“Queríamos crear la habitación de hotel más futurista que nadie hubiera imaginado, y ahora trabajamos en las habitaciones de hospitales y residencias, y no hay duda de que el cambio ha sido enriquecedor”. Ignasi Capellà invita a los emprendedores a “pensar en el hoy y el ahora” como la mejor vía para conciliar un modelo de negocio con su demanda real, tal como ha ocurrido con Broomx, la startup de realidad virtual de la que es cofundador y responsable de Desarrollo de Negocio.
Y esa reflexión sobre qué podía aportar la tecnología de Broomx de proyección inmersiva a un mundo atenazado por la pandemia, le ha llevado a hospitales de referencia como el barcelonés Vall d’Hebron. El pasado abril esta institución cuidaba de la salud mental de los sanitarios que más han sufrido el desgaste de los largos meses de COVID-19, probando su terapia de realidad virtual y mindfulness.
El Servicio de Psiquiatría de Vall d’Hebron ofrecía así a los profesionales sumergirse en un océano o nadar entre delfines para mejorar su bienestar emocional, reducir la ansiedad y posibles trastornos tras un año duro como nadie recuerda. “Y además pueden hacer llegar la terapia a más sanitarios sin incrementar mucho el coste, ya que se puede aplicar en pequeños grupos varias veces en una misma jornada”.
Una terapia casi universal
“Hemos creado unos sistemas de proyección únicos en el mundo que permiten transformar espacios físicos en experiencias inmersivas sin la utilización de gafas u otros elementos”, explica Capellà: “Y estas experiencias pueden tener multitud de usos, aunque ahora estamos muy enfocados a su aplicación en la salud mental y la psiquiatría geriátrica”.
La tecnología MK, que comercializan en 20 países, suma un desarrollo de software propio a unos proyectores capaces de inundar techos y paredes con unas imágenes diseñadas por la empresa o por otros creadores de contenidos. El mayor impacto de la propuesta llega por la capacidad de interactuación con esas imágenes a través de distintos dispositivos, algunos tan recurrentes como un smartphone.
Así, los productos que Broomx está paquetizando a partir de su tecnología apuntan a cuatro áreas de trabajo de la salud: emocional, cognitiva, psicomotricidad y neurorrehabilitación. Las cuatro esferas convierten la terapia en prácticamente transversal a la medicina, si bien se centran en aplicaciones para la rehabilitación, por ejemplo, tras un ictus, el tratamiento de trastornos del lenguaje, para el Alzheimer…
Del hotel al hospital, pasando por CES las Vegas
Pero hubo un momento en que haber liberado la realidad virtual del corsé de la individualidad y las gafas, perseguía una finalidad más lúdica.
Todo surgió de una iniciativa del estudio barcelonés de diseño Serrano Brothers. Durante el estallido de la burbuja inmobiliaria, sus socios Diego, CEO de la empresa, y Pedro tuvieron una visión para animar el negocio, “una habitación que se adaptara al estado emocional de las personas”. La idea era lograr que una habitación se transformara, por ejemplo, en un escenario festivo para celebrar una reunión con unos amigos o en uno más íntimo para un maratón de series con la pareja.
El reto se convirtió en proyecto cuando entraron en juego el resto de socios. Con perfiles complementarios pero muchos llegados del sector del video mapping, formaron el equipo de siete emprendedores que cofundaron Broomx en 2015. Hoy la empresa cuenta con un equipo de 21 personas.
El primer producto no vio la luz hasta 2017, y lo hizo con el desarrollo de una habitación de hotel inmersiva. Catalonia Hotels fue una de las empresas pioneras en ofrecerla: “Permite al cliente transformar su habitación mediante contenidos audiovisuales, personalizando y adaptando la estancia a sus gustos y preferencias”, se explicaba en la promoción. Otra de las aplicaciones fue en el área de formación en prevención de riesgos laborales, en este caso en colaboración con Asepeyo.
“A partir de ahí fuimos generando clientes desde nuestra web o con la participación en algunas de las ferias del sector más importantes, como el CES las Vegas. Gracias a esa visibilidad, tuvimos un proyecto que nos ha ayudado muchísimo con pacientes de Alzheimer en Canadá”, resume Capellà.
El éxito de la simplificación
Fue la sencillez de la tecnología de Broomx la que convenció a este equipo de científicos de que su proyector era el más adecuado. Permitía compartir la misma experiencia inmersiva al terapeuta y al paciente, además de hacerlo prácticamente en cualquier tipo de habitación sin ningún montaje previo, abriendo la posibilidad de escalar la experiencia si se obtenían buenos resultados, lo que ocurrió.
Este concepto de plug and play, que aún se trata de mejorar en Broomx, justifica en buena medida sus excelentes perspectivas de crecimiento. Pero la colaboración en Canadá también aportó una reflexión más inesperada: “Nos abrió los ojos a la salud mental geriátrica, algo que tenía mucho sentido”. El modelo de negocio cada vez era menos virtual.
De Canadá a otros países
El proyecto en Canadá abrió muchas puertas en Estados Unidos, Finlandia… “se corrió la voz”. Y finalmente, en 2018, hicieron una nueva parada, esta vez en Londres, para participar en el programa de la aceleradora de Universal Music.
En Abbey Road Red trabajaron en un desarrollo vinculado a la mejora de la capacidad inmersiva del audio. (Apunte para mitómanos: efectivamente su sede está en el célebre estudio de los Beatles).
Llegaba el momento de pensar en crecer, y para ello quedaba otra prueba por superar: una ronda de financiación. En 2019 consiguieron un millón de euros, entre otros aportado por Wayra, el hub de innovación de Telefónica, del que destaca “el sello de calidad que aporta, además de la visibilidad en todo el mundo, gracias a sus centros, la labor de comunicación y los eventos”. El segundo millón llegó en forma de crédito concedido por el programa Innova Global de la Generalitat de Catalunya.
“Doblábamos la facturación mes a mes, todo iba como un tiro hasta que llegó la COVID”, explica Capellà. Pero tras el pánico inicial, la dura coyuntura obligó a ajustar las miras.
Pensar en el hoy y el ahora
La apuesta pasó por volcar todos los esfuerzos, desde desarrollo de producto a marketing y venta, al sector de la salud, “y la verdad es que no nos podemos quejar; en 2020 doblamos la facturación del año anterior, lo que en un año de pandemia no está nada mal”.
Ahora Broomx trabaja en consolidar su apuesta por la salud en hospitales y residencias de mayores, donde realiza su mayor esfuerzo para llevar el proyecto a la rentabilidad definitiva.
Pero el equipo es consciente de que la tecnología resulta realmente inspiradora en otros escenarios, como la enseñanza y formación, el retail y, por supuesto, en hoteles, museos o la industria cultural. ¿Por qué no retransmitir en streaming en varias salas un concierto multiplicando el aforo en tiempos de restricciones?
Las posibilidades son infinitas. Pero, como dice Ignasi Capellà, hay que mantenerse fieles a la estrategia y «pensar en el hoy y el ahora”.