la NASA para reconducir la Estación Espacial Internacional. SolarCity quiere ocupar y desarrollar la energía solar a través de paneles. Y PayPal es una de las grandes empresas de la economía digital. Musk fue uno de los cofundadores. ¿Cómo ha conseguido tantos éxitos de renombre e impacto mundial? En la línea de Jobs y otros grandes de la tecnología, su obra perdurará en el tiempo. En TED, puedes verle en acción.

Musk es un innovador, una persona que desea cambiar el entorno y utiliza las herramientas de las que dispone. Si no cuenta con ellas, las crea de la nada. Utiliza una metodología simple que, en efecto, puede desarrollar porque cuenta con el efectivo necesario. No caigamos en la hagiografía. Pero lo cierto es que Musk, este sudafricano nacido en 1971, ha conseguido crear tecnología, desarrollar mercados y estimular la demanda de sus productos. Podemos extraer algunas lecciones de su trayectoria.

Innovación abierta. «Telsa no iniciará una serie de juicios sobre patentes contra nadie que, en buena fe, quiera emplear la tecnología», escribió en su blog. Con esta propuesta revolucionaria, Musk quiere extender su modelo y su tecnología antes que monopolizar el desarrollo de coches eléctricos. Lleva la innovación abierta a un mercado saturado de marcas, emisiones de CO2 y de competidores (de bajo precio). Si hacemos caso a los libros de estrategia, su jugada es maestra. Su tecnología será el estándar de desarrollo en los mercados y obtendrá los beneficios de otras fuentes de ingresos (marca, posventa, innovación) que no se pueden replicar.

Inventar para innovar. Creo que Musk acierta con una estrategia empresarial basada en la invención: crea de la nada un producto que posteriormente comercializa. Por eso es un innovador empresarial. Ha sido capaz de innovar en tres ámbitos: ha creado nuevos mercados (los coches de Tesla son un buen ejemplo), ha conseguido una mejor incremental (la investigación espacial ha cambiado con sus diseños) y ha elevado la eficiencia (la propuesta energética de SolarCity). Con esto, ha generado empleo de calidad.

El cliente, el producto y el mercado. Musk es un especialista en la visión del negocio. No confunde el producto final con el mercado ni con el cliente. Solo así se explica que sea capaz de elaborar propuestas que mezclan convergencia tecnológica, cambio de paradigma, nuevos usuarios, dinero público y transformación digital. Cuando lanza la primera serie de Tesla como un vehículo de gama muy alta, Musk tiene en la cabeza un plan de marketing (el producto lo verá todo el mundo, porque lo llevan los famosos de Silicon Valley y Hollywood) y de preventa (consigue que los futuros clientes adelanten el dinero necesario para continuar la inversión). La creación de una red de energía alternativa es la única vía para que el transporte limpio funcione y por eso establece la red de SolarCity al margen de las eléctricas dominantes.

El dinero es una estrategia. En periodismo sabemos que seguir la pista del dinero siempre nos conduce al núcleo de la toma de decisiones. Pero Musk le ha dado otra vuelta. El dinero es un medio necesario para el mantenimiento de la innovación empresarial, pero no puede delimitar los proyectos ni agotar la cuenta de resultados. Como en Tesla, el dinero en efectivo puede proceder de otras áreas. Sí, existen medidas para la protección de la propiedad intelectual e industrial, pero todas son temporales. El lead time mide la efectividad de las medidas antes de que se pueda copiar o imitar el producto o servicio que ofrecemos. Por esto, la estrategia empresarial gira en torno a otros elementos añadidos: marca, servicio, captación de talento y employer branding, tecnologías complementarias, reducción de costes de producción y un largo etcétera. Cuando se compite en la economía digital, el efectivo no lo es todo.

La siguiente innovación en el tablero empresarial. Su nueva obsesión es la inteligencia artificial.

La lección que extraigo es conservadora: la innovación no se produce cuando uno quiere, por muy Elon Musk que se sea, sino que se produce cuando se dan las circunstancias adecuadas (tiempo, mercado, inversión, clientes, marketing). Por eso, aunque no sea el momento, hay que estar prevenidos de por dónde viene el futuro. Musk hace buena la cita universal de Alan Key: «La mejor forma de predecir el futuro es inventarlo».

En síntesis, os recomiendo seguir la pista de Musk, porque ha acertado en varios negocios, ha sido un visionario de la transformación digital y ha sido capaz de emprender con éxito en sectores diversos.

Foto: Wikipedia.

 

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