Ante una situación como la que está viviendo el mundo, las empresas buscan la manera de asegurar la continuidad del negocio y prever los riesgos de seguridad a los que se ven expuestas, sin que se afecte el desarrollo normal de los procesos internos y externos de la compañía.
Es el plan de recuperación el que va a determinar qué tan resiliente es una compañía para salir de las crisis y superar los obstáculos. En el contexto que venimos enfrentando desde hace dos o tres meses, las empresas se han visto en la obligación de poner a prueba los planes de recuperación de sus operaciones.
En cierto modo, han tenido que salir de la ‘zona de confort’ en la que quizás no tenían contemplado una amenaza de pandemia, ni las consecuencias que se derivaron de esta: aislamiento, distanciamiento social, cese de actividades, baja productividad, nuevas normas sanitarias, incapacidades o perdidas de empleados, entre otros.
Los retos, más allá del teletrabajo
Aunque la opción del teletrabajo sí estaba contemplada, hay otros factores que tuvieron un crecimiento y un desborde inusual en su funcionamiento. Por ejemplo, los canales de comunicaciones de las empresas y de los proveedores han visto un incremento de aproximadamente el 38 por ciento.
Esta cifra permite focalizar la atención en los centros de datos alternos que en la mayoría de las ocasiones solo se activan en caso de contingencia. Estos últimos, con tecnologías de protección adecuadas de DDoS, WAF y balanceo de carga como las del fabricante Radware, permiten usar las capacidades de diversos centros de datos para resolver las necesidades adicionales de infraestructura y comunicaciones.
Otras compañías reservan algunos centros de operación para que sus trabajadores puedan asistir en caso de limitaciones de acceso físico a las oficinas principales. Estos centros pueden ayudar en niveles de contingencia como el que enfrentamos, buscando distribuir el personal, ayudando con el distanciamiento social y la menor concentración de personas.
La paciencia, la capacidad de superar adversidades y la resiliencia de toda la sociedad se puso a prueba en esta cuarentena; lo que ha hecho que en términos generales se demuestre que las auditorias, análisis de riesgos, planes de recuperación están dando sus frutos.