El último informe publicado por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones (ONTSI) no deja lugar a dudas: más internautas, mayor movilidad y conectividad. El mundo online se ha convertido en el entorno natural de más de 18 millones de españoles, que acceden diariamente a la red de redes.
El estudio revela además un importante aumento de la movilidad, ya que el 70% de los usuarios de los últimos 3 meses accedió a Internet fuera de su domicilio o lugar de trabajo. El uso de los dispositivos móviles es una realidad que no debemos dejar pasar. España es el país europeo con mayor penetración de smartphones y tablets, por lo que tener visibilidad en este entorno es clave para favorecer la comunicación directa con el usuario.
En este punto es cuando aparece el cada vez más famoso término Responsive Web Design o diseño web adaptativo. Esta tendencia concibe el desarrollo web de forma que las páginas puedan ser visualizadas en todo tipo de dispositivos sin necesidad de disponer de varias versiones. Esto es, una única web que se adapte a cualquier entorno, desde ordenadores de sobremesa hasta smartphones.
Ante el auge de los dispositivos móviles, cada vez son más los que apuestan por el Responsive Design a la hora de desarrollar una web corporativa. El objetivo, mejorar la experiencia de usuario para ofrecer páginas adaptadas y funcionales, independientemente del terminal con el que nos conectemos.
¿Cómo funciona el Responsive Web Design?
Seguro que en más de una ocasión nos ha ocurrido que, al acceder a un sitio web desde un smartphone o tablet, las imágenes aparecieran cortadas o el ancho de página fuera insuficiente. Ese es el caso de páginas web no preparadas para la tecnología móvil.
Con un diseño web adaptativo, es la propia página web la que detecta desde qué dispositivo accede el usuario, mostrando una versión optimizada de la página, independientemente del medio. Para el desarrollo estándar de una web se utilizan distintas plantillas, optimizadas para cada dispositivo. En cambio, el Responsive Design solo emplea una.
El modelo adaptativo se está imponiendo, y cada vez son más las empresas que apuestan por él para el desarrollo de su sitio web. No estamos hablando solo de una mejor visualización de los contenidos. El Responsive Design puede generar grandes beneficios, desde aumento de visitantes hasta un mejor posicionamiento online.
Ahorro de costes – Es cierto que desarrollar una web responsive requiere un esfuerzo extra por parte del diseñador pero, a la larga, es más económico. Solo se necesita una única versión de HTML y CSS para cubrir todas las resoluciones de pantalla, con lo que los costes de creación y mantenimiento se reducen.
SEO – El posicionamiento en buscadores es diferente para dispositivos móviles. Mantiene elementos del SEO tradicional, pero los algoritmos para recuperar la información son distintos en muchos aspectos. A la hora de realizar una búsqueda móvil, Google prioriza los sites con diseño responsive sobre los demás, ya que es más fácil recuperar la información.
Visibilidad – Tener presencia en el entorno móvil tiene un claro componente cuantitativo: mayor presencia para distintos dispositivos, mayor tráfico para nuestra página web. El responsive design ofrece una clara ventaja en este punto, ya que nos evita tener que desarrollar aplicaciones específicas para distintas versiones móviles (iPhone, Android, etc.).
Adaptarse o morir, ese es el mensaje de este nuevo entorno digital. Los hábitos de los consumidores han cambiado. El presente es móvil. Si queremos conectar con nuestro público no nos queda más remedio que tener presencia en este mercado. El diseño adaptativo nos permite ofrecer a los usuarios los mismos contenidos web, una experiencia de navegación única, independientemente del dispositivo empleado.
Foto: luc legay