En España, el empleo podría crecer este año en torno al 1%, aunque la tasa de paro seguirá próxima al 13%. Y preocupa especialmente el desempleo entre los jóvenes (31% en el tercer trimestre de 2022, ahora mismo la tasa más alta de la Unión Europea).
Pero más allá de los pronósticos para el mercado laboral español, hay una cifra realmente significativa, que no debería pasar desapercibida: el empleo de especialistas digitales ha crecido en Europa un 50% en los últimos diez años, escalando el número de profesionales TIC hasta los 9 millones, de acuerdo con el Índice de Economía y Sociedad Digital (DESI).
Una fuente constante de empleo
La previsión es que este ritmo continúe durante los próximos años, de manera que la UE podría lograr su objetivo de contratar a 20 millones de estos profesionales para 2030. Esto dispararía la demanda de especialistas digitales, tan imprescindibles para llevar a cabo la transición digital de personas, empresas de todos los tamaños y administraciones públicas.
En el caso de España, casi el 33% de los fondos europeos se destinarán a digitalizar la economía. El dinero, pues, podría bastar. El problema sería cómo ejecutarlo.
Porque para aprovechar al máximo la revolución digital y beneficiarse de todas sus ventajas, se requiere un cambio del modelo educativo para capacitar y formar al talento que necesitamos.
En este contexto, la formación especializada resulta determinante para cubrir la demanda de nuevos profesionales tecnológicos y digitales, lo que cobra especial importancia a la vista de las perspectivas de la UE, que estima que el 45% de los empleos creados estarán relacionados con el ámbito digital.
Los expertos de The Valley remarcan la importancia de que los programas se ajusten a la demanda de las empresas y cubran las últimas tendencias, de manera que los profesionales puedan desarrollarse positivamente y adaptarse a las nuevas necesidades de sus puestos de trabajo.
El pódium de los profesionales más buscados
Asimismo, han identificado aquellos perfiles que serán altamente demandados en este 2023:
1. Data Scientist o Specialist Data
Su cometido es desarrollar proyectos en la nube y optimizar el almacenamiento de información y su rendimiento de acuerdo con la normativa de protección de datos.
El cloud computing es un mercado que no ha dejado de crecer. Se ha convertido en una herramienta clave para la transformación digital de las empresas y en los próximos años seguirá siendo un mercado en alza que generará numerosos puestos de trabajo dentro del sector tecnológico.
2. Digital Product Designer
Su misión es simplificar procesos y generar productos digitales más intuitivos y atractivos, mejorando la experiencia de los usuarios y, así, impulsar las ventas.
De ahí que esta sea una de las posiciones más buscadas por las empresas. Según The Valley, entre los perfiles más demandados también se encuentran el UX Researcher y UI Designer, cuyo trabajo siempre va de la mano.
3. Especialistas en ciberseguridad
Se trata de profesionales que hacen frente al aumento exponencial de los ataques informáticos a personas, empresas y administraciones públicas.
Estos expertos son de vital importancia para evitar pérdidas económicas y daños en la reputación e imagen de las víctimas. Tal es la magnitud del reto que el Gobierno de España se ha propuesto aumentar el número de especialistas en ciberseguridad en cerca de 20.000 hasta 2025.
Falta de mano de obra digital
Puede resultar paradójico que haya tantas personas que quieren trabajar y no pueden y, al mismo tiempo, tantas empresas que no encuentran a los trabajadores que necesitan. ¿A qué se debe la escasez de este tipo de profesionales?, ¿por qué las compañías no encuentran a los trabajadores digitales que buscan?
Juan Luis Moreno, partner & Chief Innovation Officer de The Valley, afirma que vivimos un momento de escasez de profesionales digitales, porque lo que las empresas necesitan y demandan son especialistas en tecnologías y herramientas que están en plena evolución y que son relativamente recientes. “Es un momento de oportunidad para formarse en estas tecnologías y dar un salto profesional”, asegura.
Al conflicto por el talento tecnológico y la falta de profesionales se suma la tendencia laboral de los jóvenes de cambiar a menudo de trabajo y profesión. Ello supone para las empresas un desafío que deben atenuar, mediante la creación de un ambiente empresarial positivo y flexible, que permita conseguir la fidelización de los trabajadores.
En cualquier caso, la tendencia a querer cambiar de trabajo y profesión afecta tanto a las empresas tecnológicas como a las más tradicionales. Y para hacer frente a este reto, se recomienda ofrecer planes de formación y de carrera que motiven a los empleados, e invertir en ellos como profesionales para contar con perfiles más completos y especializados.
Es evidente que España sufre un déficit de talento digital que podría frenar la necesaria transformación de las empresas y provocar el desperdicio de la oportunidad de oro que brindan los fondos europeos.
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